Eduardo Lobillo | El País
Estudiar, memorizar, escupirlo todo en el examen y olvidarlo después. Romper esta cadena es uno de los objetivos principales de los nuevos sistemas pedagógicos. No es lo mismo aprender un concepto por el profesor o el libro, que hacerlo a través de su conexión práctica con el mundo real y contando con la mediación del maestro. O dicho de otra manera: no es igual estudiar de memoria los tipos de plantas y flores que hay en el entorno, que elaborar un estudio de botánica aplicada en el huerto del colegio. Tampoco es lo mismo aprender la gramática de inglés de tercero de la ESO que escribir un cómic en ese idioma. Con el aprendizaje más profundo o deeper learning se consigue que los conceptos que adquieren los niños les acompañen toda la vida. Comprenden y retienen mejor las enseñanzas sumando a la teoría la aplicación práctica de estas… Leer más