Edición 48

En defensa del rol político de la gestión educativa

Es fundamental la forma en que los directivos valoran y se apropian de su rol como referentes de la propuesta educativa de Fe y Alegría en sus escuelas, brindando soporte a los docentes

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Lars Stojnic y Natalia Consiglieri | EDUCACCIÓN

En el presente artículo discutimos la importancia de recuperar el sentido político de la gestión educativa, particularmente el valor de promover en los diversos niveles educativos un sentido de comunidad cohesionada y una apuesta de transformación educativa común. Esto, a partir de la visibilización de algunos de los hallazgos plasmados en la publicación “Ser escuela, construir comunidad. Factores de éxito del modelo de gestión Fe y Alegría” (Stojnic y Consiglieri, 2015)[1].

Las discusiones sobre la gestión educativa ponen particular atención en destacar el rol de las escuelas como instancias fundamentales en el marco del proceso de descentralización educativa, en tanto responsable directo de la mejora de los aprendizajes. En tal sentido, destacan la importancia de consolidar condiciones institucionales orientadas al desarrollo de aprendizajes de calidad y de asegurar esfuerzos permanentes de revisión y mejora de los procesos educativos (Andrade, 2002; Carillo, 2002; Valdivia y Alcazar, 2005; Ley 28044). Estos planteamientos son consecuentes con un sector de la literatura sobre los factores asociados al logro de aprendizajes que, además de enfocarse en los ‘factores sociales’ del contexto de las y los estudiantes, destacan la influencia de la organización y funcionamiento de las instituciones educativas, y de la acción de los actores escolares -principalmente en roles de conducción-, en el alcance de logros de aprendizaje (Alvariño et. al., 2000; Maureira, 2004; Díaz, 2007; Sedón, 2007; Cornejo y Redondo, 2007; Ccallaomamani, 2009).

Debido al reconocimiento de los logros de la propuesta educativa de la Red FYA – con más de 80 instituciones educativas a nivel nacional, se indagó sobre aquellos factores de su modelo de gestión que estarían asociados a sus logros a nivel de educación básica regular[2]. Al respecto, la literatura sobre dicha experiencia (Romero y Cáceres, 2001; Díaz, 2007; Anglas, 2007; Ccallomamani, 2009; Gonzales, 2013), de manera consistente a lo señalado anteriormente, reconoce la importancia de diversos aspectos del modelo de gestión Fe y Alegría asociados a la organización y funcionamiento de las escuelas de la Red, y de forma particular, al rol de las directivos escolares con respecto a (i) la gestión pedagógica y (ii) el fortalecimiento de las escuelas como instancias autónomas de gestión.

Lo que desarrollamos a continuación busca ampliar la atención de los aspectos antes señalados para destacar la importancia de comprender a las escuelas como parte de un sistema educativo mayor, en el que es necesario asegurar soportes políticos indispensables. Así, a partir de la investigación antes mencionada, proponemos destacar la importancia de la existencia de un marco de organización, acción y sentido institucionalizado, que asegura sentidos y compromisos compartidos por los distintos niveles de gestión; y la importancia de que la gestión, además de organizar procesos y dinámicas dirigidas al logro de objetivos de aprendizaje, se asuma y posicione como marco de sentido y orientación ética colectiva.

En primer lugar, debe destacarse que la experiencia FYA se sostiene en un sistema con una lógica descentralizada de gestión autónoma de las escuelas, pero con altos niveles de articulación entre los distintos niveles de gestión de la Red. Esto sería un aspecto clave para garantizar una propuesta educativa consistente de manera transversal.

Dentro de dicho sistema, la Oficina Central (OC) de la Red asume el rol de garantizar que la propuesta educativa sea eje orientador de la acción escolar, promoviendo la sostenibilidad de los principios, del modelo de gestión institucional y de los objetivos futuros de la propuesta, como recogen los siguientes testimonios:

La Oficina Central es motor básico para que los colegios…sigan todos apuntando a lo mismo. (Subdirector escuela A)

Oficina Central está buscando eso, que no se pierda el ideario, que siga, que siempre esté presente. (Profesora escuela A)

En esa línea, una función fundamental de la OC sería promover que los sentidos transversales educativos de la Red se conviertan en un marco de referencia que les permita a los actores escolares interpretar su entorno cotidiano y así desplegar en su día a día, prácticas coherentes con los principios institucionales. Así, dentro del sistema educativo FYA, el rol primordial de la OC – además de su rol técnico pedagógico – es ser un soporte político permanente para las diversas escuelas de la Red, de tal forma que se asegure una visión educativa y el logro de los objetivos estratégicos colectivos.

Otra función de la OC se asocia a la posibilidad de brindar un marco de referencia ético que promueva entre los actores escolares un sentido de trascendencia pública de su acción educativa:

En todos los congresos de FYA siempre hay un tema que se pone sobre el tapete…para tener una visión más amplia de qué queremos con la educación, y no solo en el Perú, sino a nivel latinoamericano. (Directora escuela A).

Me hace consciente de mi compromiso con la educación…y uno es consciente de que eso repercute en la sociedad. (Profesora escuela C).

La OC es reconocida como la instancia que articula esfuerzos y sentidos colectivos al interior de la Red, lo cual pasa por mantener una presencia constante en relación a las diversas escuelas de la red, posicionándose como referente del sentido de comunidad y de las apuestas colectivas. Así, la OC promueve el fortalecimiento de un sentido compartido – transversal al sistema de gestión – que, por un lado, busca estructurar y orientar el despliegue de prácticas coherentes con principios y apuestas institucionales. Y que, por otro lado, busca reconocer el compromiso de la acción educativa individual y colectiva como aspectos fundamentales de la propuesta.

La Oficina Central nos ayuda como a estar conectados con toda la red y sentirnos parte de algo más grande. A mí lo que me hace permanecer en Fe y Alegría es el sentir que somos parte de algo más grande que solamente una institución. (Docente escuela C)

Eso he aprendido…el compromiso, esa pasión…aprendí a creer que se puede hacer grandes cosas. (Directora escuela F).

En tal sentido, el rol político de la OC sería un componente fundamental, para la Red FYA, como productor y reproductor de sentidos y aprendizajes institucionales, asociados a un sentido de trascendencia de la acción educativa individual y colectiva, evidenciado en el compromiso de sus miembros hacia sus escuelas y hacia objetivos de transformación pública y societal.

Un segundo aspecto a destacar es la importancia de que la Red FYA haya logrado asegurar un sistema en que la interacción entre los diversos niveles de gestión, permitan que los superiores enmarquen y orienten la acción de los siguientes. En ese sentido, la autonomía escolar tendría un carácter ‘funcional’[3] en tanto se busca que cada escuela despliegue su potencial de gestión institucional y pedagógica con el objetivo de que cada nivel de gestión se apropie y empodere con respecto a la propuesta educativa.

Funcionamos porque la OC…nos dan las orientaciones, por donde tenemos que seguir caminando y eso nos hace sentir acompañados. No estamos solos. (Directora escuela F)

Todos los talleres que fui siempre nos hablaban de los valores, de los pilares, siempre nos hacían recordar. (Subdirectora escuela C)

Así, el vínculo constante entre las escuelas y la OC, a través de relaciones horizontales, de valoración mutua y de reconocimiento, resulta fundamental para fomentar liderazgos institucionales y pedagógicos que hagan suyas las apuestas FYA. Destaca, por un lado, el rol de la OC para orientar la acción y fomentar el empoderamiento del siguiente nivel de gestión conformado por los directores y subdirectores escolares, buscando que sean ellas y ellos quienes asuman un rol de ‘bisagra’ entre la propuesta institucional FYA y los demás actores escolares. Esto es particularmente reconocido por los docentes, quiénes destacan la importancia del vínculo OC y directivos escolares como condición que facilita el vínculo entre directivos escolares y docentes, lo cual revertiría en una percepción de las y los docentes con respecto a sus directivos escolares, similar a la evidenciada anteriormente entre éstos últimos y la OC.

De repente tan directa no lo es [relación entre OC y docentes], porque lo es más que nada con los directivos. [Nuestra relación con la propuesta] se da a partir de capacitaciones, de cursos…a través de los directivos. (Profesora escuela B)

Hay una línea muy horizontal, el trato que te dan [los directivos escolares]. El sentir que tú eres partes de; todos aportan, todos suman (Profesora escuela E)

Y por otro lado, es fundamental la forma en que los directivos escolares valoran y se apropian, más allá de sus funciones pedagógicas y administrativas, de su rol como referentes de la propuesta educativa FYA al interior de sus escuelas. El modelo de gestión educativa se sostendría en la disposición y capacidad de que las directoras(es) y subdirectoras(es) de fungir en la práctica como un binomio que brinde soporte político y comunitario a los demás actores escolares (particularmente las y los docentes), como aspecto clave de su liderazgo institucional; y en tal sentido, como se señaló antes, de reproducir al interior de las instituciones escolares la relación e interacción que la OC de la Red establece con las escuelas.

Lo desarrollado busca aportar a la discusión sobre la importancia de – además de destacar el fortalecimiento de la gestión escolar en su dimensión pedagógica en aras de alcanzar mejores logros de aprendizaje – interpelarnos sobre en qué medida las escuelas eficaces podrían fortalecerse como producto de la interacción entre dichas instituciones e instancias de gestión superior como marco de referencia de una propuesta educativa colectiva.

Cornejo y Redondo (2007: 162) señalan que centrar la atención en la importancia de fortalecer a las escuelas, su organización y sus actores directivos y docentes, desde una perspectiva intrínseca, no permitiría comprender la influencia de algunos aspectos de la institucionalidad escolar – como la ‘cultura escolar’ –, en la medida que terminarían siendo muy idiosincráticos al contexto particular de cada escuela. En tal sentido, consideramos fundamental ahondar en el análisis y discusión sobre las escuelas como unidades de gestión fundamentales, pero entendiendo – desde una perspectiva sistémica -, su constante interacción e interdependencia con respecto a las instancias en los otros niveles de gestión educativa.

A partir de lo desarrollado, consideramos que es fundamental ahondar en la discusión sobre la dimensión política del sistema educativo. Por un lado, por la importancia de reproducir en los distintos niveles de gestión un sentido de pertenencia y compromiso de los actores educativos con las apuestas educativas societales, promoviendo un sentido de trascendencia pública de las acciones individuales y colectivas. Por otro lado, ampliando la perspectiva más allá de la dimensión pedagógica de la gestión educativa, recuperando la importancia de la dimensión política del rol que cada nivel de gestión educativa debe asumir y promover.

Lima, 17 de diciembre de 2018

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alvariño, C. (et.al.) (2000). Gestión educativa: un estado del arte de la literatura. En: Revista Paideia, 29: 15-43.

Andrade, P. (2002). Gestión educativa para una educación democrática. Lima: Ministerio de Educación y GTZ, Cooperación Alemana para el desarrollo.

Anglas, A. (2007). Un modelo de organización y gestión escolar, desde la perspectiva de los actores: caso de un colegio Fe y Alegría de Lima. Tesis para optar por el grado de Magíster. Lima: PUCP, Maestría en Educación con mención en Gestión de la Educación.

Carrillo, S. (2002). La gestión educativa en algunos documentos del Ministerio de Educación. Lima: MINEDU y GTZ.

Ccallomamani, C.R. (2009). Estrategias de Gestión Educativa del movimiento de Fe y Alegría desde la perspectiva de directoras/res Lima-Perú. Tesis para optar por el grado de Magíster en Educación con mención en Gestión de la Educación. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Escuela de Graduados

Cornejo, R. y J. Redondo (2007). Variables y factores asociados al aprendizaje escolar. Una discusión desde la investigación actual. En: Estudios Pedagógicos XXXIII, N°2: 155-175.

Díaz, C. (2007). La dimensión ética de la organización escolar: un estudio semi-inductivo en tres colegios de Lima Metropolitana. Tesis para obtener el grado de Doctor. Lovaina: Universidad Católica de Lovaina, Doctorado en Ciencias de la Educación.

Gonzales, R.A. (2013). Fe y Alegría ¿Una o varias? Debates IESA (serie en línea). En: Fuente Académica, Ipswich, MA. Enero, 18 del 2013. 72-77 pp.

Maureira, O. (2004). El liderazgo factor de eficacia escolar, hacia un modelo causal. En: Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol. 2. N° 1: 1-20.

Romero, L. y Cáceres, N. (2001). “Fe y Alegría: una alternativa educativa de calidad para los empobrecidos” En: Escuelas que aprenden y se desarrollan. Lima: Universidad Peruana Cayetano Heredia

Sedón, A. (2007). La crisis de la escuela media y la gestión escolar: transformaciones sociales y estrategias institucionales en las escuelas pobres. En: REICE – Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol. 5. N° 3. Págs. 84 – 101.

Valdivia, N. y Alcázar, L. (2005). Escuelas de Fe y Alegría en el Perú: Análisis del modelo de gestión institucional y pedagógica y lecciones para la educación pública. Lima: GRADE.

NOTAS

[1] La investigación, en la que se basa la publicación, fue promovida por la Dirección Académica de Responsabilidad Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) como uno de los productos académico surgidos en el marco del convenio de colaboración entre la PUCP y la Red Fe y Alegría.
[2] La metodología de la investigación fue cualitativa y se complementó la información recogida a partir de tres fuentes: literatura previa acerca de la gestión de FYA, recopilación de información cualitativa en la Oficina Central de FYA Perú y en seis escuelas (siendo un criterio importante de selección el rendimiento de las instituciones en la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) del Ministerio de Educación entre los años 2010 y 2013, en las áreas de comunicaciones y matemáticas).
[3] La denominación ‘autonomía funcional, es muy utilizada al interior de la Oficina Central de la Red, tanto por directivos de la Red como por los equipos técnicos de la misma.

Lars Stojnic escribió este artículo en colaboración con Natalia Consiglieri Nieri,  Magister en Estudios Culturales y licenciada en Comunicación para el Desarrollo por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente se desempeña como docente del Departamento de Comunicaciones en la misma casa de estudios. (nconsiglieri@pucp.pe)

Lars Stojnic
Magíster en Investigación en Ciencia Política (Universidad Pompeu Fabra, Barcelona) y Licenciado en Sociología (Pontificia Universidad Católica del Perú – PUCP). Con más de 15 años de trayectoria en docencia universitaria y gestión académica e institucional, calidad educativa, relación educación-formación democrática, diversidad y ciudadanía democrática y responsabilidad social universitaria. Miembro de la Sociedad de Investigación Educativa Peruana (SIEP). Actualmente consultor en temas educativos, acompañando al equipo técnico del Consejo Nacional de Educación (CNE). Su última publicación fue ‘Participación Estudiantil, Institucionalidad Escolar y Ciudadanía Democrática: Desafíos Pendientes desde la Experiencia Peruana’, en la Revista Internacional de Educación para la Justicia Social (RIEJS) 9 (2).