Martín Garro
Hace algunos meses realicé, junto con un grupo de compañeros de la Maestría en Gestión Pública de una universidad de la capital, un breve trabajo para el curso de Ética Pública centrado en los “colegios emblemáticos”. No nos interesaba llevar el asunto hacia los terrenos de la “mega comisión” que examinó, al inicio del presente gobierno, algunos actos del gobierno anterior (como el Decreto de Urgencia N° 004-2009 o el pago por las obras aparentemente no concluidas, etc.). Ese camino no era el que nos interesaba precisamente, y no tanto por los resultados de dicha comisión sino que quisimos llevar el asunto de nuestro trabajo por el lado de evaluar qué beneficio se habrían logrado alcanzar desde que se pusieron en marcha (desde el 2009) los proyectos (PIPs, Proyectos de Inversión Pública) vinculados con los “colegios emblemáticos”.
Cabe anotar que no entramos a las profundidades del examen econométrico desarrollado, por ejemplo, en el estudio “Inversión en infraestructura educativa: una aproximación a la medición de sus impactos a partir de la experiencia de los colegios emblemáticos” de Yohnny Campana y otros. Más bien, lo que nos propusimos hacer fue un acercamiento más directo a ciertos colegios “beneficiados” por los proyectos, y escogimos a algunos de ellos tomando en consideración que tuvieran a su vez una escuela primaria vinculada (o integrada) para analizar cómo les había ido a esas escuelas en las ECE, asumiendo que el beneficio al colegio había penetrado también a la escuela adjunta.
Por un lado, sabíamos que había una inversión, que por política de transparencia cualquier ciudadano podría obtener. Así, el conjunto de los proyectos desarrollados desde el 2009 nos llevaba a un gran total de un total de 175 PIPs que generaron una inversión (del 2009 al 2015) de más de 2 mil 300 millones de soles. Ver tabla 1.
Tabla 1.- Inversión en 175 PIPs desde el año 2009 hasta el 2014 más lo ejecutado en 2015 (no incluye PIM 2015) al amparo del DU-004-2009 (en nuevos soles)
Fuente: MINEDU-SPE-Programación y Presupuesto. Elaboración propia.
Como se observa, en el 2011 se detuvo la realización de más proyectos del tipo “colegios emblemáticos” pero, sin embargo, se tuvo que seguir invirtiendo en ellos durante los años siguientes. En resumen, en el lapso 2009-2011 se invirtieron más de mil millones de nuevos soles (1.095.209.585 nuevos soles), mientras que del 2012 en adelante se alcanzó un total de, nuevamente, más de mil millones de soles (1.208.872.631 nuevos soles, sin considerar PIM 2015).
Tampoco vamos a entrar en el asunto de cómo se conformaron las sucesivas lista de colegios que ingresaron a estos PIPs. Nos vamos a enfocar en algunos datos interesantes. Por ejemplo, que de los 175 PIPs del programa, en los 12 proyectos más costosos se acumuló el 25% de la inversión total. En 29 proyectos se acumuló el 50% de dicho total. En 53 proyectos se acumuló el 75% de la inversión. El resto de los proyectos (122) acumulan el resto (25%) de la inversión global (de más de 2.300 millones de soles).
Dentro de los 29 proyectos (que acumularon el 50% de la inversión), 4 de ellos estuvieron en la lista original del DU-004-2009, y nos interesaron particularmente porque tenían tanto colegio (Secundaria) como escuela (Primaria). Los cuatro “colegios emblemáticos” en los cuales nos enfocamos fueron: el “Labarthe” (4to en la lista de inversión total, por un total de más de 49 millones de soles), el “Teresa Gonzáles de Fanning” (puesto 13 con más de 39 millones de soles), el “Melitón Carbajal” (puesto 16 con más de 37 millones) y el “Alfonso Ugarte” (23 en la lista de proyectos con más inversión, con más de 31 millones de inversión).
Nos enfocamos en estos cuatro colegios porque, al tener primaria, tenían entonces estudiantes que habían participado de las ECE desde antes del DU (2007 y 2008) y durante la ejecución del programa (2009 en adelante). Con la información proporcionada por la UMC analizamos la secuencia de los resultados en las ECE desde el 2008 hasta el año 2012 (5 años de evaluaciones seguidas aplicadas en las mismas escuelas, en estudiantes del 2do grado de primaria). Se tomó como “proxy” los resultados de las cuatro escuelas en las evaluaciones de comunicación. Se esperaba que las escuelas mostraran algún cambio a lo largo del tiempo de modo que, a modo de hipótesis de trabajo, se pudiera explorar algún efecto del programa (2009 en adelante) en los resultados. La hipótesis implicaba que, a mejores oportunidades de aprendizaje (representada en las muy superiores condiciones de infraestructura presentes en los “colegios emblemáticos”), se lograra algún impacto en los resultados de aprendizaje. Repetimos: sólo en la consideración que eran instituciones educativas integradas y bajo el supuesto que la mejora en el colegio (secundaria) también beneficiaba a la escuela (primaria) integrada.
Luego de revisar los resultados en la ECE comprobamos que el “Melitón Carvajal” no tenía evaluación en todos los años, por lo tanto la comparación que siguió se hizo sobre tres colegios emblemáticos: “Ugarte”, “Fanning” y “Labarthe”. Para hacer la comparación se empleó los puntajes estandarizados (y no los porcentajes en “nivel 2”), aunque hay una analogía marcada entre ellos (es decir, el pasar al “nivel 2” implica superar cierto puntaje establecido).
La tabla 2 compara los resultados a lo largo de los años de las escuelas (primarias) en la ECE, así como los promedios nacionales y de Lima (como referencia regional).
Tabla 2.- Resultados en las pruebas de Comunicación, según los puntajes estandarizados
Escuelas | Año 2008 | Año 2009 | Año 2010 | Año 2011 | Año 2012 |
Promedio Nacional | 500 | 518 | 521 | 520 | 526 |
Promedio Lima | 544 | 555 | 567 | 570 | 578 |
“Labarthe” | 514 | 527 | 538 | 546 | 573 |
“Fanning” | 584 | 590 | 587 | 599 | 623 |
“Ugarte” | 543 | 566 | 579 | 580 | 616 |
Fuente: UMC y ex DIDE. Elaboración propia.
Reiteramos que la información es de los resultados en las pruebas de Comunicación, y están presentadas según los puntajes (estandarizados con media 500 y desviación estándar 100). Los puntajes mostrados representan los puntajes promedio por escuela. La prueba se aplicó en estudiantes del 2do grado de Primaria (por ese motivo sólo hemos seleccionados a los colegios emblemáticos que tenían integrada la primaria a la secundaria).
Los mismos resultados en forma gráfica.
Gráfico 1.- Resultados en las pruebas de Comunicación, según los puntajes estandarizados
Fuente: UMC y ex DIDE. Elaboración propia.
Como se puede observar, todas las escuelas analizadas (de por sí, colegios y escuelas “grandes”, “urbanas”, “polidocentes completas” y de una región en donde los resultados son mayores al promedio nacional) ya venían -respecto a sus resultados en la ECE- en un curso ascendente desde el año 2008. De hecho todo el promedio de la región Lima venía creciendo en estos años. Además, aunque el grueso de la inversión, por ejemplo en el caso del Alfonso Ugarte se dio en el 2009-2010, se aprecia que no tuvo, aparentemente, ningún impacto en los resultados (en comunicación).
En general, estas cuatro escuelas (integradas a “colegios emblemáticos”) ya venían desde antes del inicio del programa del DU-004-2009 en fase ascendente y, por otro lado, el arribo de las inversiones no alteró -como se observa en el gráfico 1- mayormente tal curso ascendente. Cabe preguntarse si: (a) ¿cuál fue la razón por la cual estas escuelas venían ya desde antes en ascenso (respecto a los resultados en la ECE)?, (b) ¿ayudó en algo a mejorar tales resultados la inversión en tales “colegios emblemáticos”?, lo cual nos conduce a la pregunta final: (c) si en estas escuelas/colegios que tomamos de ejemplo (y que ya venían mejorando de por sí -por factores que ignoramos aquí- y en las cuales aparentemente los PIPs no causaron mayor efecto), ¿se debió haber seguido invirtiendo más?
Los resultados en las ECE nos dejan entrever en estos ejemplos que la inversión no ocasionó mayor efecto positivo. En todo caso: estamos observado que tales “colegios emblemáticos”, así como tenían un diferencial positivo en infraestructura (como resalta Campana y otros) también tenían un diferencial previo favorable en cuanto rendimiento medido en las ECE (aun asumiendo como un “proxy” los resultados de la escuela primaria integrada al colegio secundario). Encontramos entonces que hay indicios para considerar que invertir en colegios/escuelas que de por sí ya tienen ventajas (en infraestructura y en rendimientos) no es necesariamente la mejor inversión. Posiblemente, pero esto es materia de investigación aún no realizada, la mejor inversión podría haber sido aquella que se focalice en un tipo de escuela específico, y con la mira de la mejora de los aprendizajes.
Lo dicho hasta aquí tiene la intención de invitar al diálogo y a la reflexión. Queda pendiente para la investigación educativa nacional el saber el impacto de los PIPs, por más diversos que sean, y si han contribuido a ampliar la inequidad existente entre escuelas urbanas “grandes” y escuelas “pequeñas”, como son las unidocentes y multigrado en áreas rurales -tal como lo informa la ECE hace años- en las cuales, posiblemente con menos de 50 mil soles por escuela, se podría haber hecho una considerable mejora en las condiciones de educabilidad de los estudiantes más pobres del país.
En este sentido es que nos preguntábamos si fue ético realizar una inversión como la planteada por estos PIPs, es decir, si fue bueno invertir en aquellas colegios/escuelas que de por sí tenían ventajas de entrada a su favor, en vez de invertir en aquellas que tenían condiciones más desfavorables. Al hacerlo de ese modo, ¿no se estaba ampliando aún más la brecha entre colegios/escuelas, como se observa en la brecha urbano/rural que reporta la ECE?
Aplicando los principios éticos de la investigación diríamos que no se trata sólo de hacer o procurar el bien (principio de beneficencia) sino también de evitar el mal o el daño a otros (principio de no maleficencia). Es, por lo tanto, una deseo legítimo, aspirar a que las inversiones públicas sean validadas previamente en su impacto pero que, además de recoger evidencias cuantitativas, se aprecié también el nivel ético de la inversión pública. Aunque falta hacer mucha investigación respecto a los PIPs surgidos al amparo del DU-004-2009, esperamos que toda inversión futura contemple los principios éticos mencionados. Y una experiencia próxima y en algo semejante a los PIPs son los “Colegios de Alto Rendimiento”. Estemos atentos a que la inversión tenga una dimensión ética.
Lima, mayo 24 de 2015