Román Aller Zárate | EDUCACCIÓN
Aprendo en casa es una estrategia que ofrece diversas experiencias de aprendizaje, las que permitirán re (iniciar) las clases escolares en tiempos de coronavirus. Esta medida, por un lado, involucra no sólo a los actores educativos “convencionales”, sino también a otros actores como son las autoridades y funcionarios, medios de comunicación, las empresas y la sociedad en general, sobre todo a las familias en particular que debieran de recuperar su rol educador. Por otro lado, esta medida además está diseñada para ser desarrollada de manera multicanal, es decir, a través de internet, televisión y radio.
Ambos aspectos, nos coloca y nos lleva (una vez más), a que la educación no sólo es responsabilidad del Ministerio de Educación, sino que tiene que realizarse en base a un fuerte trabajo multisectorial, donde haya intervención de otros sectores. Por ejemplo, el Midis, el Minsa, el MTC, entre otros. Esto implica, además, que debe sumarse a otros actores, lograr una participación más amplia que vaya más allá de los actores del sistema educativo. También hace evidente que, así como no es posible llegar a todo el país sólo desde el nivel nacional, se debe retomar la idea multinivel. La responsabilidad de la educación es compartida y debe darse manera intergubernamental, es decir, entre los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local).
Por tanto, debemos “recuperar” el debate de la descentralización y sobre todo, re (iniciar) su puesta en marcha. NO cabe duda que las respuestas del Estado ante la emergencia nacional deben darse de manera multisectorial e intergubernamental. Hoy más que nunca, paradójicamente, que estamos en el distanciamiento social obligatorio, se exige más presencia y cercanía del Estado con sus ciudadanos, tal como el proceso de descentralización en el país lo propone. Al mismo tiempo, ambos aspectos se expresan y convergen en los diversos territorios para alcanzar los resultados que esperan los ciudadanos
Por ello, reconociendo que hay muchas limitaciones y debilidades institucionales del Estado y de sus actores en los tres niveles de gobierno, también se debe reconocer que existen potencialidades. Ello puede permitir responder y atender con celeridad a la ciudadanía y enfrentar la diversidad de sus dinámicas y situaciones difíciles, donde el Estado pueda actuar con celeridad y tomar decisiones audaces que en situaciones regulares serían más complicadas de asumirlas y llevarlas a cabo.
En ese sentido, así como «Aprendo en Casa» ha puesto en jaque las maneras de aprender y ha develado que es impostergable un cambio en ellas, así como en las prácticas y hábitos de sus actores educativos, el sistema educativo tiene que seguir la misma ruta. Es decir, se requieren cambios en su estructura y funcionamiento para poder realizar un trabajo más integral, que sea más flexible y articulado entre sus componentes. A su vez, los actores (autoridades, funcionarios, y equipos de las diferentes instancias de gestión descentralizada) de los diversos niveles de gobierno, también necesitan modificar sus “viejas prácticas burocráticas”, para posibilitar una actuación con mayor celeridad y eficacia en la atención del servicio educativo a sus ciudadanos.
Esto implica que se asuman dos desafíos. En la política, los tomadores deben asumir la conducción y colocar a la educación en la agenda y colocarla como el eje para el desarrollo de las personas y del país. Esto debe darse de manera articulada entre el Ministerio de Educación junto a los gobiernos regionales y locales, de tal manera que asegure el trabajo intergubernamental. Y en la gestión, desde las instancias de gestión descentralizada: Minedu, Dirección Regional de Educación (DRE) o Gerencia Regional de Educación (GRE) y la Unidad de gestión Educativa Local (UGEL), deben contar con un mismo horizonte, la cual implica que se clarifique sus roles y en la gestión de las políticas educativas (planificación, implementación y evaluación). A partir de ella vincular e impulsar el trabajo multisectorial y la relación con los demás actores.
Finalmente, ambos desafíos no deben perder de vista que tanto lo multisectorial y lo intergubernamental debe basarse en el trabajo de la “vida real” que se da en los diferentes territorios (enfoque territorial). Tampoco debe olvidar que la descentralización educativa se hará efectiva si propicia y logra aprendizajes de las personas en las instituciones educativas, junto a los demás actores, sectores, sobre todo con el involucramiento de los gobiernos regionales y locales. Es decir, «Aprendo en casa», en mi país y en mi territorio.
Lima, 6 de abril de 2020