Patricia Salas O´Brien
El fin de los tiempos de la violencia política de Sendero Luminoso, no han significado el fin de la violencia en el Perú. Porque no hemos derrotado del todo a Sendero, pensarán algunos, pero yo creo que es más grave que eso. La reiteración y la permanencia del conflicto en nuestro país, da cuenta de problemas mucho más serios y que intentaremos reflexionar desde, o tal vez, para la educación escolar.
Una afirmación frecuente es que la población está desinformada, no ha leído, no ha escuchado, no sabe… esta idea nos plantea varios tipos de problemas:
1. Los que tienen la información no la han divulgado -o no lo han hecho de manera apropiada-, y los que reciben la información no logran comprenderla. Estamos entonces ante dos sujetos que presentan deficiencias para comunicarse con efectividad. Tarea para la escuela: poner mayores esfuerzos en el área de comunicación integral de nuestros estudiantes, que les permita comprender lo que leen, lo que escuchan y lo que ven y hacerse comprender en lo que escriben, hablan o muestran. Claramente las evaluaciones nacionales e internacionales nos presentan evidencias de este problema; debería ser suficientemente claro para el país que tiene que hacer un enorme esfuerzo para revertir esta situación y mejorar las posibilidades de una comunicación efectiva entre peruanos/as.
2. Estamos en un diálogo de sordos, donde los interlocutores pareciera que hablan en diferentes idiomas porque tienen enfoques, referentes y cosmovisiones distintas. Cada uno se siente asistido por la razón y no se molesta en intentar comprender al otro. No asumir esas diferencias, es irresponsable, es renunciar a cualquier posibilidad de entendimiento entre las partes. Se hace imperativo, pues, multiplicar los esfuerzos por una educación intercultural en el conjunto de la educación, la urbana, la rural, la indígena, la de los técnicos, los políticos, los dirigentes, los pobladores. Si no rompemos la ignorancia y el desprecio por la postura de nuestro interlocutor no habrá comunicación y esa es una situación que ninguna sociedad puede sostener. Educación intercultural en la escuela, la universidad y el posgrado.
3. La población no está interesada por informarse o, la población se deja manipular por unos cuantos… ¿qué es lo que se necesita? Que las personas se sientan copartícipes de una comunidad –el Perú- donde puedan tener opiniones propias, que puedan razonar de manera compleja. ¿Cómo se logra?, con un intenso ejercicio de la matemática y, por supuesto, con educación ciudadana, esa que supone capacidades para interesarse por el bien común y no sólo por los intereses particulares, para deliberar, para hacer uso de los recursos del Estado de Derecho en favor de la justicia.
4. Quienes protestan son unos radicales, el Estado es incapaz, las empresas son unas malditas. Desconfianza total en los otros interlocutores que da como resultado situaciones llenas de insultos y búsquedas por descalificar al interlocutor, independientemente de los argumentos. Esta situación es evidencia de un Perú fragmentado, sin lazos de cohesión, sin sentimientos de futuro compartido y ello requiere hacer del sistema educativo peruano un espacio de encuentro, de cohesión, de aprender a confiar en el otro; lo que no será posible si seguimos permitiendo la fragmentación del sistema y hacemos de las escuelas guetos, donde nos encontramos los que nos parecemos entre nosotros y el resto se queda fuera. La revaloración de la escuela pública como espacio de encuentro de niños/as y adolescentes de diversas condiciones sociales y culturales, es una oportunidad inmejorable, saboteada no solo por la brecha entre lo privado y lo público sino también entre lo privado con lo privado y en lo público con diferenciaciones como instituciones por convenio, colegios emblemáticos, colegios de alto rendimiento o colegios piloto, sin el sentido de equidad que hace sentir a todos que son tratados como peruanos con derecho a las mismas oportunidades.
No vamos a caer en la ingenuidad de pensar que la educación suprimirá los conflictos en la sociedad, pero estoy segura que personas con mejores capacidades de comunicación, con una perspectiva intercultural de las relaciones con los demás, con mejores capacidades para el razonamiento y el ejercicio ciudadano y que ha compartido su crecimiento con muchos otros peruanos/as, será un escenario diferente para gestionar esos conflictos, confrontar los intereses y construir la certeza que el Perú representa el futuro para todos.
Lima, mayo 24 de 2015