El sociólogo Benedict Anderson definía la nación como una comunidad imaginada, en la que todos sus ciudadanos pueden pensarse como parte de esa construcción compartida, soñada. La escuela debería ser un espacio privilegiado para imaginar esa comunidad con cada parte de nuestra diversidad, con cada color, raíz, apuesta, desde cada lugar donde nacemos, crecemos y pensamos el Perú.
Se acerca el 13 de marzo, fecha en que el Ministerio de Educación ha definido como el día que inicia el año escolar 2023, hito que a pesar de muchas dificultades pero con mucho esfuerzo por mejorar y articular procesos, se venía construyendo en el imaginario de la comunidad educativa como el Buen Inicio del Año Escolar – BIAE, pero que los últimos años se ha visto duramente golpeado por una pandemia mundial que en 2020 y 2021 obligó a cerrar escuelas[1], y ahora enfrenta una crisis nacional compleja y que se expresa en múltiples dimensiones: política, social, económica, democrática, ciudadana, una crisis violenta y profunda.
Frente a esta complicada coyuntura para nuestra ya débil democracia, con un gobierno que ha perdido legitimidad[2], con más de 60 peruanos muertos y cada día más evidencia de la acción de las FFAA y policiales en la mayor parte de ellas, sin que ninguna autoridad asuma responsabilidad por ellas; vías bloqueadas; ciudades desabastecidas; actividades económicas paralizadas y población enfrentada en todo sentido, se hace urgente levantar la mirada para pensar en los más de 9 millones de estudiantes y 500 mil docentes en todo el país que se preparan para volver a clases, para reencontrarse en ese espacio pensado para una socialización democrática que les permita seguir aprendiendo y apostando por el país. Sin duda es una situación difícil. ¿Qué país les espera?
La situación se complica más si anotamos las últimas medidas y declaraciones públicas del ministro de educación Oscar Becerra, quien ya venía precedido de cuestionamientos por su pasado público en el mismo sector, pero preocuparon más sus declaraciones sobre el enfoque de género, sobre la evaluación por competencias, sobre la reforma universitaria, su autoritaria disolución del actual consejo directivo del CNE, en sus palabras por “criticar al gobierno que les da de comer” y su continuo acoso a los trabajadores del Ministerio que según él, no tienen tareas que hacer y casi casi están sobrando y no pueden despedirlos.
A pesar de todo esto y como siempre decimos, el servicio público no puede parar, y vaya aquí un reconocimiento a todas y todos los servidores públicos del sector educación, entre el MNEDU, las DRE, las UGEL y las instituciones educativas. Son ellos, más allá de las gestiones, sus prioridades, cambios, avances y retrocesos, los que hacen posible la continuidad del servicio educativo a pesar de condiciones y contextos tan desiguales, precarios y complejos. Hoy, frente a todo, ellas y ellos trabajan día a día por tratar de sacar adelante el buen inicio del año escolar 2023. Veamos cómo va el proceso y cómo afrontar las principales debilidades.
Para lograr el Buen Inicio del Año Escolar, es importante pensar en la gestión descentralizada de tres aspectos clave para la prestación del servicio educativo: i) docentes y directivos; ii) las condiciones de infraestructura de los espacios educativos y iii) los materiales y recursos educativos empleados.
Con respecto a docentes y directivos para la prestación del servicio educativo, según el último reporte de MINEDU-DIGEGED[3], con datos de la DITEN, durante lo que va del año 2023 se ha desarrollado el proceso de contratación y encargaturas de plazas directivas, jerárquicas y de especialistas de educación. A nivel nacional, se encuentra un avance de 19,820 plazas encargadas de 20,577, lo que representa el 97% de avance de encargatura; sin embargo, el avance del proceso no es uniforme en todas las regiones, por un lado, encontramos 4 regiones (Amazonas, Lambayeque, Tacna y Tumbes) que culminaron al 100% el proceso de encargatura. Loreto con 91% y avanzando.
El proceso de contratación de plazas docentes recién ha iniciado y se tiene un avance del 0.8% a nivel nacional. Se espera que, para el 13 de marzo, el proceso de adjudicación llegue por lo menos al 96%. Como se sabe, lo más complejo es cubrir las plazas en ámbitos rurales dispersos. Preocupan Huánuco y Loreto, que han solicitado adelantar su etapa II del proceso de contratación, debido a que cuentan con más del 70% de IIEE unidocentes y de acuerdo al cronograma aprobado según norma, no se llegaría a tiempo para el inicio del BIAE 2023.
En el caso de Ucayali, no se ha logrado encargar todas las plazas de directores, especialmente en las escuelas EIB dado que hay muy pocos directores nombrados que hablan una lengua originaria y que puedan ser designados. Esto ha generado que muchas plazas sean declaradas desiertas para poder designar por función a los maestros. Estas demoras en la designación de directores afectan también el proceso de mantenimiento de locales, dado que no se cuenta con titular para el depósito de recursos.
Se sabe también que las comunidades de pueblos originarios del territorio de la UGEL Datem del Marañon demandan el incremento de plazas docentes EIB, la formación inicial (profesionalización) para docentes EIB y la creación de una UGEL EIB.
Con respecto a la región Puno, paralizada en gran medida por las protestas sociales, se evidencia un escenario de mayor complejidad para la implementación de procesos y acciones vinculados al inicio del año escolar. Desde una mirada institucional, el escenario de conflictividad ha generado que las entidades públicas retornen a la modalidad de servicio remoto, es el caso de las DRE sus UGEL, las cuales se adaptan a desarrollar el proceso de contrato docente en forma remota.
Por otro lado, las condiciones de infraestructura de los espacios educativos son otro aspecto relevante para el Buen inicio del año escolar. Este macroproceso está compuesto por el saneamiento físico legal, el estado de conservación y prioridad de intervención de los locales escolares, el mantenimiento regular y complementario ejecutados, y finalmente el acceso a servicios básicos y conectividad de los locales.
Con respecto al estado de conservación de las infraestructuras, según DIPLAN DIGEIE, el 51, % de los locales escolares se encuentra en el grupo de prioridad de “riesgo” lo que significa que la ratio de demolición es mayor o igual a 70%. En otras palabras, su demolición y reconstrucción es prioritaria para asegurar parámetros de seguridad y calidad para la prestación de servicio. Sólo el 20,1% de los locales se clasifican como muy eficiente. Ya entendemos por qué la brecha de infraestructura se calcula en más de 111 mil millones de soles y creciendo.
Con respecto al mantenimiento regular y complementario, según la plataforma Mi Mantenimiento, el presupuesto asignado para el mantenimiento regular asciende a 295 millones de soles para el 2023, del cual se ha reportado hasta el momento la transferencia de 185 millones a las cuentas de los directores, lo cual representa el 63% a nivel nacional, sin embargo, dichas transferencias no se encuentra en la misma proporción para todas las regiones, dado que solo 7 regiones cuentan con transferencias superiores al 75% del total asignado, mientras que el resto de regiones ha recibido transferencias de entre el 30% y el 70% del total asignado. Asimismo, el nivel avance de ejecución se encuentra muy retrasado, representando un avance de solo 2% a nivel nacional. Aquí es importante señalar que, en algunas regiones como Puno y Apurímac, las paralizaciones y bloqueos sí han tenido cierta repercusión en la posibilidad de los directores para desplazarse a retirar el dinero, o porque en los bancos no se disponía de efectivo para los retiros. Se complica también el pago de proveedores y contratación de servicios de mantenimiento. Esta situación se ha tratado de solucionar en los últimos días, aunque el paro nacional ha sido casi total.
El incremento de lluvias en las regiones de Ancash, Huancavelica, Junín está dificultando el traslado de insumos y pago de personal para las acciones de mantenimiento
De otro lado, con respecto al mantenimiento complementario, según la plataforma Mi Mantenimiento, el presupuesto asignado para el mantenimiento complementario asciende a 150 millones de soles para el 2023, del cual se ha reportado hasta el momento la transferencia del 100% a nivel nacional. Sin embargo, el retiro de dichas transferencias, por parte de los directores para su ejecución, es bastante heterogénea, dado que solo 5 regiones cuentan con retiro de los recursos superiores a 75% del total asignado, mientras que 18 regiones han retirado entre 30% y el 70% del total asignado, mientras que 2 regiones (Puno y Apurímac) han retirado menos de 30% del presupuesto asignado. El promedio nacional de retiro es de 55%.
Con respecto al acceso a servicios y conectividad, según el ESCALE, el Acceso a internet en secundaria se ha mantenido estable en 71%. A pesar de ello, se evidencia la persistente brecha de conectividad en el servicio educativo. Por otro lado, si bien el 97% de locales tiene acceso a agua, sólo el 33% tiene acceso a agua potable por red pública.
El tercer aspecto clave para asegurar un buen inicio del año escolar, es el referido a los materiales y recursos educativos. Estos están compuestos por las tabletas entregadas por MINEDU, y por la entrega de materiales educativos correspondientes al periodo 2023.
Según la USE – MINEDU, la fase 2 de entrega de tabletas ha alcanzado un 99% de recepción por parte de las IIEE a nivel nacional, mientras que la asignación a los alumnos beneficiarios asciende a 90%, siendo Madre de Dios y Amazonas las regiones con mayores limitaciones para poder cumplir con la entrega al 100%.
Por otro lado, con respecto a la dotación de materiales educativos, el SISGEM muestra que para el 2023 se programó la entrega de 17.6 millones de materiales a ser distribuidos a nivel nacional, de los cuales se ha despachado 5.2 millones, cifra que representa el 30% del total por distribuir. Para el bloque I, programado para el inicio del año escolar, han salido de los almacenes del MINEDU el 85% de los materiales, y el 73% ya ha sido recepcionado por las UGELES y se encuentra en sus almacenes para ser enviado a las escuelas. Aquí viene el problema, y es que en los últimos años se vino haciendo un esfuerzo significativo para que los recursos para que las UGEL contraten los servicios de distribución se encuentren en los Presupuestos Iniciales de Apertura (PIA) de las UGEL, sin embargo, para este 2023 y por responsabilidad de la gestión anterior del ministro Serna y del MEF, esto no ha sido así. Esto significa que no se cuenta con recursos transferidos para la distribución, el MINEDU ha anunciado a las regiones que la próxima semana debe salir un DS con las transferencias. También es cierto que, en Cusco y Madre de Dios, los bloqueos de vías por la crisis han afectado la llegada de materiales desde Lima. En Puno, también por bloqueos se ha complicado la distribución de alimentos de Qali Warma. En Ucayali, las lluvias están afectando también los traslados de materiales.
Estos tres componentes claves para el retorno a clases muestran distinto nivel de progreso tanto en el tiempo como a nivel regional; sin embargo, corresponde analizar cómo esto se relaciona con la capacidad de ejecución de los pliegos regionales con respecto al sector educativo; en tal sentido, UPP del MINEDU muestra que de los 19.4 mil millones de soles asignados hacia las regiones, el nivel de avance de ejecución presupuestal alcanza el 11% a nivel nacional, siendo solo 10 regiones las que se encuentran por encima del promedio nacional, mientras que 15 regiones se encuentran por debajo de este promedio.
Ahora, los procesos de gestión señalados tienen que ver con condiciones mínimas, básicas, para poder brindar un servicio educativo de calidad, pero pensemos ahora en qué tiene que ocurrir ya dentro del aula, de la escuela y en conexión con la comunidad. ¿Cómo nos estamos preparando para afrontar la recuperación de aprendizajes afectados por pandemia, el estado socioemocional de nuestros estudiantes y la recuperación de quienes se vieron obligados a abandonar el sistema educativo por diversas causas?
La interrupción de estudios, el fenómeno que aleja al estudiante de la escuela.
La interrupción, abandono de estudios o antes llamada deserción es un fenómeno multicausal, complejo y duro. Afecta principalmente a los estudiantes, pero también a la familia. Durante la pandemia, solo en el 2021, 124.5 mil estudiantes interrumpieron sus estudios, siendo las regiones más afectadas Lima Metropolitana, Loreto, Piura, La libertad y el Callao.
Como respuesta a dicho fenómeno, el sector educativo emprendió un conjunto de acciones a fin de incentivar la reinserción educativa de los estudiantes: La movilización nacional por la continuidad educativa, el sistema alerta escuela, estrategias territoriales multisectoriales para identificar y recuperar a los estudiantes; sin embargo, hasta el 2022, solo 66.7 mil estudiantes se han reinsertado al sistema educativo, representando un 54% a nivel nacional.
Para este inicio de año escolar y en plena crisis política, ¿cómo este proceso está afectando a las familias y a los estudiantes en su continuidad en el sistema educativo? Muchos de los ciudadanos fallecidos en las protestas eran estudiantes, menores de edad, muchos de ellos ni siquiera eran manifestantes. ¿Qué le dice el estado y el sistema educativo a sus pares, que inician el año escolar en la educación básica o superior? Ese estado que de alguna manera es responsable de la muerte de sus compañeros. ¿Cómo abordamos estos temas en la escuela? ¿Están preparados nuestros maestros para ellos? Más preguntas que respuestas.
Ante la crisis e incertidumbre, apostar por la continuidad educativa, por la gobernanza desde los territorios, por la autonomía para decidir, por la colaboración para construir.
El escenario es incierto, existe la posibilidad de un incremento en la conflictividad social y un nivel más alto de represión autoritaria, esperemos que esto no ocurra, pero en el Perú sabemos bien que todo puede pasar, estemos preparados para ello.
En años anteriores se impulsó con éxito la conformación de Comités multisectoriales regionales y locales para el buen inicio del año escolar, son espacios de articulación y colaboración que ayudan a compartir información y tomar decisiones. Los coordinadores territoriales del MINEDU vienen impulsando ello de la mano con las nuevas autoridades regionales, ojalá pueda completarse su reactivación y ayudar en algo a la gobernanza territorial para un buen inicio del año escolar.
Con la pandemia aprendimos que, ante situaciones de crisis, una rectoría que habilite y supervise la toma de decisiones en territorio, mientras más cerca a la comunidad educativa, mejor. En ese sentido, la recomendación para garantizar la continuidad del servicio educativo es que cada institución educativa, en coordinación con su comunidad, su gobierno local y su UGEL y en base a analizar información territorial oficial y pertinente, pueda tomar la decisión de cuándo mantener el servicio presencial y sólo cuando la integridad y bienestar de estudiantes, docentes y comunidad esté en riesgo, suspender la presencialidad para pasar a servicio remoto. Como se dice, ante situaciones de crisis, la educación debe ser lo último en cerrar y lo primero en abrir.
Quedan los retos más importantes, esos que nos llevan a pensar directamente en cómo desarrollamos estrategias de mediano y largo plazo para incrementar el logro de resultados y alcance de aprendizajes, al desarrollo de competencias para la vida, de ciudadanía, de nociones de bien común. Esto implica el planteamiento de metas nacionales y regionales (Tenemos un plan de emergencia educativa aprobado[4]), desarrollo de formación docente acorde con los modelos de servicios disponibles; así también desarrollar una línea de monitoreo ordenado y cooperativo que permita incrementar la cobertura del servicio, atenciones diferenciadas para responder a la diversidad tanto dentro como fuera del aula. Instituciones educativas que se abran y se conecten con la comunidad, replicando y resignificando Aprendo en Comunidad[5] o el modelo de Escuela DECO de Cajamarca[6] o pensando en quitarnos los chalecos y derribar los muros[7] que nos fragmentan para re-encontrarnos y re-construirnos.
Tal vez ahí está la clave para el futuro, volver a mirar al barrio, la comunidad, el núcleo, la red, el tejido. Que podamos avanzar, aunque sea un poquito en este 2023. Aunque todo parezca oscuro, siempre el color primó en nuestras culturas en contraposición al vacío, intentemos pintarnos de nuevo.
Lima, 24 de febrero de 2023
NOTAS
[1] Proceso que en nuestro país se extendió durante casi 2 años por diversos factores ya desarrollados en este espacio en artículos anteriores en EDUCACCION https://institutoeducaccion.org/retorno-a-semipresencialidad-proceso-seguro-flexible-voluntario-y-urgente/
[2] 70% en promedio, pide renuncia según encuestas de IEP, IPSOS, DATUM y CPI
[3] Ficha Educativa Nacional al 10/02/2023
[4] https://www.gob.pe/institucion/cne/informes-publicaciones/2174406-plan-nacional-de-emergencia-del-sistema-educativo-peruano-segundo-semestre-2021-primer-semestre-2022-ds-014-2021-minedu
[5] https://institutoeducaccion.org/aprendo-en-comunidad/
[6] https://institutoeducaccion.org/escuela-deco-una-experiencia-territorial-que-vincula-escuela-comunidad-y-desarrollo/
[7] https://institutoeducaccion.org/el-muro-y-el-chaleco/