Edición 96

Una nota no te define

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Aurora Mariposa

Hola, el día de hoy compartiré mi historia, esa por la que he pasado y ha sido difícil.

Siempre fui una niña aplicada, desde muy pequeña, los profesores felicitaban a mis padres siempre, en cada reunión, los comentarios sobre su hija eran los mejores y ellos estaban felices y orgullosos de mí, de que su pequeña sea una de las mejores y la que siempre sobresaliera. ¿Y yo?, yo era la más feliz de que ellos estuvieran orgullosos, me sentía tan bien cuando llegaban las clausuras y premiación para los chicos que habían ocupado algún puesto y les perteneciera un diploma. Días antes llegaba la llamada que yo sabía llegaría a mis padres… “Señores, papás de… ¡Felicidades! Llamábamos para informarle que ha ocupado el primer puesto y el día… será la clausura y entrega de diplomas, se les pide que se acerquen para la premiación. Felicidades familia”

Yo solía abrazarlos con todas mis fuerzas y decirles “Viste papá soy una de las mejores” “Mamá tenemos que ir, tu hija ha sacado un diploma” … Era una niña, una niña muy linda y amorosa con sus padres a los que ella le gustaba hacer sentir orgullosos de esa manera y que sepan que el esfuerzo que hacen por mi es recompensado de esa manera.

Durante toda mi inicial, primaria y algunos años de la secundaria fue así, hasta que las cosas en mi vida dieron un giro inesperado. En pandemia mi papá partió de este mundo, el falleció. Mi papá se encargaba de mí siempre, fue así, hasta que sus días en esta tierra se terminaron. Apoyaba a mi mamá porque ella estudiaba otra carrera más. Cuando estaba en el colegio él siempre me enseñaba, él fue el que me enseñó a como estudiar, él se ponía a practicar conmigo y fue gracias a él y todas sus enseñanzas muchos de mis triunfos hasta el día de hoy, porque yo era cada día mejor porque el era mi maestro en casa, el verdaderamente era un gran maestro, aunque no era profesor o había estudiado educación, él siempre fue mi maestro, de estudios y de vida siempre fue mi guía.

Cuando el falleció yo me encontraba en la secundaria y como todos sabemos, es allí donde los temas son un poco más complejos, pero esta vez no estaba él para explicarme, esa etapa me tocó hacerlo sola, mi mamá tenía que trabajar para sustentar el hogar y yo la comprendo, ella es muy fuerte y valiente y nos ha transmitido eso desde que papá se fue. Así que empezaba a estudiar sola, practicaba temas que no entendía, pero aun así no era suficiente, me frustraba, me frustraba tanto y las lágrimas no faltaban cada vez, cada tarde que trataba de hacerlo como antes. Me sentía insuficiente, tenía que ingresar a la universidad, y ese sentimiento no faltaba cada vez que no entendía, en clase cuando el profesor explicaba y mis compañeros entendían, yo me sentía muy mal por no hacer lo mismo, estaba pasando unos problemas en casa y todo lo que había pasado me hacía sentir peor, y las lágrimas en esas situaciones solo corrían, a veces manchaba el cuaderno en clase y en casa cuando pasaba lo mismo, tenía cuadros de ansiedad, lloraba tanto, tanto por no estar como antes académicamente que llegue al punto de que mis manos temblaban de tanto llorar, sentía que la respiración me faltaba y temblaba, lloraba mucho y me echaba la culpa por no entender, fueron tantos los comentarios malos que yo tenía de mí que no soportaba más, mamá me apoyaba pero sentía que yo debía hacerlo sola, ya estaba grande, mis notas bajaron mucho, ya no recibía diploma.

Pero poco a poco empezaba a querer salir de todo eso, estaba harta, quería ser mejor, quería hacer sentir orgullosa a mi mamá, ella decía que ya lo estaba, pero yo quería… volver a ser como antes. Traté de enfocarme en mis fortalezas, y buscar métodos más efectivos, empecé a mejorar, lentamente, pero lo hacía y poco a poco mis notas empezaban a subir. Pero en el transcurso en que estuve muy mal, aprendí muchas cosas, las cuales hoy quiero compartir.

A todas las personas que están pasando por un mal momento, en la escuela, en la universidad, en el trabajo… en la vida.

Un mérito, un diploma, una nota no te define, quiero que sepas bien eso, personita que está del otro lado de la pantalla, eso no te define a ti como persona, no define como será tu futuro porque uno nunca sabe como mejorarán las cosas si también pones de tu parte. Así que tranquilo(a) todo siempre pasa por algo.

Las cosas buenas y las cosas malas no duran para siempre, lo malo no es eterno, esa situación difícil que ahora pasas, la estas pasando para aprender, mejorar y crecer… Crecer como persona, que no te puede tumbar cualquier marea, yo sé, sé que es difícil, pero quiero decirte que tú puedes, tú puedes contra ese problema, esta vida es de valientes y lo eres. Recuerda, eres tu propio equipo, no eres tú contra tu propio equipo, eres tú contra el problema. Te abrazo en el alma, no te rindas, no te abandones y si te pierdes regresa con aprendizajes, pero regresa, siempre regresa.

Háblate con amor, eres tú y tienes que saber que van a haber situaciones en donde solo estés tú y que mejor que cuidarse a uno mismo, la pasarás contigo y no te derrumbes a ti mismo, entiéndete, descúbrete, ámate, abrázate. Abraza a ese tu cuando eras pequeño, no lo defraudes, no lo lastimes, el confía en que lo harás bien.

Estás aquí y tienes la capacidad de lograr cosas cuan grandes quieres que sean.

Todo en este mundo es una decisión.

Pedir ayuda no es rendirse, es negarse a rendirse, eso lo aprendí en los malos momentos.

Sé que serás tan grande como quieras ser, te mando un abrazo en donde sea que te encuentres, te prometo que todo mejorará.

Tu paso por este mundo no es eterno y cuando partas de aquí tengo la seguridad que habrás querido dejar las huellas más lindas y los recuerdos más hermosos. Encárgate de hacerlo. Valora tu tiempo aquí e inviértelo en cosas buenas.

Es eso y las pocas palabras que he podido escribir en este artículo.

Querido lector, desde mi computador, te abrazo, abrazo tu alma y abrazo a esa persona que esta tratando de hacerlo mejor, yo creo que lo vas a lograr si así lo quieres y te lo propones, te deseo los triunfos y las metas que más anheles, si trabajas por ellos sé que lo harás.

Que tus días aquí en este mundo sean los mejores y que tu paso por la tierra sea grato, tú tienes esa decisión. Me despido.

Lima, enero 2024

 

María Gracia
María Gracia Ruíz Panta, estudiante peruana de 17 de años de edad, una persona apasionada por la literatura, ciencias de la salud y la cultura. Desde temprana edad, descubrió su pasión con una fascinación por las palabras, se sumergió en la lectura de diversos géneros y se convirtió en una ávida impulsora de la escritura. Su amor por las letras la llevó a explorar el mundo de la escritura creativa y la poesía, expresando sus pensamientos y emociones a través de las palabras. Además de su pasión por la literatura, Maria Gracia siempre se sintió atraída por las ciencias de la salud, lo que la llevo a saber a qué se quería dedicar más tarde. Con su dedicación y perseverancia, Maria Gracia busca combinar su amor por las letras y su pasión ciencias de la salud, con el objetivo de hacer una diferencia positiva en la vida de las personas creando el proyecto de Escritura de Artículos relacionando este con la salud mental ¡Su espíritu creativo y su compromiso con el bienestar la convierten en una persona inspiradora y valiosa para la comunidad!