Gabriel Cruz
Hace un mes aproximadamente tuve un serio problema que, con el tiempo, afectó mi rendimiento deportivo. Cuando empezaron a acercarse las olimpiadas en la escuela en la que estudio, comencé a tener preocupaciones, me sentía inseguro, incapaz de poder lograr ese puesto que venía buscando por años, en los partidos que jugaba no sentía motivación y al final no logré mi objetivo.
Enojado conmigo mismo, todo el tiempo me hacía la pregunta: ¿Por qué a mí?, me sentí mal, le había fallado a todas las personas que creían en mí. Me sentía frustrado, estaba pasando por un mal momento.
Después de lo sucedido, deje meter muchas cosas negativas en mi cabeza, sobre pensaba mucho y cada vez me sentía peor, casi acabando con mi autoestima.
Había ocasiones en las que quería pensar que todo mejoraría, pero al jugar volvía a suceder lo mismo, estaba pasando por un mal momento y hoy quiero compartir lo que me pasó, quiero que, así como hay muchos más adolescentes y jóvenes que pasan por esto, quizá no en el mismo tema que yo o quizá si, pero quiero compartirles a algunas palabras.
Estuve en un programa sobre salud mental y me ayudó mucho, las charlas de dicho programa eran justo lo que necesitaba, cada título, cada espacio que compartíamos eran como un curita al corazón, ayudó mucho porque una vez escuché en una charla sobre el autosabotaje, lo siguiente:
“Si crees que no vas a poder simplemente no podrás, eres un equipo, eres tu propio equipo y no puedes hacerle daño a tu propio equipo, caemos aprendemos y nos levantamos. Tú siempre puedes, siempre has podido, has venido al mundo a hacer cosas increíbles. Luego mirarás atrás y te sentirás orgulloso de ti y lo que has logrado”
Al siguiente juego, antes de que empezara, me senté al lado de un muchacho, me vio y me dijo: Tu eres el mejor jugador de 5to, y yo le respondí: No, hay mejores, y el respondió: No he visto a otro como tú. Entonces me sentí más motivado y con ganas de jugar de verdad, tan solo necesitaba un aliento y entré al juego con mente positiva y tuve una respuesta positiva, lo hice bien.
Después del mal momento por el que pasé, entendí que hay veces en las que nos irá mal, tendré caídas, pero si caigo me levanto. Y la motivación, la motivación… no es una constante, una línea recta, pero si para lograr mis objetivos uso solo mi motivación, ya perdí, porque habrán días en donde me levantaré con ganas de comerme al mundo y lo haré y eso es genial, pero también habrán días en los que me levante y tenga ganas de mandar todo al tacho.
Lo que narro, es para las personas que en algún momento les ha ido mal o han pasado por una situación relacionada, que sepan que todos tendremos un mal momento, ya sea en el trabajo, en los estudios o en las cosas que estén haciendo, pero que recuerden que “Caemos para poder levantarnos”.
Lima, enero 2024
