Edición 50

¿Coludirse con el trasgresor? Repensemos la solidaridad

La solidaridad deriva de la justicia y no puede separarse de ella; aquellos que tienen menos ventajas en la vida no deben ser tratados como cualquier otro ciudadano

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Susana Frisancho | EDUCACCIÓN

Llegó a mis manos el sugerente estudio sobre dilemas morales titulado: Dilemas, valores y ciudadanía. Una aproximación a la elección de valores ciudadanos en estudiantes de sexto grado de primaria (Minedu, 2018), que publicó la Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes el año pasado.

Yo ya había escuchado un avance de este estudio en el seminario de la SIEP del 2016, en Ayacucho, pero no había tenido la oportunidad de leerlo hasta el día de hoy. El estudio es sin duda muy interesante, pero –sin entrar a discutir sus objetivos o su metodología- quiero destacar un aspecto que preocupa, vinculado a lo que señalé en un artículo previo también en Educcación: que la teoría importa, y mucho, cuando hacemos propuestas de intervención o investigación educativas.

El estudio plantea varios dilemas, que se usaron como instrumento de evaluación, uno de los cuales es el siguiente:

Claudia y Romina son policías. Claudia siempre trata de ayudar a los choferes que tienen problemas económicos. Por eso, cuando esos choferes no cumplen con las normas, en vez de ponerles multa solo les llama la atención. Romina, por el contrario, sí pone multas a todos los choferes que desobedecen las normas. Ella piensa que todos deben cumplir las normas por igual. ¿Con quién estás de acuerdo? ¿Con Claudia o con Romina?

Los valores que se proponen para este dilema son el de la solidaridad, versus el de respetar la ley.

Una primera pregunta que surge es cuál es el concepto de solidaridad que manejan los investigadores. ¿Qué significa la solidaridad para ellos? ¿Cómo la entienden? No hay en el documento ninguna definición que nos permita responder a esta pregunta. Sin embargo, leyendo el texto se encuentran algunas ideas, como que la solidaridad supone “el ejercicio de pensar el ordenamiento de la sociedad fuera de una lógica estrictamente egocéntrica o egoísta, la cual es fundamental para la realización plena de toda sociedad democrática” (p. 69). Se cita a Habermas (2000) y a Rorty (1991) como sustento, pero las referencias no están consignadas en la bibliografía por lo que no resulta posible revisarlas.

Si partimos de la idea de esta cita, no se deriva de ella, de manera necesaria, el concepto de solidaridad implícito en el dilema de Claudia y Romina. Funcionar “fuera de una lógica estrictamente egocéntrica o egoísta” no debería significar, en ningún caso, coludirse con las trasgresiones a la ley, y resulta cuando menos preocupante que, en un documento del Minedu, se plantee esta posibilidad llamándola “solidaridad”.

La solidaridad es importante, por supuesto, una virtud fundamental y necesaria para la vida en común. Pero esta tiene más que ver con estar al lado de aquel a quien se le han vulnerado sus derechos, que con justificar o perdonar trasgresiones a la ley con el argumento de que la persona tiene necesidades. Para Rawls (2002, 1997, 1995), por ejemplo, la solidaridad deriva de la justicia y no puede separarse de ella; aquellos que tienen menos ventajas en la vida no deben ser tratados como objetos de compasión, sino que, como cualquier otro ciudadano, deben recibir un trato de justicia. Incluso podría discutirse que pasar por alto una trasgresión a la ley es funcionar de manera egocéntrica y egoísta, ya que la ley está hecha para buscar el bien común; las normas de tránsito que el chofer ha violado nos protegen a todos, especialmente a aquellos que van a pie y son más vulnerables, y no respetarlas (porque no me importan, porque quiero llegar de prisa, o por cualquier otra razón) es precisamente trasgredir esa protección que se debe garantizar a los miembros de una comunidad, y resulta siendo, finalmente, una muestra de egocentrismo.

En los resultados, el estudio muestra que un número significativo de estudiantes opta por el valor de la solidaridad, entendido de esta manera (como pasar por alto una trasgresión a la ley justificándola y aceptándola como buena porque la persona que ha trasgredido es pobre), y lo considera “un dato alentador”. En otras palabras, estos estudiantes prefieren la solidaridad al respeto a la ley, lo que resulta muy preocupante, más aún cuando en nuestro país bajo ese concepto de “solidaridad” se apañan muchas cosas. Por supuesto, hay muchas ocasiones en las que es correcto mostrar preocupación por el bienestar de los demás y preferir ser solidario que respetar una ley, pero eso solo se justifica cuando la ley es injusta y vulnera los derechos de las personas. No es el caso del dilema en cuestión, en el que el chofer desobedece una norma sin razón aparente.

Lamentablemente en nuestro país pasamos por alto el debate conceptual y privilegiamos el hacer por sobre el pensar. Un documento de esta categoría, que pone en el ojo público un estudio de la UMC, al que tienen acceso muchas personas, incluyendo a los docentes, no puede (o no debería) presentar un error conceptual tan de fondo. Al menos no sin hacer explícitas sus fuentes, su sentido lógico, y sin debatirlo críticamente. Y esto no es solamente una exigencia de rigor académico, que ya podría ser una razón suficientemente válida para plantearlo, sino también un llamado a comprender que este tipo de documentos cumplen una función educativa: los docentes los leen, y van construyendo sus concepciones y prácticas a partir de estas lecturas.

Con esto en mente, puedo lanzar esta pregunta: ¿Está bien decirles a los docentes que deben trabajar la solidaridad en clase, para luego plantear en un documento como este que la solidaridad es coludirse con las trasgresiones a la ley?

Lima, 30 de marzo de 2019

Referencias

Frisancho, S. (2018). Educación ética: la terminología y la teoría sí importan
https://www.educaccionperu.org/educacion-etica-la-terminologia-la-teoria-importan/

Rawls, J. (2002). Justicia como equidad. Una reformulación. Barcelona: Editorial Paidós, 2002.

Rawls, J. (1997). Teoría de la justicia. México: Fondo de Cultura Económica.

Rawls, J. (1995). Liberalismo Político, México: Fondo de Cultura Económica.

Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes (2018). Dilemas, valores y ciudadanía Una aproximación a la elección de valores ciudadanos en estudiantes de sexto grado de primaria. Lima: Ministerio de Educación. http://umc.minedu.gob.pe/wp-content/uploads/2018/03/Estudio-de-dilemas-morales-27032018.pdf

Susana Frisancho
Susana Frisancho Hidalgo, doctora en psicología del desarrollo por la Universidad de Fordham, en New York, magister en psicología y licenciada en psicología educacional por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Coordinadora del grupo de investigación en Cognición, Aprendizaje y Desarrollo del Departamento de Psicología de la PUCP. Editora asociada del Journal of Moral Education. Profesora Principal del Departamento de Psicología de la PUCP.