Fortalecer la educación pública

La mejor vacuna contra la desigualdad

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El presente documento entrega los aportes de Foro Educativo respecto a la política educativa en referencia al Buen Retorno al Año Escolar. La recuperación del derecho educativo en el contexto de emergencia exige una mirada global y una respuesta a nivel de estrategias y métodos. Por ello, los aportes en algunos extremos van necesariamente más allá del objetivo de la norma y en otros precisa consideraciones específicas.

Fortalecer la educación pública en pandemia. Lo que hemos aprendido.

El nuevo contexto con el retorno a las medidas de confinamiento y la urgencia de políticas sociales orientadas a los sectores en situación de mayor vulnerabilidad nos exige recuperar la experiencia aprendida en estos meses para enfrentar adecuadamente la situación actual.

Aprendimos que se trata de una crisis multidimensional, no solo sanitaria, que el derecho a la vida implica una estrategia articulada de todos los sectores del Estado.

Aprendimos que la desigualdad, la pobreza crónica, la relativa presencia del Estado en todos los ámbitos y su débil institucionalidad (con la corrupción) son situaciones que tienen que ser revertidas hoy, no más tarde, para enfrentar la emergencia de modo que seamos más fuertes para responder ante las futuras las pandemias.

Aprendimos de la enorme brecha existente en lo referente al acceso y conocimiento de la tecnología digital entre nuestra población, principalmente en el ámbito rural. No contamos con conectividad accesible como tampoco con el suficiente conocimiento y dominio en lo tecnológico.

Aprendimos de la enorme capacidad de apropiación de estudiantes, docentes y familias del conocimiento tecnológico. Hace mucho que la gente está conectada de muchas formas, y los recursos digitales no les son ajenos, pero para efectos de un sistema educativo nos enfrentamos a abismos en el acceso a equipos y conectividad.

Aprendimos que la profesión docente ha ganado terrero en cuanto a valoración social, hay necesidad de mayor reconocimiento desde el sector educación, y de garantizar sanitarios y tecnológicos, para fortalecer su labor pedagógica en el actual contexto.

Redescubrimos la importancia del apoyo y acompañamiento emocional a los estudiantes y padres de familia. La función formadora de los y las docentes, a través de la tutoría adquiere relevancia en el vínculo docente/estudiantes/familias.

Aprendimos que hay una reserva social y cultural de solidaridad y de capacidad de organización en la ciudadanía, expresada en múltiples iniciativas en el espacio de las comunidades y localidades -pero que no son suficientes para la dimensión de la situación que vivimos- y que el Estado tiene que reconocer y articular su acción a esta cultura solidaria de nuestra población.

Por ello, saludamos el esfuerzo y orientación que el sector educación quiere proponer para recuperar y fortalecer la educación pública en el retorno al año escolar 2021 y al que queremos aportar por este medio.

La situación de emergencia exige una escuela para la vida

Toma prioridad orientarnos a los aspectos de la vida de las personas, jóvenes, adultos y particularmente la infancia y la adolescencia, como son la atención al duelo social en las familias y comunidades, el fortalecimiento de la resiliencia, la urgencia de una educación sexual integral (ESI) con el combate a la violencia que se ha vivido durante el confinamiento, el cuidado de la salud y el desarrollo de aprendizajes para la economía familiar y soberanía alimentaria. Entre otros aspectos que es necesario poner en valor y que nos viene de la acción educativa de nivel comunitario y local. La política educativa para el retorno, con equidad, tiene que conectarse y fortalecer la capacidad e iniciativa de las redes comunitarias y locales existentes. Una educación para la vida implica entonces el mutuo reconocimiento y valoración de todas las personas sin ningún tipo de exclusión para la construcción de sociedad más humana y democrática.

Por ello, advertimos que estamos frente a la necesidad de disponernos a un replanteamiento mayor de la educación porque desde la centralidad de la autonomía de las IIEE que, en su articulación con las comunidades y territorios, ha desarrollado iniciativas para concretar el derecho educativo, emerge una novedosa educación enraizada en su carácter social con una pedagogía contextualizada desde las formas de aprender y educar de las comunidades. Esta educación que emerge nos enseña que, para recuperar el derecho educativo, no funciona lo estandarizado.

Se trata, entonces que estamos ante una tarea no solo administrativa y logística sino de orientarnos a un cambio en la manera de entender y hacer educación, que se evidencia urgente.  En este cambio la articulación de los enfoques educativos -interseccionalidad- y la acción articulada de los diversos sectores -intersectorialidad- es clave, pero en una estrategia descentralizada y desde lo local, y menos como estructuras burocráticas y formales que no son eficaces para las decisiones ejecutivas. Sería necesario precisar la estrategia específica en esta línea dentro del periodo de transición… Leer más

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