Edición 64

Aprendizaje a lo largo de la vida: ¿Qué aprendizajes debemos lograr?

El aprendizaje tiene por objetivo dar forma al futuro, en lugar de simplemente adaptarse a este, fomenta la reflexión, la autonomía y la responsabilidad

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María Teresa Estefanía | EDUCACCIÓN

El aprendizaje a lo largo de la vida es el término usado para entender que el aprendizaje ocurre durante todo el ciclo de vida, y en distintos espacios de desarrollo. Aprender a lo largo de la vida implica reconocer el aprendizaje en lo cotidiano y busca rechazar la división tradicional entre el aprendizaje en la institución y fuera de la institución. Es entender que este ocurre en contextos familiares, culturales y comunitarios; de estudio, trabajo y tiempo libre, desde que la persona nace y a lo largo de toda su vida.  El énfasis está más en aprender que en enseñar y en el desarrollo integral de cada uno, más que en el logro de habilidades instrumentales para una tarea específica.

El aprendizaje a lo largo de la vida tiene por objetivo promover la educación ciudadana, una mayor participación social y enfatiza la importancia de las elecciones individuales y el desarrollo personal. Tiene como base la dignidad de los seres humanos, no solo ciudadanos que sepan leer y escribir, sino que puedan asumir responsabilidades para dar forma a sus sociedades (Elfert, 2016). Es una apuesta por que cada persona pueda descubrir sus intereses y desarrollar su potencial creativo; y por un ciudadano habilitado para la construcción de la sociedad y comunidad de la que forma parte. Por ello, el reto está en lograr ser sociedades/comunidades de aprendizaje, lo que significa sociedades organizadas para brindar el máximo de oportunidades de aprendizaje a cada uno de sus miembros (Field y Leicester, 2001).  Busca ciudadanos que desarrollen las competencias necesarias ante un mundo altamente cambiante e incierto, que les permitan transformar la realidad y los distintos contextos en un marco de justicia social.

A fin de enmarcar los aprendizajes bajo este enfoque, es esencial que cada persona sea motivada, se automotive y cuente con las oportunidades para desarrollar aquellas habilidades necesarias para continuar aprendiendo. Por tanto, se enfatiza el autoaprendizaje, las sociedades de aprendizaje y un mayor aprendizaje asistido y en red, junto con una desagregación de los servicios educativos que permitan mayores aprendizajes significativos y una mayor flexibilidad de tiempo y lugar.

El sistema educativo debe estar diseñado para crear oportunidades en distintos entornos, servicios y modalidades, articulando entre diversos sistemas de aprendizaje diversificado, para personas de todas las edades. Esto implica que los gobiernos incorporen una visión del aprendizaje para toda la vida en sus marcos generales de políticas públicas y que estas políticas cuenten con un amplio consenso social, herramientas legislativas y mecanismos de coordinación que faciliten la cohesión social. En el marco de un enfoque de equidad, las oportunidades deben desarrollarse y hacerse igualmente accesibles para todos, con énfasis en las necesidades de los grupos más vulnerables.

A fin de lograrlo, es necesario reconocer y validar los aprendizajes en modalidades no formales de aprendizaje, independientemente de cómo, dónde o por quién han sido adquiridos, lo cual involucra todo un cambio de paradigma (Jarvis, 2007; Field y Leicester 2001). Por su parte, el contexto de pandemia nos obliga a reinventarnos sin mayores apoyos o herramientas, tanto en nuestros ámbitos laborales, como personales.  La necesidad imperante de reaccionar a los problemas inmediatos nos dificulta pensar en el mediano y largo plazo, y, por tanto, el aprendizaje a lo largo de la vida toma mayor relevancia en este contexto de muchas dudas y gran incertidumbre. Como sociedad, no debemos de olvidar, que los efectos del estado de emergencia sanitaria han evidenciado nuestra gran segregación e inequidad social, reclamando un rol más activo del Estado.

Según lo señalado por Yang y Valdés – Cotera, (2011), una visión actual del aprendizaje a lo largo de la vida implica construir nuevas relaciones del proceso de enseñanza aprendizaje para que todas las personas se conviertan en aprendices para toda la vida. Por ello los aprendizajes principales que todo peruano y peruana deben desarrollar (sin pretender ser exhaustivos) son:

  • Aprender a aprender: es la base del aprendizaje permanente y el medio para poder lograrlo. Alienta a los estudiantes a asumir la responsabilidad de su aprendizaje, siendo un deber tanto individual como colectivo.
  • Aprender a transformar: que permite al estudiante desarrollar un pensamiento crítico sobre el statu quo con el objetivo de cambiar aspectos actuales de su vida por algo mejor.
  • Aprender a ser: abarca todos los resultados del aprendizaje, permitiendo que los estudiantes se desarrollen como individuos y como miembros de una sociedad más amplia e inclusiva.

Dado que las personas tienen que aprender a entender el mundo que les rodea, habilidad necesaria para que puedan llevar su vida con dignidad, desarrollar habilidades ocupacionales y comunicarse con otras personas, el aprender a aprender es un pilar fundamental y transversal del cual nacen los demás aprendizajes.  Dicho esto, de este aprender a aprender se desprenden las capacidades de persistir en el aprendizaje y de organizar el propio aprender, así como el gestionar el tiempo y la información de manera efectiva, tanto de manera individual como grupal. Contempla asimismo los pilares como aprender a vivir juntos (de tal forma que este interactuar, que podría ser divergente, con otros es lo que me permite seguir aprendiendo), aprender a ser y aprender a hacer.  Aprender a aprender permite que las personas sean conscientes de sus aprendizajes, intereses y fortalezas, y de las formas en que pueden motivar y equiparse para lograr sus metas en todos los ámbitos de su vida.

El aprendizaje tiene por objetivo dar forma al futuro, en lugar de simplemente adaptarse a este, fomenta la reflexión, la autonomía y la responsabilidad; nutren estilos de aprendizaje, mientras van desarrollando la curiosidad y la creatividad en los estudiantes. De estos se desprenden otras habilidades para abordar y adaptarse a nuevas tareas, la capacidad de analizar y organizar el conocimiento adquirido, la habilidad de articular el conocimiento con el actuar, la capacidad de correr riesgos, la habilidad de adaptarse, dirigir y redirigir el cambio y la capacidad de adaptarse, y ser parte de las transformaciones sociales.

Lima, 5 de octubre de 2020

REFERENCIAS

Elfert, M. (2016). The Utopia of Lifelong Learning: an intellectual history of UNESCO’s humanistic approach to education, 1945-2015. University of British Columbia. Retrieved from https://dx.doi.org/10.14288/1.0228054

Field, J. & Leicester, M. (editores), (2001). Lifelong Learning. Education across the lifespan. Routledge / Falmer, and Taylor & Francis Group: London and New York

Jarvis, P. (2007). Globalisation, Lifelong Learning and the Learning Society. Sociological perspectives. Routledge / Falmer, and Taylor & Francis Group. London and New York

Yang, J. & Valdés – Cotera, R. (2011). Conceptual evolution and policy developments in lifelong learning.  UNESCO Institute for Lifelong Learning: Hamburg.

Maria Teresa Estefania Sanchez
Psicóloga por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, con post grados en Psicología Educativa con mención en desarrollo humano y psicopedagogía cognitiva por la misma universidad y Psicología Social – Comunitaria por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Dominio en evaluación de aprendizajes e investigación cuantitativa (tanto descriptiva como inferencial) y cualitativa, y en el diagnóstico, elaboración, implementación y evaluación de proyectos, así como en análisis psicométrico de instrumentos. Experiencia en investigación en ciudadanía, empoderamiento, participación social, clima de aula, evaluaciones a gran escala, factores asociados, entre otros.