Resultados de la Evaluación Muestral 2022: Aproximaciones, desconciertos y certezas

Hace algunas semanas, salieron los resultados de la Evaluación Muestral 2022. Se anunciaron en diversos medios que fueron más bajos que los obtenidos en el 2019 en la mayoría de las áreas evaluadas. Esto no es tan cierto. Las áreas evaluadas fueron Matemática, Lectura y Ciencia y Tecnología. La única área que experimentó una caída dramática al comparar resultados prepandemia (2019) y post pandemia (2022) ha sido Matemática y en todos los grados.

Resultados nacionales en Lectura

A nivel nacional, en segundo grado de primaria, no hay diferencia entre las cifras de 2019 y 2022 en Lectura. Se ha mantenido el mismo porcentaje en el nivel Satisfactorio: 37,6%. En cuarto grado, sí ha bajado algunos puntos, de 34,5% de estudiantes (2019) a 30,0% (2022). Este último porcentaje es similar al alcanzado cuando empezaron las pruebas en este grado en el 2016: 31,4%, es decir, en épocas de presencialidad. En segundo de secundaria, los resultados más bien han subido algunos puntos en el nivel Satisfactorio: de 14,0%, en el 2019 a 19,1% de estudiantes en el 2022. Los resultados de lectura en secundaria han descollado en una arremetida que fue increscendo desde el 2015 y que ni la pandemia ha podido parar. De hecho, este último resultado es el mayor porcentaje de estudiantes en este nivel desde que comenzaron las evaluaciones en este grado de secundaria en el 2015 (14,7%): ¿la educación a distancia contribuyó a la mejora de los aprendizajes en Lectura?

Resultados nacionales en Ciencia y Tecnología

Esta área fue evaluada en segundo de secundaria y se puede observar que también ha crecido ligeramente a nivel nacional: de 9,7% (2019) a 12,0% (2022) de estudiantes en el Satisfactorio (aunque la medida promedio ha variado poco: 501 (2019) y 499 (2022) . ¿Otra área en la que la educación a distancia funcionó mejor que la presencialidad? ¿los chicos y chicas alcanzaron mayor autonomía durante la pandemia?

Resultados nacionales en Matemática

Esta es la única área en la que en todos los grados ha sufrido un descenso en el porcentaje de los estudiantes en el Satisfactorio con respecto a la última evaluación 2019. En segundo grado, bajó de 17,0% a 11,8% (el más bajo porcentaje desde que comenzaron las evaluaciones muestrales en este grado: 2011: 13,2%); en cuarto grado, de 34,0% a 23,3% (el más bajo porcentaje desde que empezaron las pruebas en este grado: 2016:25,2%) y en segundo de secundaria, de 17,7% a 12,7% (no llegó a bajar tanto como el año 2015, año en que empezaron estas pruebas en este grado: 9,5%).

En resumen

A nivel nacional, la educación a distancia durante la pandemia sí parece haber impactado de forma consistente en todos los grados evaluados en Matemática. No es el caso de Lectura: solo en cuarto grado de primaria sufrió el descenso de porcentaje de estudiantes en el nivel Satisfactorio del 2019 al 2022. En segundo grado de primaria se mantuvo igual y, más bien, repuntó en segundo de secundaria. En este último grado, también subieron algunos puntos en el área de Ciencia y Tecnología del 2019 al 2022.

Es insólito…

Los estudiantes de segundo grado de primaria evaluados en el 2022 fueron aquellos que en el 2020 estuvieron terminando Inicial y en el 2021 terminaron primer grado. Eso quiere decir que estos niños y niñas tuvieron que aprender a leer y escribir en pandemia y ya en segundo grado de primaria, de forma presencial, completaron ese proceso de adquisición de la lecto escritura a la vez que consolidaron los procesos más formales de comprensión lectora. Se suponía bastante difícil que durante los dos años de pandemia los chicos pudieran aprender a decodificar en ausencia parcial o total de docentes y solo con apoyo de las familias. Incluso, para la misma escuela, siempre fue considerada una tarea compleja en años “sanos”: muchos docentes siempre manifestaron dudas e inquietudes de cómo enseñar a leer y escribir, de iniciarlos en la adquisición del sistema escrito, siempre se demandaba al Minedu estrategias, capacitaciones de tan complejo proceso. Incluso el rumor más expandido de los docentes era que los estudiantes estaban muy retrasados por aquellos dos años de la pandemia y que había que recuperar aprendizajes.

Entonces es extraño que los resultados se mantuvieran iguales que antes de la pandemia, pues se esperaba una caída estrepitosa especialmente en este grado. Y era comprensible: ¿cómo podían recuperar en un solo año (2022) todo el proceso de adquisición inicial de lectoescritura y el proceso de comprensión lectora esperable para este grado?

Por otro lado, los resultados en secundaria en Lectura despuntaron. ¿Será que los adolescentes como una gran rebelión contra toda pandemia y una fructífera ociosidad de encierro se agenciaron de forma más autónoma lecturas de todo tipo por aquí y por allá, y de su real interés? ¿Será que aprendieron a ser mas autónomos sin la presencia directa de la escuela y que más diestros en su exploración por plataformas, redes sociales, blogs, webs, exploraron una serie de materiales letrados con el que fueron desarrollando la competencia lectora? ¿Estuvieron más preocupados e interesados por lo que pasaba en el mundo y se vieron retados a leer y comprender, por ejemplo, noticias y artículos de divulgación científica de diverso tipo y sobre temas variados?

Sin embargo… ¿Qué hay detrás de los resultados a nivel nacional?

Resultados en las escuelas rurales en segundo y cuarto grado de primaria en Lectura

Si bien a nivel nacional los resultados de segundo grado en Lectura se mantienen igual en el 2019 y 2022, las escuelas rurales y las escuelas públicas han bajado entre dos y tres puntos en el porcentaje de estudiantes en el Satisfactorio: de 18,9% a 16,3% en las rurales; de 33,5% a 31,6% en las públicas. En estos estratos, la pandemia sí ha afectado ligeramente los aprendizajes de los estudiantes. En cambio, en las escuelas privadas, ha subido unos cinco puntos: de 47,0% a 52,5% en el Satisfactorio. Eso querría decir que el estancamiento nacional en este grado se sostiene en una baja discreta en las escuelas rurales y públicas y el incremento de algunos puntos más en las escuelas privadas, especialmente en las de Lima Metropolitana.

En todo caso, parecería que esos resultados son producto de una virtualidad que ha funcionado mejor que la presencialidad en aquellos estudiantes de escuelas privadas, no necesariamente solo por la calidad de la enseñanza sino considerando que sus estudiantes provienen de hogares con buena conexión, con mayor acceso a material letrado y capital cultural, lo que parece ser la clave de la mejora de los aprendizajes en Lectura. En otras palabras, es posible que a las escuelas privadas les vaya mejor por el origen socioeconómico de sus estudiantes, como se confirma en las diapositivas 14, 24, 35, 46, 55, 60, 70, 80 de la presentación de Resultadoshttp://umc.minedu.gob.pe/wp-content/uploads/2023/04/PPT-Presentaci%C3%B3n-de-Resultados-EM-2022.pdf

De acuerdo al nivel socioeconómico (NSE) de los estudiantes, el porcentaje de estudiantes en el nivel Satisfactorio varía. Mientras mayor es el nivel socioeconómico de los estudiantes, mayor es el porcentaje de estudiantes en el nivel Satisfactorio. Por ejemplo, en Lectura, segundo grado de primaria: NSE muy bajo: 25,0%; NSE bajo: 40,0%; NSE medio: 51,2%; NSE alto: 65,7%. Y así, la misma lógica, en todos los grados y áreas.

Por otro lado, durante la pandemia, las escuelas rurales se caracterizaron por una internet precaria, comunicación esporádica por celular, radios inestables, visitas muy eventuales de docentes a las comunidades, escaso material letrado en los hogares y bajo nivel educativo de los padres y madres. Sin embargo, frente a ello, uno se hubiera imaginado un descenso más estrepitoso en las escuelas rurales que un par de puntos en la evaluación de segundo grado de primaria en el 2022. Más aún, cuando a esos niños les tocó aprender a leer y escribir sin acompañamiento docente presencial. ¿Será que en las escuelas rurales no hubo mayor diferencia entre una educación a distancia accidentada y una educación presencial (muchas veces también accidentada o precaria) en el aula? ¿Será que los niños se vieron obligados a tener mayor autonomía y hacer sus propios descubrimientos y reflexiones con un acompañamiento mínimo de los docentes? ¿o será que más bien los docentes hicieron mil malabares y se agenciaron de recursos para poder acompañar durante la pandemia a sus estudiantes y no hacer esta caída aún más estrepitosa?

No lo sabemos.

Lo mismo sucede en cuarto grado de primaria. Bajó casi 4 puntos en las escuelas rurales: de 14,8% a 12,2% en el nivel Satisfactorio. También bajaron las escuelas urbanas de 37,8% a 33,7% y en las privadas, ligeramente al descenso: de 45,5% a 44,9%.

Es innegable, asimismo, que en Lectura se ha ahondado la brecha entre las escuelas urbanas y rurales en el 2022 con respecto al 2019. En el 2019, en segundo grado, la distancia entre la escuela rural y la escuela privada era de 44 puntos en la medida promedio, mientras que en el 2022, es de 55 puntos. En cuarto grado, de 61 puntos (2019) la brecha ha subido a 68 puntos (2022).

Resultados en las escuelas rurales en segundo y cuarto grado de primaria en Matemática

En segundo grado de primaria, las escuelas rurales bajaron de 11,8% a 5,5%; y en cuarto grado, de 19,6% a 11,3% en el nivel Satisfactorio. Aquí también las brechas son mayores entre el 2019 y 2022. En segundo grado de primaria, había una distancia de 40 puntos en la medida promedio entre las urbanas y las rurales, ahora es de 49 puntos. En cuarto grado de primaria, la brecha en el 2019 era de 60 puntos en la medida promedio mientras que ahora, en el 2022, es de 73 puntos.

Otro resumen:

Sin embargo, que las cifras no hayan bajado de forma dramática a nivel nacional, como se esperaba en Lectura (y que en secundaria incluso hayan subido) no implica un ánimo triunfalista. No perdamos de vista que se ha ahondado aún más la brecha entre las escuelas urbanas y rurales tanto en Lectura como en Matemática, y que los resultados calamitosos en Matemática sigue siendo el mayor reto para el sistema educativo. Dos puntos en la agenda del Ministerio de Educación a partir de la evidencia dada por los resultados de la evaluación muestral 2022: concentrar esfuerzos en las escuelas rurales, así como enfocarse en el área de Matemática.

Por otro lado, si dejamos de comparar con el 2019, los resultados 2022 son bajos.

Lectura 2022: A nivel nacional, solo un 37,6% de estudiantes de 2º grado de primaria alcanza el nivel satisfactorio; 30% en 4º grado; 25,2% en 6º grado; 19,1% en 2º de secundaria. Son porcentajes bajos, no hay duda. Además, mientras los estudiantes avanzan en su escolaridad, se van reduciendo los porcentajes en el Satisfactorio. Desde cierta perspectiva, comprensible, por cierto, pues cada vez hay tareas más complejas y retos más altos.

Matemática 2022: A nivel nacional, solo un 11,8% de estudiantes de 2º grado de primaria alcanza el nivel satisfactorio; 23,3% en 4º grado; 15,0% en 6º grado; 12,7% en 2º de secundaria. No cabe duda que los resultados más bajos y, hasta dramáticos, los encontramos en Matemática.

En fin

En Lectura siempre se ha contado con planes y acciones a nivel de sistema como la Movilización Nacional por la Lectura (2009) y el Plan Lector (desde el 2006), entre otros. Pero ¿tenemos algo similar y con tanta fuerza en el área de Matemática? Por supuesto, un concurso nacional de matemática no es la solución, pues solo participarían y ganarían los estudiantes que seguro ya están en el nivel Satisfactorio. Lo que parece faltar son campañas, programas, acompañamientos, movilizaciones, que se enfoquen en el área de Matemática.

Asimismo, hace falta dirigir esfuerzos a las escuelas rurales para que, por ejemplo, desde un punto de vista pedagógico, se propongan a los estudiantes actividades desafiantes que apelen al análisis, la interpretación, el contraste, el cuestionamiento, entre otras habilidades y no meramente dedicadas a la repetición, la mecanización y a la extracción y reproducción, que son tareas que antes y durante la pandemia han seguido planteándose en varias aulas (y no solo) rurales y que poco aportan al desarrollo de las competencias. Por supuesto, todo ello de la mano de mejores materiales, evaluaciones más formativas y menos supervisoras, un aprendizaje colaborativo auténtico y no por cumplimiento rutinario, entre otras estrategias y recursos por implementar.