Ricardo Cuenca / Palimpsesto
El proyecto de modificación de la ley universitaria propuesto por el congresista Javier Velásquez Quesquén (con el aval de la bancada aprista) incluye un cambio que impacta en que instituciones deberían licenciarse; es decir, demostrar condiciones básicas de calidad. El proyecto propone que solo deberían licenciarse las nuevas universidades.
Art. 13 Finalidad
La SUNEDU es responsable de autorizar el licenciamiento de nuevas universidades del sistema universitario, entendiéndose por tal al procedimiento que tiene como objetivo verificar el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad para ofrecer dicho servicio y autorizar su funcionamiento. […]
¿Significa entonces que las 142 existentes no deben demostrar que cumplen con las condiciones básicas de calidad para ofrecer el servicio?
Hasta el momento 74 universidades han iniciado el proceso de licenciamiento. 68 no han empezado.
De las 74, 7 universidades ya han obtenido el licenciamiento. De esas 6 son de Lima y todas son privadas.
67 universidades están en proceso. De estas 41 están en regiones y 44 son privadas.
Con esta propuesta la mala oferta universitaria actual seguirá existiendo y el Estado no tendrá herramientas para asegurarle a los ciudadanos que aquello que existe en el mercado educativo tiene un mínimo de calidad.
Además, si desde mañana no se creara ninguna nueva universidad, la SUNEDU solo existiría para registrar grados y títulos, y entregar carnés universitarios.
La reforma necesita tiempo y conocimiento para implementarla de mejora manera. El aseguramiento de la calidad del servicio universitario no es una intención que aparecerá por arte de magia (o del mercado). Requiere una estrategia sólidamente técnica y avalada políticamente.
La calidad de la educación no puede estar a merced del sentido común, de la ideologías o intereses particulares. El país no se lo merece.
Fuente: La Mula / Lima, 30 de octubre de 2016