Los filósofos y la crisis global del coronavirus

Varios intelectuales destacados están reflexionando sobre las transformaciones que están empezando a ocurrir en el planeta y el futuro que nos aguarda cuando la cuarentena termine

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Luciano Sáliche | INFOBAE

Quien comenzó, podría decirse, es el filósofo italiano Giorgio Agamben. Lo hizo el 26 de febrero en Quodlibet hablando de “medidas de emergencia frenéticas, irracionales y completamente injustificadas para una supuesta epidemia debida al coronavirus”, al que calificaba, con muy mala puntería, como “una especie de gripe”. Finalmente Italia se convertiría en el país más afectado. En ese primer artículo, Agamben señalaba la “tendencia creciente a utilizar el estado de excepción como paradigma normal de gobierno” (“agotado el terrorismo”, llega esta pandemia) y “la limitación de la libertad, aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla”.

Su par francés, Jean-Luc Nancy, uno de los más influyentes del país galo, le respondió en un breve artículo publicado en Antinomie. No lo hizo con dureza, puesto que Agamben es “un viejo amigo”, pero sí marcó su error: “La gripe ‘normal’ mata a varias personas y el coronavirus, para el que no hay vacuna, es claramente capaz de una mortalidad mucho mayor”. Su aporte, más allá del contrapunto, es este: “No hay que equivocarse: se pone en duda toda una civilización, no hay duda de ello. Hay una especie de excepción viral –biológica, informática, cultural– que nos pandemiza. Los gobiernos no son más que tristes ejecutores de la misma, y desquitarse con ellos es más una maniobra de distracción que una reflexión política”… Leer más