Roxana Villacorta Chávez | EDUCACCIÓN
¿Hay algo que te preocupa Luanna? ¿Algo importante que haya pasado en estos días? Le hice esta pregunta a mi sobrina porque el jueves de la semana pasada nos sentamos a ver la clase de Aprendo en Casa TV, que dejó como tarea hacer un anecdotario. Me sorprendió su respuesta. Los primeros días del mes de agosto yo había tomado la decisión de aislarme en mi departamento por precaución, porque me sentí enferma, y así lo hice saber a mi familia. Luanna me dijo que no entendía por qué le prohibieron visitarme y que durante esos días ella estuvo pensando mucho en mí. Su abuelita fue la primera en explicarle que tal vez yo tenía COVID y que era mejor dejarme descansar mientras no estuviéramos seguras de eso. Luanna se angustió. Ella acostumbraba visitarme y disfrutábamos ambas conversando y compartiendo muchas actividades divertidas.
Por suerte lo que tuve solo fue una gripe muy fuerte, complicada con mi alergia, pero la preocupación de Luanna me enterneció. Eso me motivó a reunirme con toda la familia a la hora del almuerzo y contarles cómo viví esos días de aislamiento.
Mi testimonio dejó a Luanna aún más intrigada y con nuevas preguntas. ¿Cuál fue el video del médico que dice que no debemos alarmarnos por el COVID 19?, ¿Porque tantas personas se están contagiando, como dicen las noticias? Entonces le sonreí y le respondí con otras preguntas: ¿Qué podrías hacer tú para informarte más de este problema? ¿Qué podrías hacer para ayudar a otras personas a estar mejor informadas y no alarmarse como lo hice yo? Esto la motivó a buscar más información en Internet y escuchar al médico loretano que compartió en un video las lecciones que les dejó esta enfermedad cuando asoló Iquitos.
Al sábado siguiente le propongo hacer un cuadro organizador, donde anote sus preocupaciones, los temas que quiere investigar. A ella le pareció buena idea y se puso a diseñar una sencilla matriz de planificación. Lo que más había llamado su atención fue, en efecto, el video del doctor Juan Carlos Celis, el infectólogo loretano. Miramos juntas el vídeo. Luanna fue anotando las palabras nuevas que escuchaba y no entendía. Me pedía explicaciones. En vez de responderle le presté mi celular y le dije que utilice el “Ok Google”. Le dio curiosidad. Hizo click en ícono del micrófono y empezó a preguntar por esas palabras. Entonces escuchó una voz con las respuestas que necesitaba. Ella se entusiasmó y vino luego a explicarme a mí los nuevos significados que estaba aprendiendo.
Yo le hice notar que toda la información que estaba reuniendo era muy importante también para mí. Le dije que había cometido los mismos errores que mencionó el doctor pues me dejé llevar por el miedo y tomé medicinas que no necesitaba, sin la certeza de tener COVID. Le propongo que vaya tomando nota de lo importante para no olvidarlas después, porque eso puede servir para informar mejor a otras personas.
Después le recuerdo que el pedido de Aprendo en casa era contar una anécdota y le pregunto cuál querría contar. Ella decidió contar mi caso y la empezó a redactar con sus propias palabras, teniendo en cuenta las partes de una anécdota. Cuando terminó de escribirla le motivé a usar nuevamente al ok Google y a preguntarle por las partes de una anécdota. Así lo hace, luego revisa lo que escribió, corrige la ortografía de algunas palabras y agrega otras antes de pasarla en limpio. Cuando termina la vuelve a revisar, la compara con los criterios que tenía anotados y se da cuenta de todo lo que había hecho bien. Entonces le propongo que apunte al costado de su escrito cuántos logros tiene y qué cree que le faltaría mejorar. Luanna lo hace con un gráfico de barras y se alegró mucho al darse cuenta que tenía más aciertos que errores.
Luego le pregunté: ¿Hay más información que podrías agregar a tu investigación? Ella mencionó los datos que dio el doctor Celis sobre las medicinas. Le llamó la atención las consecuencias del error de apresurarse a consumirlas durante la primera fase de la enfermedad. Entonces decidió incluir eso en su cuaderno de campo.
También buscó información en la BBC Noticias del Mundo y encontró información sobre un suceso en una discoteca de Los Olivos, en Lima. Hizo el registro de datos ella sola, sin la orientación de nadie, y el domingo, durante el almuerzo familiar, nos explicó su trabajo. En días posteriores le compartí más información del doctor Juan Carlos Celis. Ella leyó el artículo, recogió nuevos datos y los anotó en su cuaderno de campo.
En ese momento Luanna hizo una reflexión sobre su investigación y nos dijo: si la gente obesa es de riesgo, entonces, ¿nos estamos alimentando bien? Si tenemos latas y botellas vacías, ¿podría hacer macetas para sembrar verduras y así no tener que salir de casa a comprarlas? Le dije que en YouTube puede encontrar consejos para cultivar plantas orgánicas. Esto la motivó a realizar un próximo proyecto: la crianza de verduras orgánicas.
Luanna era una niña insegura, temerosa, dudosa, siempre creía que lo que hacía estaba mal, que cometía errores, sus recuerdos de la escuela están muy relacionados a este sentimiento. Cuando le pregunto por su recuerdo más notable del año pasado en su escuela, ella me cuenta que no tenía recreo porque se atrasaba en escribir la tarea en su cuaderno y se quedaba en el aula castigada. Experiencias parecidas las vivió desde que estaba en el Jardín Infantil.
Luanna tiene 8 años. Hasta el año pasado estudió en un colegio privado en Huaraz. En el 2020, declarada la pandemia, sus padres quedaron desempleados. Entonces decidieron trasladarla a un colegio estatal. En sus diálogos con sus tías y abuela, siempre mostraba mucha inseguridad. Por eso decidí regalarle tiempo a mi sobrina, para ayudarla a recuperar seguridad, confianza en sí misma. A pesar de los meses transcurridos, Luanna no conoce a su maestra del colegio. Sólo sabe que tiene una maestra en la TV. Una de sus tías la ayuda a desarrollar las clases de la plataforma virtual, su maestra les envía tareas por el WhatsApp. La niña las hace, luego le toma foto y se la envía como evidencia. Pero que cuando se le pregunta qué clase recuerda con más agrado, la única que menciona fue la clase de Educación Física donde le propusieron representar una danza, actividad en la que involucró a toda la familia.
Luanna quiere dejar de hacer las tareas que le manda la profesora en la plataforma, le interesa más dedicarse a su próximo proyecto y nosotros, su familia, le estamos haciendo espacio para que pueda hacer ambas cosas.
La he motivado a enseñar a otros niños a través del Facebook, para que ellos enseñen a su vez a los adultos a cuidarse en casa. Ella dudó, pero al final decidió hacer un vídeo para ayudar a que la gente no se siga contagiando. Ahora que su familia le ve en el Facebook y la felicitan, ella se emociona y sonríe alegre.
Huaraz, 7 de setiembre de 2020