Una experiencia de construcción colaborativa internacional como respuesta a los retos del Covid-19

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Federico Malpica Basurto | ESCALAE
EDUCACIÓN SIN DISTANCIAS

Con la finalidad de ofrecer herramientas y metodologías innovadoras para la educación a distancia, el autor ofrece un panorama del documento preparado por una treintena de expertos (docentes, directores, formadores, consultores, exministros de educación, además de padres y madres de familia) que reflexionaron sobre los obstáculos de la educación en estos tiempos de pandemia.

Durante este año hemos vivido una situación sobradamente conocida por todos y todas con relación a la pandemia del Covid-19. Se ha producido una situación de cambio comportamental nunca vista a esta escala, forzada por las circunstancias. Y hemos tenido que aislarnos, confinarnos y convertir la educación, literalmente de un día para otro, en una suerte de teleformación y teleaprendizaje forzados.

Una vez arrastrados por esta situación imprevista, un grupo de colegas decidimos que a pesar de no poder controlar lo que estaba pasando, sí podíamos determinar nuestra respuesta hacia ello. Así que nos dimos a la tarea de actuar confiando en aquello sobre lo que hemos venido investigando desde hace años en el Instituto Escalae: el aprendizaje profesional colaborativo en educación.

Este impulso fue el punto de partida para la construcción colectiva de un documento que permitiera compartir criterios de aplicación en las aulas y las entidades educativas, con el objetivo de superar los obstáculos de la educación en tiempos de la pandemia y la pospandemia.

Para ello, nos centramos en cinco ejes claves de una educación sin distancias, relacionados con: 1) motivación y autorregulación, 2) retroalimentación constructiva, 3) apoyo a las familias en los procesos de enseñanza aprendizaje, 4) regulación y coordinación del trabajo en casa y 5) evaluación en la educación a distancia.

La experiencia se realizó con base en un taller de diseño participativo en formato virtual donde se aunaron los esfuerzos y los conocimientos de 30 expertos y expertas de 8 países, sumando más de 120 horas de trabajo colaborativo. El resultado ha sido una reflexión notable sobre los criterios que pueden ayudar a los educadores a definir una educación sin distancias. Los perfiles fueron diversos: docentes, directores, formadores, consultores, exministros de educación, además de padres y madres de familia. Todos ellos y ellas en representación de la comunidad educativa que busca respuestas para una educación acorde a esta época de pandemia y pospandemia.

La sesión se desarrolló utilizando la metodología de co-creación “ShapeUp!”, de Cookie Box, que ayudó a divergir primero, mediante dinámicas que permitieron a los participantes pensar en el perfil de salida/egreso del alumnado para estos nuevos tiempos, además de realizar un mapa de empatía y colocarse, según el eje que trabajó cada grupo, en la piel de los diferentes agentes educativos (alumnado, docentes, directores, familias), para pensar en soluciones y actuaciones que pudieran ser de utilidad.

En la segunda parte, el reto fue converger, con relación a la concreción de medidas y soluciones innovadoras y funcionales, a la vez que establecer propuestas de estándares desde una aproximación sistémica y contribuyendo a la mejora de la calidad educativa. Todo ello con la finalidad de acabar ofreciendo herramientas y metodologías innovadoras para la educación a distancia a la comunidad educativa global.

El resultado es un documento que cuenta con criterios prácticos para superar las distancias del aprendizaje en un contexto de educación online o con distanciamiento físico, en diferentes aspectos como: a) la programación de clases, b) la conducción del aprendizaje, c) la evaluación en la educación no presencial, d) la gestión emocional del alumnado,
e) el desarrollo profesional, f) la organización escolar y g) el papel de las familias.

En general, las conclusiones apuntan a un cambio en la programación para no intentar reproducir clases presenciales en formato online, sino plantear nuevas secuencias didácticas adecuadas al nuevo contexto; una aceleración de las metodologías activas si no queremos que nuestro alumnado pierda la motivación hacia el aprendizaje, la priorización de la evaluación más continua y formativa, de aprendizajes más transversales, más que la mera evaluación acreditadora de corte académico.

En este sentido, se apunta como un aspecto clave la responsabilidad docente de cuidar individualmente el aprendizaje de cada alumno y alumna, mediante estrategias de personalización del aprendizaje (tutorías síncronas, portafolio del alumno, contrato didáctico, etcétera) que ahora es posible en un formato online. Es una tendencia el cuidado y la gestión emocional de los estudiantes, como parte de la labor docente. Respecto a otros agentes educativos, se requiere una nueva organización educativa, que no pierda de vista que los docentes necesitan seguir trabajando y aprendiendo de forma colaborativa. Por tanto, se requieren de tiempos, espacios (presenciales u online) y soporte para que los docentes se desarrollen profesionalmente en comunidades de aprendizaje.

Las familias ahora jugarán un papel importante en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas, por lo que será importante que las entidades educativas ofrezcan orientaciones (sencillas y prácticas) a las familias sobre aquello en lo que pueden apoyar, desde un punto de vista socioemocional y también del propio proceso de enseñanza-aprendizaje, según la edad evolutiva de sus hijos e hijas. Será valioso aportar a las familias estrategias de motivación hacia el estudio, de planificación del tiempo y de aprendizaje.

En el siguiente enlace se puede encontrar la página web del proyecto descrito, así como el documento fruto de la experiencia de co-creación y aprendizaje colaborativo, que se ha publicado de forma libre para toda la comunidad educativa: https://educacionsindistancias.org.

Referencias

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