Edición 100

Algunas reflexiones sobre la encuesta nacional de lectura: leemos y escribimos al paso

¿Qué hay delante del hombre que lee un periódico?

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De acuerdo a la Encuesta Nacional de Lectura – ENL 2022, la gran mayoría del Perú lee (92,3%). Sabemos que no es difícil en esta época. ¿Quién no lee WhatssApp, Facebook, Twitter, entre otros? No solo eso, va de ida y vuelta: leemos para responder chats o para comentar posts. Leemos y escribimos con frecuencia. La gran mayoría de peruanos somos lectores y escritores cotidianos.

Lo confirma la ENL 2022: lo que más leen los peruanos entre los 18 y 64 años son contenidos digitales (82,7%). Al interior de este rubro, los breves mensajes de WhatsApp ocupan el primer lugar de lectura con el 74,3% y el Facebook, con el 71,3%. Luego vienen documentos de trabajo, textos académicos, textos en páginas web, correos electrónicos (entre 38% y 48%). Los demás como Instagram, foros, blogs (entre 14% y 20%).

Además de los contenidos digitales, el segundo lugar lo ocupa la lectura de periódicos (63,4%). Sean impresos o digitales. De acuerdo a la mayoría de los encuestados, el motivo principal para leer periódicos es mantenerse informados de lo que ocurre. ¿De qué quieren mantenerse informados los peruanos de hoy en día? Sería interesante saberlo. ¿Noticias de la farándula, deportes, actualidad política, policiales?

Porque ¿quién lee entero un periódico?

¿Qué tienen en común los contenidos digitales y los periódicos?

La información breve, rápida, presente, inmediata, interactiva. Eso es lo que atrae la atención del lector consumidor: no siempre leer todo, saltearse como hacer zapping, leer por partes, según un interés específico o alguna necesidad particular. La intención es enterarte de lo último que le está pasando a tus amigos, familiares, barrio, comunidades en las que participas, el mundo en general. En pocos minutos, además. Sin perder el tiempo. Se lee para responder. Para comentar. Para chismear al paso. Para rajar. Para bromear. Para opinar con o sin fundamento. Mientras tomas transporte público. O en una reunión aburrida. O mientras escuchas clases. O mientras cruzas la pista. Mientras comes, caminas, ves tele, esperas la luz verde, haces cola. Mientras haces o dejas de hacer algo. Lees y escribes, moviendo el pulgar. O más de dos o tres dedos si estás en un teclado.

Precisamente la encuesta reveló que la principal razón de la lectura general realizada por las personas alfabetas de 18 a 64 años en los últimos 12 meses fue para informarse de los sucesos cotidianos (58,3 %), también por placer, gusto o entretenimiento (42,8 %)

Informarse de los sucesos cotidianos puede ser, creo, el placer mismo, el gusto morbo y muchas veces el entretenimiento fatuo.

Hay que redefinir lo que es el placer por leer. Lo que los demás definen por placer, gusto o entretenimiento, en todo caso. Informarse de qué, también.

¿Quién lee libros? Bueno, el 47,3%, su tercer lugar. Pensé que iba a ser menos. Habría que preguntar. ¿Lo lee entero? ¿Para qué lee? ¿por placer? ¿por obligación académica o laboral? Otra vez preguntaría ¿pero completo todo el libro? Algo dice la ENL 2022: que en el rubro libros, lo que más leen son novelas, cuentos, poesía e historietas, con 36,3%; en segundo lugar, le sigue la lectura de libros de textos escolares o universitarios, con el 31,1%; y el tercero, libros religiosos, con el 22%. Igual me queda la duda si es el libro entero y si es por placer.

¿Pero quiénes leen más libros? Según la ENL 2022, las mujeres, con 51,5% frente al 43,2% de los hombres. Su mayor motivación es leer para apoyar en el estudio /entretenimiento a sus hijos u otras personas (34,1%) mientras que para los varones  solo representa el 15,6%. Ello implica que las mujeres continúan ejerciendo un rol predominante en la educación y el apoyo en las tareas escolares de sus hijos e hijas (Ames, 2024). Incluso lo es más en las zonas rurales.

¿Qué es lo que más leen los hombres? La mayoría de varones (68%) lee periódicos impresos o digitales frente a la mujer (57,8%)  ¿su principal razón? Para enterarse de los sucesos cotidianos. Ya saben. Siempre queriendo informarse.

Dicen que un país informado es un país libre y que progresa.

¿En serio?

Por eso, volvamos a la pregunta ¿qué hay delante del hombre que lee un periódico? ¿Deportes, policiales, titulares, farándula?

En un estudio sobre el comportamiento lector del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc, 2012), el 71% de lectores peruanos ya encabezaba el interés por la lectura de periódicos seguido por República Dominicana (47%) y Chile (36%).

Confirma lo dicho anteriormente: se lee para saber sobre lo último que ha pasado, para estar actualizado y no quedarse atrás. Para chismear y tener algo que conversar.

Lo dice la Encuesta Nacional de Lectura. No así, pero algo así:

La principal actividad social asociada a la lectura es el chismoseo (perdón), el 82,4% de lectores comenta o conversa con amistades y familiares sobre lo leído.

¿Por qué la gente lee libros (impresos o digitales)? Por placer y entretenimiento dicen. Es el principal motivo: 44,8 de lectores peruanos. En segundo lugar, el 33,3% lo hace por estudio. Esta tendencia principalmente ocurre en la zona urbana. ¿y en el área rural? La razón principal (37,2%) es la lectura de libros para apoyar en el estudio de sus hijos. La misma razón de las mujeres lectoras de libros en general.

¿Por qué la gente no lee? La principal razón es la falta de tiempo: 68,3%, en libros; 41,1%, en periódicos; 43,6%, en revistas. ¿Por qué la gente no asiste a biblioteca?             El principal motivo: otra vez falta de tiempo: 51,9% ¿Por qué no va a ferias de libro? Nuevamente falta de tiempo: 49,9%.

Todos estamos muy ocupados, parece. O más bien que la lectura de libros, periódicos y revistas, sean en formato impreso o digital, requiere de más tiempo para leer.

Y claro, volvemos al inicio:

La lectura de contenidos digitales como el Whatsapp y el Facebook que es lo que más se lee es rápido, informativo, inmediato, actual y hasta podemos escribir. No hay nadie o al menos nadie preguntó (quizás sea ocioso hacerla) si también le falta tiempo al peruano para chatear o navegar por redes. Obvio que no. Mientras las cosas pasan o haces o dejas de hacer algo, siempre se puede prender el celu y leer sin prisa. El tiempo no pasa cuando estás frente a una pantalla y te insertas en una lectura fragmentaria de la que además formas parte activa cuando escribes y pones un like.

Definitivamente las prácticas lectoras han cambiado. Muchos dicen para mal. No lo creo. Es otro el mundo. Lectores del siglo XVII también se habrían indignado con lo que es leer para los lectores del siglo XX antes de la aparición de las computadoras e internet. Ténganlo por seguro.

Por supuesto, todavía hay una brecha entre los lectores urbanos y lectores rurales. Por ejemplo, la lectura diaria es mayor entre la población urbana (32,7%) que en la rural (14,9%). Los periódicos son más leídos también en lectores urbanos (67,8%) que en rurales (37,2%): no hay kiosco de periódicos. Los libros son más leídos entre la población urbana (50,3%) que en la población rural (29,8%): no hay disponibilidad de tantos libros en los hogares. La lectura masiva de contenidos digitales precisa de celulares e internet. Hay como 30 puntos porcentuales de diferencia entre los lectores de área urbana que rural.

Ahora sí, en serio, les recomiendo los resultados de la ENL 2023 https://www.infoartes.pe/wp-content/uploads/2023/04/Informe-resultados_ENL-2022.pdf y un análisis interdisciplinario de estos resultados en ¿Cómo son las prácticas lectoras de la población peruana? (son siete artículos) https://www.infoartes.pe/wp-content/uploads/2024/07/Cómo-son-las-prácticas-lectoras-de-la-población-peruana.pdf. Todos ellos mucho más interesantes y profundos. Toma su tiempo, eso sí. De ahí, pregúntate, ¿en qué porcentaje te ubicas tú, lector cómplice? ¿O eres de los lectores sapos y/o zappeadores? 😉

Lima, setiembre 2024

Fernando Llanos Masciotti
Consultor independiente en la didáctica de lectura, escritura y evaluación en la educación básica regular y educación superior. Ha sido especialista de Evaluación del área de Comunicación y Coordinador de Evaluación en Educación Intercultural Bilingüe (EIB) de la UMC en el Ministerio de Educación. Fue profesor del área de Comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y es docente de Posgrado de la enseñanza de lectura y escritura en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.