Ricardo Bedoya | Páginas del diario de Satán
La de “Zodiac”, de David Fincher, es una narración irresuelta, de exposición morosa, analítica, lenta, que apunta a líneas dispares del cine criminal, sin afiliarse a ninguna. Pero esas características no son limitaciones; por el contrario, aportan singularidad a una pesquisa que parece llegada de otra época. Acaso de los años setenta, cuando algunas películas de Hollywood podían darse el lujo de ser reflexivas y maduras, alejándose de los estándares de emoción del cine de géneros de hoy.
Los antecedentes de “Zodiac” hay que buscarlos en algunas películas de Alan Pakula, Sidney Pollack, Francis Coppola y Sidney Lumet, apasionados por el tema de la búsqueda de la verdad más allá del deber y de las posibilidades racionales de éxito, con sus protagonistas extraviados en un laberinto de apariencias, víctimas de una amenaza criminal que se extiende como un virus. El mal es ubicuo, lo contamina todo. Perseguidores y perseguidos, investigadores y sospechosos, están bajo el dominio de un dispositivo panóptico que permite que todos se vigilen con independencia de sus culpas y responsabilidades… Leer más