Cristina Fernández / El Comercio
El último miércoles un bebé de cuatro meses de edad murió al interior de una guardería en Los Olivos. El local contaba con licencia de funcionamiento de la municipalidad distrital, pero no con autorización del Ministerio de Educación (Minedu).
Este trágico hecho alertó a las autoridades y a la población sobre las condiciones en las que vienen funcionando las guarderías del país, que, según las actuales normativas, no necesitan más que licencia municipal para atender a niños recién nacidos.
El Comercio conversó con Milagros Millán, especialista de la Dirección de Educación Inicial del Minedu, quien precisó que una guardería no es lo mismo que una cuna. Esta última, según dijo, es un establecimiento, de gestión pública o privada, que garantiza el cuidado integral (asistencia, alimentación y educación) de los más pequeños.
“Cada vez son más las familias donde la mamá y el papá salen a trabajar. Ante esta creciente demanda están proliferando las llamadas guarderías, pero la mayoría de estas, que solo tienen licencia municipal, pero la mayoría no cumple con los estándares del cuidado especializado que requieren los niños de 0 a 3 años”, señala Millán.
La especialista de la Dirección de Educación Inicial explica que, a diferencia de las guarderías, las cunas cuenta con un staff de profesionales: profesores de educación inicial, auxiliares, un nutricionista, pediatra o enfermera especializada en neonatología. Además, indica, deben cumplir estándares de infraestructura, como estar ubicado en un primer piso, tener amplios espacios y mobiliario especial.
“Las cunas del sector público y privado tienen resolución de funcionamiento, todas deben tener por lo menos 2 metros cuadrados de espacio por cada niño. El personal especializado, además, está en constante capacitación, porque trata con niños muy pequeños. Todo ello demanda un alto costo”, explica.
Según la Unidad de Estadística Educativa del Minedu, en Lima y Callao funcionan 450 cunas privadas y 174 públicas que tienen la respectiva resolución de la Dirección Regional de Educación y licencia de funcionamiento del municipio de su distrito.
Además de las cunas, que brindan estimulación temprana, alimentación y asistencia en el primer ciclo de la educación inicial (0 a 2 años), existen centros de educación inicial no escolarizada, llamados también Pronoei.
En Lima y Callao, según las cifras del Minedu, funcionan un total de 2.526 instituciones no escolarizadas, que en su mayoría se ubican en zonas de pobreza y extrema pobreza. Solo dos de ellas pertenecen al sector privado.
La especialista reconoce que el número de cunas no es suficiente para atender la creciente demanda del servicio, y que muchas veces los padres no tienen más alternativa que las guarderías.
“La licencia de funcionamiento de las guarderías se ampara en un directiva del Ministerio de Educación por lo que no debería distar mucho del servicio que brindan las cunas”, anota.
Si usted desea conocer la relación de cunas y Pronoeis autorizados por el Minedu puede acudir a la Unidad de Gestión Educativa (UGEL) de su localidad o ingresar a la página web de la Unidad de Estadística Educativa (www.escale.minedu.gob.pe).
Fuente: El Comercio / Lima, 03 de junio de 2017
