Edición 45

El tercer maestro

El maestro y su relación con el espacio

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Mayra Vila | EDUCACCIÓN

En una entrevista realizada al arquitecto Frank Locker, le preguntaron por qué decía que los colegios de hoy fueron diseñados como cárceles. A lo que él respondió:

“En Estados Unidos, las mismas personas que diseñaron las cárceles diseñaron muchos de los colegios. ¿Usted con qué relacionaría una fila de salones a puerta cerrada con un corredor en el que no se puede estar sin permiso y una campana que ordena entrar, salir, terminar o comenzar las clases? ¿A qué se le parece?”1

La arquitectura carcelaria se basa en la concepción del “control”, pero no solo del control de los accesos al edificio, sino también del control de todas las actividades que desarrollen los habitantes del establecimiento. ¿Será acaso que esta concepción de “control” la solemos repetir en la escuela, y es eso lo que llevó a desarrollar una arquitectura educativa muy parecida a la carcelaria?

Para la propuesta pedagógica de Reggio Emilia, el espacio es el tercer maestro. Es decir, un espacio que de por sí te enseña. Si queremos construir espacios que puedan enseñar, necesitamos tener la claridad de cómo se enseña y cómo se aprende y, asimismo, asumir el reto de cómo se utilizará el espacio y adoptar cambios de rutina en las prácticas pedagógica. El espacio es un recurso educativo que suele pasar desapercibido en el proceso de enseñanza y aprendizaje, se hace mucho énfasis en el rol del docente, pero solemos perder la perspectiva del lugar donde el docente va a desarrollar sus prácticas pedagógicas y las diversas oportunidades que surgen de someternos a diversos entornos.

“Aula” es un término que hemos acuñado al desarrollo de aprendizajes. Si revisamos los discursos de educación, vamos a poder percibir que siempre se menciona el aula, los materiales del aula, evaluación de aula, actividades en el aula, etc. Sin embargo, asumir que el espacio es el tercer maestro es aceptar que no se aprende solo en el aula, ni solo en la escuela, sino en todos los espacios educativos, ello conlleva un reto sobre cómo aprendemos a mirar y percibir nuestro entorno con “otros lentes”, para así redescubrir oportunidades de aprendizaje en los espacios.

El Currículo Nacional de la Educación Básica define a los espacios educativos como espacios que promueven aprendizajes, que se diseñan y organizan acorde a las concepciones de cómo se aprende y a la propia curiosidad de los estudiantes 2. Si bien el diseño es importante, es aún más importante el uso que se le dé al espacio y, en esa línea, es el maestro quien se encargará de facilitar las actividades que permitan desarrollar aprendizajes, y sobretodo fortalecer la autonomía de los estudiantes. Esto pone sobre la mesa dos factores: cómo enseñan los maestros de hoy en día y bajo qué criterios se están diseñando las nuevas escuelas. ¿Se está viendo de forma articulada?

Hace unas semanas se llevó a cabo la premiación de los ganadores a las Palmas Magisteriales 2018, condecoración que constituye el máximo reconocimiento que el Estado otorga a maestros, maestras y otros profesionales que han contribuido en el ejercicio de sus actividades a la educación del país. En él, el presidente Martin Vizcarra anunció un incremento del 10% del presupuesto del año 2019 para el piso salarial docente, haciendo énfasis en que el actor principal de la educación es el docente, y sin duda lo es. Si bien hemos consensuado que el maestro es el actor principal de la educación, poco se ha hablado de cómo se relaciona con el tercer maestro, y cómo juntos pueden potenciarse.

Como arquitecta, mi principal herramienta de trabajo es el manejo del espacio. Cuando diseño, el proceso creativo que desarrollo parte de las sensaciones que el espacio puede generar, las actividades que quiero fomentar y, desde luego, no perder de vista la perspectiva artística del espacio creado, que estéticamente permita inspirar a quien lo habite o quien lo perciba. Si bien no soy educadora, descubrí que este proceso se acerca mucho al proceso de un docente para armar sesiones de aprendizaje, unidades o proyectos. Aprendí de compañeros educadores, que cuando se arma una sesión de aprendizaje se debe tener muy clara la finalidad pedagógica, es decir que competencias se busca desarrollar. Luego, pautear muy detalladamente las actividades que se desarrollan, su secuencia lógica y dentro de ello generar sensaciones o experiencias para que sea un aprendizaje significativo. Ello me hizo recordar al perfeccionismo que solemos tener los arquitectos cuando dibujamos planos para expresar al detalle la distribución de ambientes, encuentros de materiales y todos los elementos que debe conjugar tu diseño para generar espacios inspiradores y funcionales.

Fue un descubrimiento para mí entender el tiempo y dedicación que invierten los maestros para diseñar y desarrollar prácticas pedagógicas, y las similitudes con el proceso de diseño arquitectónico. Pero el mayor descubrimiento fue entender que, desde ambas profesiones, compartimos el tener que enfrentarnos a una implementación de nuestros trabajos donde no podemos controlar todas las variables. Cuando uno diseña sesiones de aprendizaje o arquitectura, trata de controlar todas las variables para que el producto sea bueno, ya que sabemos que en la ejecución de nuestro diseño, sea una unidad de aprendizaje o la construcción de infraestructura, hay muchas variables que no se pueden controlar.

En el caso de la construcción de infraestructura, nunca sabes qué puedes encontrar al construir los cimientos; así mismo, la colocación adecuada de los elementos estipulados en los planos dependerá del grupo humano que construya, y finalmente se hace indispensable como transmitir indicaciones para poder superar complicaciones en el proceso, como por ejemplo: accidentes, fallas de cálculo, entre otros. Esta incertidumbre de no saber qué va a pasar en el proceso de ejecución, es una incertidumbre compartida con maestros. Los maestros también se exponen en cada sesión de aprendizaje a entornos y espacios diversos (como los cimientos), situaciones espontáneas generadas por distintos tipos de estudiantes y los saberes previos que cada uno lleve consigo (como el grupo humano que construye) y, finalmente, el proceso adecuado de trasmitir indicaciones que permitan superar situaciones que se puedan presentar. Por ejemplo: bullying, discriminación, entre otros. Todo este proceso, me permitió comprender esta preocupación compartida entre maestros y arquitectos por diseñar hasta el más mínimo detalle para poder garantizar, a pesar de las variables que no se pueden controlar, que la ejecución sea exitosa.

Suele ocurrir que para encontrar este equilibrio entre diseñar mucho y dejar la espontaneidad pasar, existe una línea muy delgada. Desarrollar un enfoque por competencias requiere de reconocer tu entorno y combinar habilidades para solucionar situaciones, asumirlo es a su vez asumir que lo espontaneo va a prevalecer. Esto es un gran reto para el maestro y como redefinir sus prácticas pedagógicas, pero también es un gran reto para el tercer maestro y los que estamos encargados de su diseño.

Es un reto que une a educadores y arquitectos para replantear la organización de las escuelas, redefinir rutinas y prácticas pedagógicas, y también diseñar espacios que enseñen y te permitan vivenciar aprendizajes. A veces nos preguntamos por qué las personas tiran los papeles al piso, o por qué no valoran las áreas verdes de la ciudad; pero si pasamos los primeros 16 años de nuestra vida en entornos donde no hemos experimentado el bienestar de estar en espacios limpios, con puntos de acopio, con áreas verdes, difícilmente luego podremos valorarlo. Encontrar el equilibrio entre el uso que se espera darle al espacio y diseños flexibles no es fácil. Sin embargo, como decía Einstein “la vida es como andar en bicicleta, para mantener el equilibrio tienes que seguir moviéndote”. Necesitamos seguir trabajando en la relación del espacio con el maestro desde un enfoque interdisciplinario, que nos permita vincular lo construido con las prácticas pedagógicas que se quieren promover, y así articular el esfuerzo del maestro con el tercer maestro.

Necesitamos dotar de sentido a los espacios,  ya que no significarán nada si no aprendemos a verlos con los ojos de las oportunidades de aprendizaje. Y es ahí donde el maestro juega el rol más importante.

Lima, 10 de setiembre de 2018

(1) Fragmento extraído de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15186344
(2) Currículo Nacional de la Educación Básica aprobado por Resolución Ministerial N°281-2016-MINEDU

Para citar este artículo en APA:
Vila, M. (2018). El tercer maestroEducacción, Año 4 (45). https://bit.ly/2CPIHyo

 

Mayra Vila
Arquitecta por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios en la Universidad Diego Portales de Chile. Diploma en Gestión pública por la Universidad Mayor de San Marcos y de Inversión pública por la Universidad ESAN. Actualmente se desempeña como consultora en temas de espacios educativos e infraestructura. Se ha desempeñado como Responsable de infraestructura de la Dirección General de Educación Básica Regular y como arquitecta de la Dirección de Educación Primaria del Ministerio de Educación del Perú, en donde desarrollo propuestas que vinculan el espacio con la pedagogía, así como establecer la importancia del espacio y la infraestructura en las políticas públicas. Con experiencia en el diseño y construcción de arquitectura educativa, residencial y de oficinas en los estudios Llosa-Cortegana y BLUME- LUNA arquitectura. Ha participado en investigaciones que abordan el estudio del espacio público y el Centro Histórico de Lima. Ha ejercido la docencia en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Pontifica Universidad Católica del Perú.