Edición 60

Educación y diversidad lingüística en el Perú: una tensa relación

Ante un programa de Aprendo en Casa, periodistas peruanos salieron a defender la supremacía de un supuesto “castellano correcto”. Sin embargo, ¿debería la educación primar la lengua estándar por sobre la diversidad de castellanos existentes en nuestro país?

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Por Lucía García Vera | EDUCACCIÓN

  • En mi experiencia como profesora en dos comunidades rurales de Áncash, cuando mi alumna me decía: “mi chiquito hermano ha ensuciado mi cuaderno, así con su sucia mano lo ha tocado”, yo sonreía.
  • Cuando le preguntaba “¿quién viene a la reunión hoy?” y respondía “creo que mi tía, de mi mamá su hermana”, yo le entendía.
  • Cuando, en las mañanas de invierno, soplaba sus manos y decía “Alalau, miss, la lluvia viene”, yo la abrazaba.
  • Cuando preguntaba por las tareas y se levantaba del asiento revelando: “No me he recordado de traer mi cuaderno por venirme corriendo”, yo le decía que volviera a casa y lo trajera para poder avanzar el curso.

De esto se trató el polémico programa de Aprendo en Casa emitido el pasado martes 05 de mayo en televisión nacional, sobre el documental “Los castellanos del Perú” y la diversidad lingüística.

Mis estudiantes son bilingües y su lengua materna es el quechua. Lógicamente, su habla cotidiana tiene patrones gramaticales derivados de ahí. Al dictar las clases en castellano, me resultaba importante acomodarme a su lenguaje, puesto que era yo quien quería hacerme entender. Sin embargo, muchas veces también les dije: “Así no se dice”.

En el quechua, los adjetivos van delante de los sustantivos, como en el inglés. Por este motivo, al hablar en castellano, expresan formas gramaticales en ese orden, como “chiquito hermano” o “sucia mano”.

Asimismo, el quechua es una lengua de tres vocales: /a/, /i/, /u/. Por esto, en ocasiones pronuncian -por ejemplo- la palabra castellana “eso” como /isu/. Aunque también dependerá de la variante del quechua con la cual interactuemos. Otras veces nos encontraremos con el sonido /sh/ en vez de /s/, o el sonido /r/ en vez de /rr/, puesto que el quechua, en nuestro país, también tiene una gran diversidad.

Cuando aprendemos un nuevo idioma, “no reproducimos simplemente lo que escuchamos”[1], sino que incorporamos los sonidos, el vocabulario y los patrones conocidos de nuestra lengua materna a esta segunda lengua. A esto le denominamos variedad adquisicional[2]. En ese sentido, decimos que estamos condicionados por nuestra lengua materna y es la práctica constante la que nos permitirá adoptar una pronunciación más cercana a la de un hablante nativo de esta segunda lengua.

Entonces, yo no podría decirles a mis estudiantes que “se les sale el mote” cuando hablan porque, claramente, es una forma discriminatoria de corregir. Lo mismo con su pronunciación. La discriminación lingüística existe en el Perú y no podemos tratarla como si fuese un invento de un «sector resentido» en nuestra sociedad. Las frases “habla bonito”, “bota el mote”, o “aprende a hablar” no tienen ningún respaldo científico y terminan por denigrar las variantes castellanas de origen andino, ya que nuestro castellano -como toda lengua que se ha visto influida por lenguas originarias- no es estático, cambia y, por lo tanto, no es posible degenerarlo.

Nuestro gran problema es que “el quechua como otras lenguas nativas están estigmatizadas: se las considera inferiores, deformes, malsonantes, raras. En cambio, el castellano goza de prestigio, por ejemplo, aparece en diversos libros y medios de comunicación”[3]. Es así que existen grupos de poder -en ocasiones la escuela misma- que difunden el «habla culta» y rechazan la variedad. No se envenena a un niño por explicárselo, como afirman algunos líderes de opinión. Se le muestra que hay una variedad estándar de castellano, a la que se debe recurrir en contextos primordialmente académicos para garantizar su comprensión masiva; pero sin desmerecer su propia forma de hablar el castellano.

Mis estudiantes, al igual que sus padres, aprenden y refuerzan día a día su castellano por necesidad; porque los servicios del Estado, en muchos casos, no son inclusivos y se ofrecen únicamente en esta lengua. Por eso lo acomodan a sus características y contextos, y lo hacen como sus condiciones se lo permiten. “El español y las lenguas indígenas siempre han estado en relación de conflicto. Lo cierto es que, tristemente, sólo se logra calidad de vida e inserción social urbana, por ejemplo, con [el] español”[4], analiza la filóloga Concepción Company.

Finalmente, “el usuario es el amo de las lenguas, no las academias ni las normas”. La Real Academia de la Lengua Española nos da luces de la normativa, pero el hablante es quien en su cotidianeidad establece los cambios. La RAE dictamina la variedad estándar por meras razones sociales y no precisamente lingüísticas (y hace mucho que viene cuestionando sus bases puramente reglamentarias); ya que no hay nada que sea mejor en el castellano estándar en relación a sus variantes, precisa la lingüista Virginia Zavala, entrevistada en el programa.

El contenido presentado en la programación de Aprendo en Casa muestra un enfoque intercultural interesante que no les sirve únicamente a los adolescentes a quienes estuvo dirigido el programa. Los adultos también aprendemos y reflexionamos sobre cómo tratamos esta diversidad cuando más de cerca la tenemos. Personalmente, muchas veces la acogí; pero también la he juzgado e intentado imponerme. La educación es necesaria porque nos permite justamente esto, reflexionar y enmendarnos para valorar nuestra diversidad.

Lima, 08 de junio de 2020

NOTAS

[1] Lescano, E., Yépez, S. (productores) y Cárdenas, C. (director). (2007). Los castellanos del Perú [Documental]. Perú: PROEDUCA – GTZ.
[2] La variedad adquisicional es una manifestación natural del aprendizaje de una segunda lengua. Tal y como nos cuesta también a los hispanohablantes realizar una correcta pronunciación de lenguas extranjeras como el inglés, portugués, francés, entre otras.
[3] Lovón, M. (2018). “Los hablantes del quechua y la vergüenza lingüística”. Blog de Lenguaje y Redacción. Recuperado desde: https://bit.ly/2sFTd30
[4] Paz, R. (2019). La imposición del español a los indígenas. Crónica Jalisco. Recuperado de: https://www.cronicajalisco.com/notas/2019/93127.html

Lucia Garcia Vera
Comunicadora por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con especialización en Comunicación para el Desarrollo. Alumni del Programa de Liderazgo de Enseña Perú y miembro de la Red Internacional Teach for All. Ha sido docente en escuelas públicas rurales y voluntaria en organismos e instituciones del Estado. Cuenta con estudios y experiencia en temas de relaciones comunitarias, género y educación.