Roberto Barrientos Mollo | EDUCACCIÓN
“La formulación de un problema es a menudo más importante que la solución”
Albert Einstein
En momentos de mucha incertidumbre es de gran ayuda tener marcos de acción para navegar por ella. Estos marcos debe de contener las preguntas difíciles y necesarias para poder salir adelante. El marco de acción que se propone puede contribuir a darle darle una estocada al viejo sistema centrado en los procesos y eficacia, para dar paso a un sistema centrado en la persona, en sus intereses y su trayectoria de vida, como propone el Proyecto Educativo Nacional al 2036.
Te presentamos el marco para reimaginar la educación que ha elaborado Michael Fullan, Joanne Quinn, Max Drummy y Mag Gardner (2020). El documento lleva por titulo Educación reimaginada. El futuro del aprendizaje. Este marco propone tres fases para poder enfrentar la situación actual: La fase de disrupción, la fase de transición y la fase de reimaginación. La Fase de disrupción se refiere a las reacciones iniciales frente a los primeros meses de la pandemia; la fase de transición se enfoca en el reinicio de clases presenciales y la fase de reimaginación se refiere a un nuevo sistema que recoge lo mejor de la educación a distancia y presencial para dar lugar a nuevos y potentes modelos híbridos. Esta última fase es el puerto esperado para todos aquellos que quieren una educación centrada en la persona. En esta fase se ha logrado aprovechar la pandemia para derrocar al viejo sistema. Por lo que debemos apuntar a llevar a nuestros sistemas educativos a esta fase.
Este marco ofrece ayuda para saber en qué fase está tu sistema o escuela para poder enfocarse en las acciones concretas y pasar a la siguiente. De esta manera, pasar de las reacciones iniciales y urgentes para pasar a acciones nucleares para la transformación. Entre las acciones urgentes, pero que se pueden convertir en distractores, está la entrega de tecnología a las escuelas. La tecnología es un potente aliado para poder realizar el sueño de una educación personalizada como proponía Montessori, Dewey o Vygotsky, pero sin una visión pedagógica clara puede no llevar a lugar deseado.
Invitamos a usar el documento y hacerse la pregunta:
¿En qué fase está tu escuela o sistema educativo y qué debe hacer para pasar a la fase de reimaginación?
La fase de disrupción
Las primeras reacciones frente a la pandemia han estado centradas en las condiciones para la conectividad y en la oferta de contenidos. Como respuesta inmediata muchos países han generado su propia estrategia Aprendo en Casa cuyo fin es ofrecer contenidos formativos. Esta primera reacción se ubica en la zona inestable según el marco propuesto.
La fase de disrupción tiene tres zonas que son dinámicas, puesto que pueden pasar de uno a otro según las acciones que realice el sistema: La zona inestable, la zona de aprendizaje y la zona de crecimiento.
- En la zona inestable el sistema busca atender a temas como acceso a tecnología, conectividad de estudiantes, contenidos y comunicación.
- La zona de aprendizaje se enfoca en que no se pierda la continuidad académica de aprendizajes, ayudar a los estudiantes en dificultades para aprender de manera independiente, asegurar la continuidad de la evaluación de aprendizajes, apoyar a los padres y atender el bienestar de maestros y estudiantes.
- Los sistemas educativos en la zona de crecimiento tratan de asegurar, en primer lugar, el bienestar de todos, ofrecer aprendizajes de calidad usando la tecnología no solo como un medio de entrega de contenidos sino como un medio de conexión social y colaboración, han desarrollado espacios para el aprendizaje autónomo y autoregulado de los estudiantes. Todo ello usando y ensayando modelos híbridos que recogen lo mejor del aprendizaje remoto y lo mejor del aprendizaje presencial.
Para saber en cuál de las tres zonas está tu escuela o sistema puedes responder a las preguntas de la figura 1.
A mi parecer, el sistema educativo peruano tiene estrategias que navegan entre la zona inestable y la zona de aprendizaje. Aún no se enfoca en las experiencias de docentes y UGEL que están desarrollando aprendizaje autónomo y autorregulado en los estudiantes en la educación a distancia. Además, que no se han realizado esfuerzos previos por recoger lo mejor de la educación presencial debido a la fragmentación existente en el Minedu para tener una sola mirada para la identificación, desarrollo y difusión de prácticas de aprendizaje autónomo en estudiantes. Esa fragmentación hace que haya muchas miradas y acciones diversas en pedagogía en un mismo sistema.
Fase de transición
¿Qué criterios son necesarios tener en cuenta para la transición o inicio de la educación presencial? Es necesario tener en cuenta tres dimensiones: La seguridad y operatividad, bienestar y la calidad de los aprendizajes. Para poder realizar un retorno a clases lo mejor posible nos puede ayudar responder a las preguntas que se plantean en la figura 2.
La fase de reimaginación
Se caracteriza por la creación de un sistema de aprendizaje nacional centrado en el estudiante teniendo en cuenta estas dimensiones:
- Conectar con propósito y significado
- Desafiar a los estudiantes a tener altas expectativas
- Establecer objetivos de aprendizaje que se centren más allá de lo básico
- Usar pedagogías atractivas
- Construir relaciones y el sentido de pertenencia
- Brindar oportunidades para contribuir al mundo
Los autores cierran con seis preguntas que debemos tratar de responder todos juntos, padres de familia, docentes, funcionarios públicos y sociedad civil. Las respuestas a estas preguntas deben ayudarnos a reconfigurarlo el viejo sistema y abrirnos a un nuevo sistema en el que ya no se aprende solo dentro de la escuela y el tiempo de aprendizaje va más allá del salón de clases.
- ¿Qué conocimientos, habilidades y atributos necesitan nuestros estudiantes para prosperar en este mundo complejo?
- ¿Qué tipo de aprendizaje se necesita para la complejidad actual y futura?
- ¿Cómo aseguramos la equidad?
- ¿Cómo atendemos al bienestar?
- ¿Qué hemos aprendido del aprendizaje remoto?
- ¿Cómo se puede aprovechar mejor la tecnología para aprender en el futuro?
Reflexiones finales
Las escuelas peruanas y latinoamericanas están haciendo su mejor esfuerzo para salir de esta situación. Sin embargo, creo que no se debe perder el enfoque en lo importante para que lo urgente no se convierta en un distractor. En conversaciones con los funcionarios de UGEL y de las escuelas muestran que el sistema aún está centrado en sí mismo, más que en ayudar a los estudiantes y escuchar las necesidades reales de los mismos. Para lo cual es necesario recoger los aportes de docentes, directores, especialistas de UGEL y del mismo estudiante. A pesar de estas dificultades estoy presenciando el trabajo de docentes que están desarrollando habilidades de aprendizaje autónomo en la educación remota con niños de 7 años y jóvenes de secundaria realizando proyectos de investigación desde sus hogares. Esos docentes están en la zona de crecimiento y están listos para pasar a la fase de reimaginación. Solo esperan nuestra escucha y apoyo para poder hacer ese salto.
El 2021 está en nuestras manos solo tenemos que hacer una pausa, recoger lo aprendido en estos meses, hacernos las preguntas correctas y diseñar un reingreso con un sistema renovado y enfocado en el estudiante.
Lima, 5 de octubre de 2020