Natalia Sobrevilla | Jugo de Caigua
Como muchas otras personas, el 19 de julio de este año me dirigí temprano al aeropuerto, lista para tomar un avión, algo que hago con suficiente frecuencia como para no pensar mucho en ello. Caí en cuenta que ese día las cosas no iban muy bien tan pronto como llegué: la cola de la aerolínea con la que pensaba viajar daba la vuelta por toda la terminal y el bullicio y el caos reinaban en el recinto. Las noticias que me llegaron al teléfono confirmaron que gran parte del mundo estaba paralizado porque numerosas computadoras habían amanecido con un problema en el sistema y habían revertido a la pantalla azul, también conocida por sus siglas en inglés, BSOD, o blue screen of death –«la pantalla azul de la muerte»—. Sucede que cuando los ordenadores descienden a este nivel cero, todo está perdido y se debe reiniciar el sistema de manera manual, es decir, básicamente lo que todos hacemos en casa: apagar y prender el aparato para que comience de nuevo… Leer más