Katherine Alva | Medium
A nivel mundial, los sistemas educativos vienen enfrentando el reto más grande de los últimos tiempos. Una Pandemia originada por el COVID-19 que ha forzado el cierre de millones de escuelas y que pone en riesgo los aprendizajes de más de 1,500 millones de estudiantes. Esto se suma ahora a la dificultad de mejorar las brechas que ya teníamos antes de esta pandemia en cuestión de acceso, pertinencia y calidad.
La humanidad está viviendo una situación sin precedentes y esto afecta también la educación. Frente a ello el planeta entero viene generando acciones loables tanto en el ámbito público, como el privado. Algunos países han migrado a un sistema educativo virtual, otros además incorporan medios de comunicación masivos como radio y televisión, teniendo como objetivo llegar a cada estudiante que se encuentra en el territorio nacional. Por otro lado, algunos pocos ya están discutiendo la suspensión o cierre del año escolar.
Los actores del sistema educativo necesitan decidir por lo menos las líneas de acción para los siguientes años frente a la gran transformación de la sociedad que ya ha iniciado. En paralelo, es necesario continuar profundizando sobre las reformas que nos darán la educación que necesitamos para los tiempos que vienen, con una mirada de más largo plazo. Es un momento donde urge responder, para empezar, las preguntas:
- ¿Qué es importante aprender ahora?
- ¿Cómo se puede aprender en estas condiciones?
- ¿Qué papel cumplen hoy los docentes?
- ¿Y las familias, qué rol cumplen?
1 ¿Qué es importante aprender ahora?
La Educación de cualquier época tiene que supeditarse a las características de la civilización prevaleciente en esa época (…), pero también para poder educar correctamente, hemos de ser profesores de la condición humana futura (Steiner, 2017). Por lo tanto, es necesario reconocer que existe una gran incertidumbre sobre lo que los estudiantes necesitan y necesitarán, y cómo diseñar en función a ello el proceso educativo vigente.
En el Perú, el qué aprender (educación básica, ámbito público y privado), se enmarca en el Currículo Nacional[1], en vigencia desde el 2016. Este se estructura en cuatro definiciones curriculares clave: las competencias, las capacidades, los estándares de aprendizaje y el desempeño. Antes de la Pandemia, la implementación del Currículo ya presentaba enormes desafíos, como su incorporación por las Instituciones Educativas y los docentes, hasta la asertividad de las metodologías de enseñanza, evaluación, así como el soporte y supervisión pedagógica que asegure la calidad de los aprendizajes.
Hoy, la implementación del Currículo Nacional, que marca la ruta para los aprendizajes, asume otro desafío: generar el logro de las competencias en un escenario virtual, donde la escuela se reduce a una pantalla, una radio, una conversación por horas y ejercicios diarios en las tareas asignadas. Donde además los estudiantes se encuentran en un ambiente de aprendizaje totalmente distinto, con emociones de incertidumbre y preocupación e inclusive en muchos casos en situaciones de gran vulnerabilidad.
Generar logros de aprendizaje no es una tarea fácil, para el Perú, ni para ningún país y sigue siendo un enorme desafío a nivel mundial. De acuerdo con las proyecciones del Banco Mundial, al ritmo actual de mejora de los aprendizajes que se venía generando en el mundo, al 2030 un 43% de los niños seguiría sin aprender lo suficiente (Banco Mundial, 2019). Es decir, ya sin la Pandemia, el progreso de los aprendizajes estaba muy lejos de cumplir las metas esperadas.
En el Perú, si bien se evidencian leves mejoras en matemática y comprensión lectora (UMC, 2019), esta situación es aún más crítica. Hoy el 56% de los niños de 10 años no puede leer, ni entender un texto simple, a pesar de que en su gran mayoría están en la escuela (Saavedra, 2020).
Por lo tanto, es importante discutir si es realista esperar avances en todas las competencias (31 en el Currículo Nacional), o si más bien corresponde priorizar capacidades que potenciarán aprendizajes posteriores del estudiante. Por ejemplo: cuando un niño sabe leer bien, puede tener acceso a los diversos conocimientos codificados en textos de todo tipo (…) y los datos lo confirman: en todos los países y escuelas, las tasas de competencia en lectura se correlacionan estrechamente con la competencia en otras asignaturas (Banco Mundial, 2019).
Priorizar contenidos, redefinir intensidades y reencaminar esfuerzos públicos y privados es un tema que debemos abordar de manera urgente para garantizar los mínimos aprendizajes que los estudiantes podrían lograr bajo los escenarios y restricciones que hoy enfrentan. Además, desde ya es necesario reajustar y dosificar las tareas asignadas. Se debe considerar que en la mayoría de casas no hay impresoras, no hay smartphones, no hay conexión a internet y en muchos casos ni siquiera televisión, solo una radio comunal.
2 ¿Cómo aprender en estas condiciones?
La Pandemia nos presenta un escenario complejo, asociado a situaciones de frustración, ansiedad, aislamiento, estrés y conflicto en el hogar, condiciones que dificultan los procesos de aprendizaje. Por ella, un aspecto crucial y a menudo subvalorado para promover aprendizajes es el plano de las habilidades socioemocionales, hoy más relevantes que nunca. Además, su desarrollo a temprana edad se asocia con mejores niveles de logro académico, escolaridad, empleo, ingreso y menores probabilidades de incurrir en conductas de riesgo (World Bank, 2017).
Existen herramientas y prácticas que han demostrado tener resultados positivos en su aplicación en la escuela, y que pueden ser rápidamente incorporados en la estrategia educativa que se viene implementando. Por ejemplo, se podría integrar en el inicio de las sesiones de aprendizaje diarias ejercicios del cuerpo y actividades de meditación.
Aprender a meditar ayuda a que los estudiantes logren desarrollar mejor sus habilidades de atención y aprendizaje, habilidades socioemocionales como la empatía y también resiliencia, súper importante para reducir la ansiedad, depresión y síntomas postraumáticos (Mindful Schools, 2020). Hoy esta Pandemia posiciona en la agenda pública la importancia de entender el proceso educativo de manera más integral, y nos desafía a ponerlo en práctica, tanto para mejorar los aprendizajes, así como oportunidad de contención emocional ante un contexto difícil para los estudiantes.
A esto se suman otros factores, como las condiciones de riesgo y vulnerabilidad en torno a situaciones de violencia. Estas siempre han estado presentes, pero hoy requieren una especial atención porque estas ocurren en su mayoría en el entorno familiar. Durante los primeros 16 días de aislamiento social, la Línea 100, central de emergencias para casos de violencia familiar y abuso sexual del MIMP, recibió más de 5 mil llamadas, de las cuales 2,300 fueron realizadas por niños, niñas y adolescentes, alertando que su mamá o algunos de sus hermanos eran atacadas. Asimismo, durante el Estado de Emergencia el MIMP ha atendido 43 casos de violación, 27 de ellos a niñas (MIMP, 2020).
Por lo tanto, hoy más que nunca es clave que el Estado, las organizaciones privadas, las familias y los ciudadanos, sean vigilantes, reporten, actúen y den soporte a los estudiantes que se encuentran en esta situación. No te calles. No silencies. Y si sabes de situaciones de riesgo, actúa. Tenemos el deber de cuidarlos mejor.
3 ¿Qué papel cumplen hoy los docentes?
En el Perú se registra más de 570 mil docentes, de los cuales el 68% opera en el ámbito público y 32% en el privado (MINEDU, ESCALE, 2020). Ellos son actores fundamentales en este contexto de Pandemia, no solo por el importante rol en el proceso de aprendizaje, sino, además, porque cuentan con información valiosa sobre la situación familiar y personal de cada estudiante. Como sostiene la organización “Teach”, si quieres ser un gran educador, tienes que conectar con tus estudiantes en distintos niveles, porque los mejores educadores están comprometidos con el bienestar de sus estudiantes dentro y fuera de clase (TEACH, 2020).
En ese sentido, en nuestro país los docentes, ya vienen generando acciones importantísimas para garantizar que los estudiantes aprendan. Realizan esfuerzos para contactar a sus estudiantes a distancia, ponerse a la vanguardia de la educación virtual y además lidiar con las condiciones familiares que también les toca vivir en casa, como todos los profesionales del país que teletrabajan. A pesar de estas condiciones difíciles muchos de ellos han incrementado su dedicación entre la preparación de clase en nuevos formatos, horas de enseñanza, revisión de ejercicios, etc.
Por otro lado, esta situación nos debe llevar a pensar en reformas más estructurales del cuerpo docente. Por ejemplo, la organización de nuevos equipos especializados en el desarrollo de contenido, en evaluación o verificación de los aprendizajes y en soporte pedagógico. También aquí es fundamental crear unidades de docentes especializados en el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes y también en los propios docentes. Solo docentes motivados podrán mantener el nivel de entusiasmo en la enseñanza, un componente clave para influenciar resultados positivos en los aprendizajes de los estudiantes (Keller-Fisher-Neumann, 2013).
Asimismo, es crucial acelerar la reforma del proceso de formación docente, donde la tecnología debe tener un rol fundamental. Este debe estar diseñado pensando en la mejora constante de sus capacidades y habilidades, puesto que serán continuamente desafiados en la mejora de la experiencia de aprendizaje. Este desafío ya no solo vendrá del control público y privado de los agentes supervisores, sino también por un aumento considerable en la participación de las familias como veedores de la educación que reciben sus hijos, y acérrimos cuestionadores de la calidad de la enseñanza.
Los países han iniciado un proceso de virtualización masiva de la educación y la escuela migra ahora, en una primera fase, al ciberespacio. Entonces, en esta etapa, ¿cómo se seguirá transformando el papel del docente? En el mediano plazo, se tendrán que volver expertos para navegar las múltiples plataformas virtuales que ofrecen conocimiento, juegos, interacciones, evaluaciones en línea, entre otros, y que seguirán sofisticándose aún más.
En el Perú la plataforma y campaña Aprendo en Casa ha sido bien aceptada y es un ejemplo claro de las acciones positivas que pueden generar los Estados en alianza con actores privados y sociales. Sin embargo, en el mundo ya se inicia la discusión sobre la siguiente fase, que incorporará inteligencia artificial y otras herramientas más avanzadas y con las cuales posiblemente inicie el reemplazo progresivo de los docentes por tecnologías más avanzadas.
Esto, sin embargo, no garantizará por si solo una formación integral del ser humano. Es importante reconocer que hay un espacio necesario para los aprendizajes que se genera con la interacción humana y que, sobre todo en las edades más tempranas, marca un valioso diferencial. El docente no solo facilita una sesión de clase. Crea una experiencia de aprendizaje en la interacción. Nutre, provoca y desafía el conocimiento y genera vínculos de confianza y afectividad. Por ello, es crucial que en aras del proceso de virtualización no se sacrifique los aspectos intangibles fundamentales para el desarrollo de las personas.
4 ¿Y las familias, qué rol cumplen hoy?
Otro cambio importante es la reconfiguración del espacio donde se generan los aprendizajes. En 191 países han cerrado las escuelas y se han afectado a más del 91.3% de los alumnos matriculados en el año escolar (UNESCO, 2020). Los estudiantes hoy están viviendo un aislamiento en casa y las familias asumen un rol fundamental para el logro de los aprendizajes, y aquí se incluye a las familias de los mismos docentes.
El nivel de participación de las familias, así como la contribución que puedan realizar al proceso de aprendizaje en esta Pandemia, dependerá de muchas variables. Por ejemplo, si los miembros del hogar trabajan, el grado académico, el nivel socioeconómico, la situación emocional del hogar o la constitución familiar.
En el Perú, de acuerdo a cifras del INEI del Censo 2017, de los más de 8 millones de hogares, el 65.3% tienen como jefe de hogar a un hombre, mientras que los hogares jefaturados por una mujer corresponden al 34.7% (INEI, 2020) y (…) las mujeres siguen haciéndose cargo del 80 por ciento de las tareas del hogar (…) (OIT, 2019). Por eso, hay que considerar la caracterización de las familias de los estudiantes para el diseño de las estrategias que se implementen y focalizar lo mejor posible las intervenciones.
Por otro lado, las familias tendrán que generar una dinámica interna de acuerdo con su realidad y posibilidades, y redefinir cómo se organizan en casa. Se plantea una necesidad de generar un nuevo equilibrio en el hogar, lo cual presenta una oportunidad para superar estereotipos y sesgos en los roles de género. Mejorar la distribución de las labores domésticas probablemente es el cambio cultural más importante que se requiere para el avance en la igualdad de oportunidades (OIT, 2019). Este cambio puede inspirar nuevos acuerdos y actitudes trascendentales para las nuevas generaciones.
Asimismo, las familias necesitan incorporar nuevos hábitos que fortalezcan el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Uno de los más importantes es la lectura. Si analizamos los hábitos de lectura en el Perú, el Ministerio de Cultura en el 2017 encontró que el peruano promedio lee menos de un libro (0.86%, para ser exactos) por año. Por lo tanto, es indispensable para mejorar los aprendizajes de comprensión lectora en los estudiantes, impulsar el amor por la lectura desde casa. La cuarentena brinda una perfecta oportunidad para (re)conectar con esta práctica y dar el ejemplo a los más pequeños.
No se debe olvidar tampoco los casos de familias que no tienen las condiciones de infraestructura y servicios para participar de procesos aprendizaje a distancia. En estos casos, muchos países están tomando medidas de apoyo como la distribución de computadoras, televisores y radios. Esto ayuda a cubrir brechas y generar mayor cobertura de las sesiones de aprendizaje por los medios masivos.
En algunos países como Nueva Zelanda y Chile, se están generando esfuerzos adicionales por entregar materiales educativos a los estudiantes (Newshub, 2020), (MINEDUC, 2020). Si bien todas las iniciativas de soporte son loables, muchas veces, en la realidad, no funcionan por la falta de condiciones básicas que aseguran el mantenimiento y operación de los equipos tecnológicos, por ejemplo, por falta de acceso a redes eléctricas. Por otro lado, las capacidades de las personas más cercanas a los estudiantes que guíen el proceso de aprendizaje.
Por otro lado, el soporte a las familias en los aspectos socioemocionales, bajo situaciones de riesgo y vulnerabilidad como los mencionados arriba, aún es deficiente y no se cuenta con estrategias de escala en la mayoría de los países, incluido el Perú. Por eso es muy importante iniciar el rediseño de la comunidad educativa, para que esta trascienda el aula, e inclusive la escuela.
La Pandemia nos plantea entonces una oportunidad para fortalecer comunidades que tengan intereses, situaciones y desafíos comunes. Estos espacios podrían ser propiciados desde el Estado, pero probablemente serían más efectivos si emergen de las propias familias, barrios, comunidades y ciudadanos interesados.
Finalmente, no podemos olvidar la educación de miles de niños y niñas que se encuentran en abandono, en calidad de desplazados, refugiados o en situación de migrante. En el mundo 31 millones de niños habían sido desplazados a finales del 2018, y los niños refugiados tienen 5 veces más probabilidades de estar fuera de la escuela que otros niños (UNICEF, 2020).
En el Perú no somos ajenos a esta realidad, especialmente debido a la migración venezolana vivida en los últimos años, así como los niveles de pobreza y abandono en la que viven miles de niños y niñas peruanos. Esta Pandemia puede ser una gran oportunidad para identificarlos y generar acciones de recuperación y protección, por ejemplo, a través de incentivos para que puedan ser registrados por las familias como condición para la recepción de las ayudas económicas del Estado, independiente de su nacionalidad. Porque la niñez no tiene fronteras.
La Pandemia COVID-19 nos invita a centrarnos en los desafíos humanos que hoy la educación nos demanda. Requerirá un nuevo ejercicio de liderazgo en todos los niveles y poco a poco abrirá el paso a un cambio sistémico y de paradigmas. Mantengámonos firmes y unidos en una cruzada mundial por seguir fortaleciendo y desarrollando el talento, competencias y capacidades de nuestros estudiantes.
Ellos y ellas enfrentarán la siguiente etapa de la humanidad y debemos asegurar que cuenten con herramientas que cubran aspectos cognitivos y socioemocionales, y que les den mejores oportunidades de navegar un mundo incierto.
*Agradecimiento especial a Pipo Reiser
Lima, 21 de abril de 2020
Bibliografía
Banco Mundial, W. B. (2019, noviembre 16). Banco Mundial. Retrieved from News: https://www.bancomundial.org/es/news/immersive-story/2019/11/06/a-learning-target-for-a-learning-revolution#
Comercio, E. (2020). El Comercio. Retrieved from Especiales El Comercio: https://especiales.elcomercio.pe/?q=especiales/violaciones-en-cuarentena-ecpm/index.html
INEI. (2020). INEI. Retrieved from Publicaciones: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1539/cap06.pdf
Keller-Fisher-Neumann, A. (2013). Researchgate. Retrieved from Teacher Enthusiasm and Student Learning: https://www.researchgate.net/publication/277015929_Teacher_Enthusiasm_and_Student_Learning
MIMP, M. d. (2020). Retrieved from https://www.mimp.gob.pe/contigo/contenidos/pncontigo-nota-prensa-todas.php
Mindful Schools, O. (2020). Mindful Schools. Retrieved from why mindfulness in education: https://www.mindfulschools.org/
MINEDU. (2020). ESCALE. Retrieved from ESCALE: http://escale.minedu.gob.pe/
MINEDU. (2020, abril 17). MInisterio de Educación. Retrieved from Currículo Nacional de la Educación Básica: http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-2016-2.pdf
MINEDUC, M. d. (2020). Sección de noticias. Retrieved from https://www.mineduc.cl/aprendo-en-casa-envian-material-pedagogico-a-zonas-extremas/
Newshub. (2020). www.newshub.co.nz. Retrieved from Politics: https://www.newshub.co.nz/home/politics/2020/04/education-material-and-devices-being-sent-to-students-in-covid-19-lockdown-in-87-million-package.html
OIT. (2019). OIT. Retrieved from noticias : https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_716909/lang–es/index.htm
Saavedra, J. (2020, enero 6). Diario Gestión. Retrieved from Hoy Interesa: https://gestion.pe/blog/politicas-publicas-para-el-desarrollo/2020/01/aprendizajes-podemos-estar-mejor.html/
Steiner, R. (2017). La Educación y la Vida Espiritual de Nuestra Época. Buenos Aires Argentina: Editorial Antroposófica.
TEACH. (2020). Teach . Retrieved from What Do Teachers Do?: https://teach.com/what/teachers-change-lives/
UMC. (2019). UMC. Retrieved from Resultados ECE 2018: http://umc.minedu.gob.pe/resultados-ece-2018/
UNESCO. (2020). UNESCO. Retrieved from https://en.unesco.org/covid19/educationresponse
UNICEF. (2020). UNICEF. Retrieved from Protección de la ninez: https://www.unicef.org/es/ninos-desarraigados
World Bank, B. M. (2017, junio 13). Blog World Bank. Retrieved from https://blogs.worldbank.org/es/voices/como-pueden-los-maestros-fomentar-o-impedir-el-desarrollo-de-habilidades-socioemocionales-en-sus-estudiantes
[1] Documento que contiene el Perfil de egreso de los estudiantes de la Educación Básica, los enfoques transversales, los conceptos clave y la progresión de los aprendizajes desde el inicio hasta el fin de la escolaridad (MINEDU, 2020).