Edición 50

Por una pedagogía del sentido común

Volvamos a lo básico: ninguna técnica o herramienta pedagógica funciona, si la persona que está frente a nosotros no se siente reconocida como tal

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Roberto Barrientos | EDUCACCIÓN

El gran G. K. Chesterton decía “el sentido común es el menos común de los sentidos”. En educación, a veces, debemos empezar por lo más simple y lo más obvio para realizar grandes cambios. En este escrito quisiera hacer un llamado a un paso previo y condición ineludible para todo proceso educativo: el conocer a los alumnos. Conocer que se expresa en un detalle simple, pero potente, el saber los nombres de los niños y jóvenes que se nos confían.

Es de sentido común que todos deberían saberlo, pero como dijimos, no es tan obvio. Estamos en el mes de marzo y los docentes hemos tenido días previos para saber los nombres y apellidos de cada uno de los niños, pero pasan los días y, en muchos casos, no nos damos el tiempo para aprenderlos ¿Es un tema importante? Pues sí. Los estudiantes son, ante todo, personas, personas que deben ser reconocidas como tales. Como seres humanos con un nombre, únicos e irrepetibles.

Antes hablar de planificación y evaluación curricular debemos conocer y re-conocer a la persona que tenemos delante en cuanto tal. No debemos dejar que la presión, estrés e imprevistos del día a día hagan que perdamos el sentido.

Otra idea de la pedagogía del sentido común: “trata a los demás como quieres que te traten a ti”. ¿Te gustaría que después de una semana de convivir con una persona o un grupo de personas, no sepan tu nombre y se dirijan a ti como “¡Oye tú!, el del fondo” o se confundan y llamen con otro nombre? No nos sentiríamos bien, menos un niño o niña o adolescente para el que eres un referente.  Tu trabajo es invitar, guíar, generar lo que llaman ahora los pedagogos modernos “situación significativa”, pero todas esas técnicas y herramientas no funcionan si la persona que está frente a ti no se siente reconocida en cuanto tal. Y las personas escuchamos a quien nos respeta y demuestra que le importamos. Si alguien te importa, aprendes su nombre. Por lo que invito a realizar estas tres actividades durante estas primeras semanas de inicio del año escolar:

  1. Conocer los nombres y apellidos de todos los estudiantes a tu cargo.
  2. Identificar 5 cosas en las que cada uno es bueno.
  3. Hacerle saber que has identificado esas cinco cosas.

Cuando hayamos terminado esos 3 pasos de una pedagogía de sentido común, podemos empezar a trabajar los siguientes pasos de una eficaz evaluación de los aprendizajes.

A continuación, se presenta los 10 pasos que realizan escuelas de alto rendimiento para una buena evaluación de los aprendizajes.

  1. Comenzar por conocer a los alumnos.
  2. Co-planificar utilizando datos de diagnóstico de los estudiantes.
  3. Hacer visibles los objetivos de aprendizaje y los criterios de éxito.
  4. Utilizar la evaluación informal continua durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  5. Realizar una evaluación formativa continua y reflexionar sobre las correcciones a mitad del curso a través de una evaluación formal.
  6. Proporcionar a los estudiantes retroalimentación descriptiva oral y escrita.
  7. Crear oportunidades para la evaluación por pares y autoevaluación.
  8. Asegurar de que la evaluación sumativa informe los próximos pasos para los estudiantes y los padres.
  9. Utilizar la pared de datos para ver la “panorama general” y el detalle al mismo tiempo, para que los maestros se autoevalúen y reflexionen sobre su enseñanza.
  10. Compartir el aprendizaje con la calificación colaborativa de toda la escuela del trabajo de los estudiantes (Fullan y Sharrat, 2012, p. 45).

En este texto solo hemos desarrollado uno de los diez pasos. Reza un dicho italiano “piano piano si arriva lontano”, que significa, poco a poco se llega lejos. Nos no angustiemos aprender las nuevas modas y normas curriculares. Las aprenderemos poco poco. Empecemos con un primer paso. No vaya a ser que por apresurados y empezar a correr, nos olvidemos en el camino de lo más importante, nuestro usuario principal, el estudiante, el niño o niña que necesita ser conocido y reconocido en un unicidad e individualidad.

Lima, 30 de marzo de 2019

REFERENCIAS

Sharratt, L., & Fullan, M. (2012). Putting FACES on the Data: What Great Leaders Do! : Corwin Press.

 

Roberto Barrientos Mollo
Educador. Coordinador General de Comunidades de Aprendizaje , www.comunidaddeaprendizaje.pe , un proyecto de transformación social y cultural de la escuela y su entorno mediante la implementación de Actuaciones Educativas de Éxito. Es docente e investigador de la Universidad Marcelino Champagnat.