María José Sánchez | EDUCACCIÓN
Creo en las casualidades.
En esta sociedad competitiva en donde dicen que la casualidad es mentira, esperanza de mediocres y cosas por el estilo, yo creo en las casualidades. Lo que pase después con ellas, ya es cosa nuestra claro, esa lectura de las casualidades es nuestra propia cosecha. Las casualidades existen y son la materia prima para revelaciones maravillosas.
Por supuesto, no todo lo que sucede es casual, no es lo que señalo. Pero las casualidades existen y por ello, es importante estar atentas, tener los ojos bien abiertos porque no sabemos con qué podemos encontrar en medio de una calle, en la letra de una canción o en una película. Mucho menos sabemos de antemano lo que estos encuentros pueden generarnos, las relaciones de ideas y sentimientos que establezcamos: ese idioma propio en que vamos a traducir nuestras experiencias.
Me parece especialmente importante plantear esto para las y los educadores. Se suele pensar que la formación docente tiene más que ver con la transmisión planeada de conocimientos. Un avance en neurociencias, metodologías didácticas, o novedosas estrategias de trabajo cooperativo son, sin duda, información importante, pertinente y necesaria para maestras y maestros, pero hoy quiero centrarme en aquellos aprendizajes que surgen de las experiencias casuales, simples, que carecen de certificaciones y que, sin embargo, nutren nuestra mirada pedagógica.
Un ejemplo de ello es lo que me sucedió con el documental Three Identical strangers[1], una de esas películas que decides ver entre tantas otras que podrían ocupar un domingo por la tarde. Maravilloso azar, pudo ser otra cosa, pero la casualidad la puso al final entre mis opciones. El documental es una muestra perfecta de su género, combina una narración a varias voces con entrevistas, fotografías y videos de archivo, música y algunas dramatizaciones que nos permiten comprender mejor la historia en la que se basa. ¿Y cuál es esa historia? Pues la de una casualidad. Sin ánimos de spoilear, contaré que Bobby, Eddie y David son tres gemelos idénticos que fueron separados al nacer, criados por sendas familias adoptivas, y que, contra todo pronóstico, logran encontrarse por azares del destino- por casualidad. Lo que sucede después de eso es fascinante, triste y profundamente importante.
Es de imaginar que encontrar a un doble de uno sea impresionante ¿Quién no ha imaginado eso alguna vez? Y, sin embargo, ¿Quién estaría listo para una sorpresa como esta? A los jóvenes de esta historia les sucede a los 19 años, en una ciudad y un país – Estados Unidos- especialista en hacer de acontecimientos curiosos un show. Así que disfrutan de lo que pueden cosechar. El país entero está fascinado por el encuentro de 3 muchachos idénticos no solo físicamente, sino también en gustos, manías y expresiones. La fascinación por las coincidencias entre los tres impide que se adviertan las diferencias. Y en estas está la clave del documental.
De manera sencilla, a través de la narración lineal de la historia, se nos plantea la pregunta ¿qué es más determinante, la genética o la crianza? Y es ahí, llegados a ese punto que mi mirada pedagógica despierta. ¿Cuántas veces hemos advertido esta duda en nuestro trabajo?
La genética es el discurso último, el argumento sin debate, esa excusa con que calmamos culpas cuando parece que “no hay nada más que hacer” por los niños o niñas difíciles. O tal vez es la casa, “todo viene de familia”, si ahí no hacen bien su trabajo ¿Qué puedo hacer yo?
El debate entre la importancia de la herencia y del medio en la conformación de la personalidad humana es una constante preocupación que se mantiene tangente a la tarea educativa. Si como profesores no lo hemos advertido, es solo que no hemos sido conscientes…pero ahí está. De nuestras concepciones sobre este punto dependen muchas de nuestras actuaciones cotidianas. Es distinto el esfuerzo que le pongamos a este trabajo si creemos que el desarrollo está biológicamente determinado o socialmente definido. Bajo el primer supuesto, no es mucho lo que podamos hacer- el que es bueno para algo, lo es, el que no, bueno, se acabó, cualquier esfuerzo sería en vano para él. Al otro extremo, la premisa tiene por lo menos dos alternativas de interpretación: si el desarrollo humano, es socialmente mediado ¿qué tal socialmente impactante son los maestros/as? Sé que hay más de uno que considera que la sociedad se acaba en la familia y que lo que suceda en ella es determinante, pero también hemos escuchado de maestros que han significado un impacto crucial en el desarrollo de niños.
De esto habla la psicología del desarrollo desde hace varias décadas, y la psicología educativa se ha iluminado (y a veces oscurecido) por ella. Nombres tan conocidos como Piaget o Vygotski representan justamente uno u otro extremo en relación al desarrollo humano. ¿Qué podría ayudar mejor a aclarar este eterno debate que la historia de 3 muchachos que siendo gemelos idénticos son criados por tres familias distintas? ¿Qué pesará más, la carga genética heredada o los aprendizajes y destrezas emocionales y sociales generadas por la crianza? ¿Estamos programados y destinados o la vida en comunidad nos construye? Anímense a ver Three identical strangers (ahora mismo, a diferencia de cuando lo vi, está en Netflix) y denle vueltas a este debate mientras aprecian un documental sensible, potente e importante.
Como maestros, como maestras podemos ver todo desde una perspectiva pedagógica. “Traer agua para nuestro molino”, interpretar lo que esté frente a nuestros ojos para revertirlo en una mejor comprensión humana y, por tanto, en más efectivas formas de acercarnos a los otros, esos otros, nuestros estudiantes. Los documentales, las historias, los carteles en la calle pueden y deben ser fuente de análisis, recurso para seguir aprendiendo. Archivo en nuestra memoria para relacionarlo con ideas, conceptos y generar ejemplos, propuestas, explicaciones nuevas o nuevos cuestionamientos.
Usa las casualidades a tu favor, no te niegues una película, una canción nueva, una novela. No dejes que nada pase por tus manos –ojos- oídos sin convertirlo en pregunta, búsqueda, aprendizaje. De lo que el maestro haya visto se alimentará el estudiante. Así que míralo todo, no desprecies nada, que necesitamos fuentes diversas en este trabajo.
Tal vez estas ideas lleguen a ti por casualidad, leyendo una revista que alguien te recomendó hace un rato, tal vez buscabas otra cosa y aquí estamos- hablando. Recoge todas las casualidades y hazlas tuyas.
Lima, 15 de septiembre de 2021
[1] Three identical strangers (2018) dirigido por Tim Wardle y producido por CNN Films y Raw Tv. Actualmente en Netflix.