LA NACIÓN | ASTRID PIKIELNY
Rita Segato enhebra las palabras con la delicadeza de un orfebre y la belleza de la poeta que alguna vez pudo ser. Atravesadas por los ecos de una vida itinerante como investigadora, docente y antropóloga, esas palabras podrían haber llegado desde Tilcara, la geografía que abrazó hace 50 años y a la que volvió definitivamente en 2019, como se vuelve a los brazos de un amor inevitable. También podrían haber llegado desde Brasilia, la ciudad en la que vivió y enseñó durante décadas, y en donde todavía mantiene un hogar. Pero, esta vez, lo hacen desde San Telmo, en donde transita la cuarentena impuesta por la emergencia sanitaria que confinó al planeta, y que obligó a repensar y reinventar prácticas personales y sociales… Leer más