Roberto Navia | Hispanos
Fabio ha cumplido 11 años el 6 de abril y lo ha festejado sin piñatas, sin payasos y sin amigos correteando por el patio. Esta vez apenas le han abrazado su mamá Rosy y su hermano mayor, Adrián, que también están encerrados. Una mesa con mantel debajo de la galería silenciosa, más grande que nunca. Ahí colocó ella la torta de chocolate a las cinco de la tarde. Ahí lo vimos a Fabio paradito, sabiendo que, con Karina, mi amada esposa, lo mirábamos por encima de la barda de la casa contigua a la suya, porque habíamos sido invitados bajo la modalidad que impone la pandemia: de lejos, para no poner en peligro a nadie, ni siquiera a uno mismo. Le cantamos el cumpleaños feliz, guardó un silencio musical para pedir un deseo, apagó la vela y fabricó una sonrisa llena, redonda como la luna que salió temprano, quizá como un regalo limpio y libre de virus y de cuarentena… Leer más