Kimberly Alarcón Rojas / EDUCACCIÓN
“Una sonrisa rota
Una lágrima que brota sin saber por qué
Un rictus de tristeza
Una mirada perdida
Unas manos huérfanas
¡Cuánto dolor inocente víctima de un
Inmisericorde agresor y un
Cobarde que calla!”
Javier Urra
Defensor del menor. Madrid
Echeburúa & Guerricaechevarría, 2000
Desde hace varias semanas venimos escuchando un “¡Con mis hijos no te metas!” repetitivo, aparentemente masivo y responsable. Algunas amistades y conocidos míos, a quienes tengo aprecio, piden firmemente que el Estado no se preocupe de hablar de equidad de género, ni de educación sexual a sus hijos porque ellos sabrán, mejor que la escuela, cuándo y cómo hacerlo. Mientras esta pelea toma lugar en las calles, Congreso y en cuanto letrero azul y rosado hay pegado en la ciudad al menos 8 personas [1] están siendo abusadas sexualmente por día. De ellas, la mayoría son menores de edad (entre 0 y 17 años), posiblemente hijos o hijas tanto de los que defienden el “Con mis hijos no te metas” o de los que no.
Puedes estar leyendo este artículo ahora y para cuando termines, alguien de tu entorno, un menor de edad, podría haber sido víctima de tocamientos indebidos por parte de alguien en quien él o ella confiaba, alguien que supuestamente tenía que cuidarlo. Esto de por sí es indignante y doloroso, y más doloroso aún que este pequeño o pequeña no tenga confianza en ti y que no lo vaya a contar hoy al terminar el día, ni mañana, ni pasado… y si lo hace, es posible que no le creas, que dudes de su palabra entrecortada, de su voz temblorosa, de su lagrimita contenida. El dolor aumenta después, cuando lo sabes y no haces nada, porque conoces al tipo o a la tipa agresora, porque dudas que alguien tan bonachona y simpática pueda hacer algo tan deleznable. Y así te conviertes en cómplice.
Los estudiantes del colegio Hector de Cárdenas que hoy tienen alrededor de 32 años, tenían en promedio 11 años cuando fueron víctimas de abuso sexual. Piensa cuántos seres queridos tienes de esa edad, piensa cuántos de ellos realmente confían en ti o en sus padres, y piensa también en los adultos que los rodean. No hay un perfil exacto de niño, niña y adolescente (NNA) abusado, así como tampoco hay un perfil de abusador sexual infantil, pero sí es importante ser conscientes de que en su mayoría los abusadores sexuales son personas del entorno del NNA, conocidos de la familia, vecinos, familiares o los propios padres. Generalmente el abusador/a posee alguna relación de autoridad con el niño o niña, existiendo respeto, confianza y cercanía [2].
¿Pero, qué es el abuso sexual infantil? Por si aún no sabes o tienes dudas sobre lo que es exactamente un abuso sexual infantil, Unicef [3] lo aclara completamente:
Entonces ¿qué hacer? Lee, infórmate, actúa, contén, no te quedes callado, defiende. Aquí te dejo material para que te informes y armes tu propio taller en casa, en el colegio, con tu familia, con tus amistades. Puedes ver este video, leer la Guía conceptual para la prevención del maltrato elaborado por Unicef, la Guía básica de prevención del abuso sexual infantil de la ONG Paicabí, entre otro material valioso que puedes encontrar en línea.
¿Recuerdas cuando eras pequeño o pequeña y creías en los superhéroes? Si te informas y te comprometes a actuar, de corazón, tú puedes ser hoy, ahora, el superhéroe de algún NNA que está siendo víctima de cualquier tipo de abuso, o que está en peligro de serlo. Métete en la educación de tus hijos e hijas, o de tus parientes pequeños, háblales con cuidado sobre sus partes privadas y sobre qué hacer si alguien le hace sentir incómodo, háblales de educación sexual, recuerda que si tienen alrededor de once años ahora, es posible que alguien ya hayan vivido algún episodio de abuso sexual. Edúcalos en valores, en respeto, permite que la Escuela te ayude en esa tarea difícil, eso busca el Currículo Nacional, pero estate siempre atento.
Tenemos que ganarles la carrera a los abusadores sexuales encubiertos y educar a los niños, niñas y adolescentes, brindándoles nuestra confianza, prometiendo que no nos quedaremos callados, que los defenderemos. Es urgente. Es necesario. Es una tarea para antes de ayer.
[1] Elaborado con información del MIMP sobre denuncias de violaciones sexuales.
[2] Guía básica de prevención del abuso sexual infantil. Editado por ONG Paicabí Registro de Propiedad Intelectual Nº 127.003 Chile. Julio 2002.
[3] “Por qué, cuándo y cómo intervenir desde la escuela ante el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes. Guía conceptual.” Unicef Junio 2013.
Lima, 6 de marzo de 2017