Samuel Berlinski | Blog del BID
A medida que la salud y la supervivencia económica de millones de personas en todo el mundo se veían amenazadas por la pandemia generada por el COVID-19, la industria farmacéutica, el mundo académico y el sector público se unieron para hacer inversiones rápidas y decisivas que han dado lugar a nuevas vacunas y mejores tratamientos que pronto podrían ayudar a poner fin a la lucha contra la enfermedad. Sin embargo, si esa era la reacción que exigía la crisis sanitaria, la respuesta mundial a la profunda y grave crisis educativa desencadenada por la pandemia ha fallado. Pese a que los maestros, las escuelas y los gobiernos han hecho esfuerzos encomiables, miles de millones de niños permanecen en sus hogares debido al cierre de escuelas y siguen sin tener acceso a una educación estructurada. Muchos de estos niños, principalmente de familias pobres, sufrirán retrasos en el aprendizaje mientras que otros abandonarán la escuela por completo; lo que equivale a un fracaso significativo de los gobiernos, el mundo académico y la industria tecnológica. Se trata de un fallo producido no solo por la falta de recursos, sino por los escasos incentivos para la innovación y la aplicación de tecnologías y nuevos métodos de enseñanza… Leer más