Modesto Montoya | Revista Ideele
En los años 70, en Francia, quedé sorprendido al ver una máquina que avanzaba en una planicie de plantas de trigo: las cortaba, extraía los granos que los colocaba en sacos, empaquetaba la paja y dejaba todo lo producido ordenadamente al borde de la pista. Ante mi curiosidad la conductora de la máquina me invitó a cabina. Era una dama muy amable. Me invitó una taza de café de su termo, mientras me explicaba la historia de la agricultura mecanizada. ¿Cómo era antes? – le pregunté, maravillado por su destreza – ¿Cuánta gente trabajaba en este campo? – añadí. Un centenar de personas – respondió. Ahora muchos de ellos son ingenieros y técnicos que construyen estas máquinas, de modo que no se pierde empleo – aclaró… Leer más