María Pía Salvatierra | EDUCACCIÓN
Si quieres ir rápido, anda solo; si quieres ir lejos, anda acompañado
Proverbio africano
Desde hace seis años empecé a facilitar grupos de todas las edades en cursos y talleres diversos. No es una tarea fácil y exige varias cualidades, que nunca encontré escritas en ninguna parte. Lo que jamás pensé es que, jugando con ladrillos de Lego, cuatro personas y yo podríamos llegar a definir las cualidades de un buen facilitador. Esta experiencia consistió en crear una estructura colectiva, que simbolice las características que creemos más pertinentes de un buen formador. Cada una de nosotras fue capaz de colocar una, dos o más cualidades que creíamos importantes, pero bajo la forma de una ventana, un puente, un barco o una torre.
Lo impresionante de esta experiencia, es que no hubo persona que no se viera reflejada en cada detalle de esa estructura y que cada detalle estuviera cargado de tanto significado. Roser Grivé, nuestra facilitadora, nos dijo: “Si queremos el compromiso de todos, tenemos que incluir los valores de todos”. ¡Y creo que lo logramos!
Esta actividad fue una de las tantas experiencias que formaron parte del Seminario Internacional de Formación y Conectividad 2019 realizado por el Instituto Escalae, durante la semana del 08 al 12 de abril en Barcelona. Fuimos profesionales de 5 países, de la red de Partners de Escalae: Guatemala, Costa Rica, Santo Domingo, España y Perú. Me tocó representar a ENACCIÓN.
El Instituto Escalae para la calidad de la Enseñanza-Aprendizaje, es una institución privada dedicada a la investigación y propuesta de soluciones educativas para la mejora e innovación de las prácticas de enseñanza en las escuelas. En búsqueda de ese objetivo, Escalae ha diseñado un modelo, denominado Sinapsia, para conducir procesos de innovación educativa. Lo curioso es que se ha basado en la teoría del cambio que puede inferirse del I Ching, el milenario libro originario de la antigua China y que se basa en la filosofía taoísta.
Si estamos acostumbrados a mirar al otro para juzgar y evidenciar aquello que hacen mal, Sinapsia nos plantea todo un cambio de perspectiva a favor de la calidad, a través del trabajo personalizado con cada centro educativo. A partir de la identificación de sus necesidades formativas y el nivel actual de sus prácticas, propone una estrategia ad hoc para la creación de Comunidades Profesionales de Aprendizaje con los docentes.
Este tipo de comunidades supone dejar de lado el hábito de trabajo individual aislado, para habituarse a trabajar de manera colectiva y a aprender del otro. La opción por prácticas colectivas y sistemáticas de trabajo, genera un compromiso real con el cambio en sus participantes. En ese sentido, la mirada hacia el otro ya no es para competir, es para aprender. Lograr este tránsito es todo un reto.
Las comunidades profesionales de aprendizaje tienen por objetivo mejorar la formación de los docentes de una escuela en base a:
- Pautas de trabajo común, es decir, acuerdos previos entre los docentes sobre qué y cómo mejorar de su práctica.
- Sesiones clínicas, que aluden al diálogo reflexivo entre los y las docentes en base al análisis casos.
- La observación entre iguales, que implica aprender del otro.
- La “Evaluación Formativa 360°”, que implica practicar la autoevaluación, coevaluación, heteroevaluación y evaluación del impacto de sus mejoras.
De esta manera, el docente se hace partícipe de su propia formación y el resultado se observa en profesores más competentes y más comprometidos, y es que las Comunidades Profesionales de Aprendizaje construyen redes de cooperación mutua.
Lo mencionado puede parecer bastante razonable e ideal si queremos buscar un cambio en la educación. Sin embargo, no es tan simple como parece.
“Llevar un objeto hacia el otro lado del salón” fue la única indicación que recibimos en otra de las dinámicas que tuvimos. Estábamos separados en dos grupos y en cada uno había una o dos personas líderes que estaban a cargo de guiar a los demás. En mi grupo, me tocó ser líder con otra compañera y de manera muy rápida logramos ponernos de acuerdo en avanzar todos juntos hacia el otro lado llevando el objeto. Mientras que observamos que la líder del otro grupo, había colocado en fila a los miembros de su grupo y luego empezaron a avanzar todos juntos. Finalizada la dinámica, la líder del otro grupo comentó que se había dejado llevar por sus propias suposiciones, sin detenerse a pensar si había otras opciones para cumplir la misión. Reconoció que muchas veces somos prisioneros de “creencias limitantes”, que no nos permiten ver otras perspectivas.
Es por eso que aplicar esta nueva manera de trabajar en las escuelas supone dejar atrás pensamientos bastante arraigados en el sector educativo, que no facilitan el trabajo colegiado. El uso de esta metodología no significa una mejora inmediata. Desencadena un proceso largo de caminar, donde la mejora de la calidad de las prácticas es producto de un esfuerzo y compromiso conjunto de docentes y personal directivo.
Fomentar una cultura de innovación educativa en la escuela implica afrontar esa realidad y no dejarse vencer, partiendo de una visión compartida de la transformación sistémica que se busca. Ya lo decía Cavafis en su poema Ítaca:
Llegar allí es tu destino
Mas no apresures nunca el viaje
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas
Lima, 20 de mayo de 2019