Edición 93

El drama de los adultos con altas capacidades

Los adultos con altas capacidades suelen disparar un trauma infantil a raíz, por ejemplo, de las dificultades para integrarse o manejar sus emociones

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Como educadores, estamos abocados a resolver los problemas, las barreras y las brechas educativas que sufren las niñas, niños y adolescentes, y es normal que centremos nuestro esfuerzo en la primera infancia, en la adolescencia, en la educación básica e inclusive en la educación superior de adolescentes y jóvenes. Las problemáticas apuntan siempre a resoluciones, intervenciones, inclusiones de personas que tienen el derecho a ser, a estar, a recibir, a participar, a mirar a los potenciales beneficiarios y sus carencias.

Sin embargo, ¿qué sucede con aquellas personas que pasaron desapercibidos toda su etapa formativa? ¿Qué pasa con aquellos a los que nunca se les dio la oportunidad de brillar con luz propia, aprovechando sus altas habilidades, sus potencialidades, sus talentos, sus altas capacidades? ¿Qué repercusiones puede traer consigo el no identificar ni atender estudiantes con altas capacidades en su vida adulta? ¿A qué riesgos se exponen?

Y es que la visión prospectiva es contraintuitiva para la gran mayoría de personas. A los seres humanos nos puede mucho más el cortoplacismo. Es algo que podemos ver, observar, y sobre lo cual es relativamente sencillo operar, actuar y tomar decisiones. Particularmente, además, en países como el nuestro, en que no es habitual diseñar planes de mediano y largo plazo, y si acaso se hacen, menos aún se cumplen, pues cada uno, funcionario y político, lo mismo que el ciudadano común, caemos en el inmediatismo de lo urgente, de lo cotidiano, de lo insubstancial.

Así pues, es raro que en educación pensemos en el producto futurible, de extremo largo plazo, el ciudadano formado que se incorpora al mundo y que debe valerse por sí mismo, empleando para ello una serie de recursos y demostrando conocimientos, habilidades y competencias. Así pues, son pocas las investigaciones, propuestas de intervención y proyectos que se abocan a describir, atender o resolver las problemáticas de los adultos con altas capacidades.

Sabemos que esa población existe, pero tan poco conocemos de ellos que resulta realmente algo alarmante el enorme desconocimiento que tenemos sobre ellos. Es posible que cientos de miles de exestudiantes con altas capacidades ahora de adultos sean víctimas de actitudes y conductas depresivas, represivas, evitativas, agresivas e incluso autolesivas, muchas veces incomprendidas también en su fase de adultos, con diagnósticos que se alejan de sus características de fondo.

Consecuencias de la falta de detección y atención de las altas capacidades en adultos

No son extraños los casos de adultos con altas capacidades tardíamente identificados, y he entrevistado a algunos de ellos, que han fracasado en sus estudios universitarios, no hallándose en varios intentos fallidos en diversas carreras teniendo problemas para retener empleos por problemas de relacionamiento con sus jefes, compañeros o a nivel personal en términos del control de sus emociones. Lo mismo en sus relaciones interpersonales, parejas y amistades.

Algo que sabemos es que los problemas que presentan los adultos tardíamente identificados con altas capacidades se van complejizando y agravando con los años, con la falta de apoyo, porque esto ocurre incluso dentro del claustro académico regular. Si un estudiante con altas capacidades no es atendido, en pocos años puede desarrollar no solo aburrimiento y desinterés frente al mundo académico, sino también desapego, anhedonia, insatisfacción, falta de método de estudio, acostumbrarse a dar el mínimo esfuerzo y que con eso sea suficiente: usualmente eso genera que se acostumbre a rendir lo mínimo posible, haciendo del mínimo esfuerzo su zona de confort absoluta y echando a perder sus potencialidades, es decir, conformismo y bajo rendimiento.

Por otro lado, la adaptación que realiza la persona con alta capacidad al entorno es problemática y se relaciona con problemas psicológicos como problemas de interacción interpersonal, baja autoestima, síndrome del impostor, así como factores de riesgo como el consumo de drogas, alcoholismo, ludopatía, etc. Esto se deriva de características básicas como la insatisfacción con el entorno, consigo mismos y con los demás, lo que los lleva al autocuestionamiento y cuestionamiento de los demás y el aislamiento social.

El sentirse distinto a otras personas también le llevan al autoaislamiento o soledad en el mundo. Esto a largo plazo suele magnificarse frente a tareas como conseguir amigos o parejas, lo cual puede resultar excepcionalmente complicado. Sus experiencias personales suelen ser auto-percibidas como extrañas, su manera de sentir las emociones y de interactuar con los demás los llevan a pensar que son raros. Al crecer y hacerse adultos, experimentan un vacío social, desean conectar profundamente con otros seres a nivel emocional e intelectual, compartir objetivos, intereses, las mismas inquietudes, pero esa pretensión puede ser frustrante por lo difícil de conseguir. 

Características cognitivas de adultos altas capacidades

Dentro de las características cognitivas, al igual que los niños, los adultos con alta capacidad, suelen mantener gran parte de sus destrezas en cada uno de los procesos cognitivos, a pesar del desgaste, de acostumbrarse a dar el mínimo esfuerzo. Es decir, pueden hacer uso de grandes capacidades de memoria, análisis, concentración, asociación de ideas, curiosidad por aprender, innovación, rapidez mental.  Algunos superdotados se sienten tan confiados en sus habilidades, que procrastinan frecuentemente, retrasando e incluso saboteando las tareas de que deben hacer, confiando en que podrán desarrollarlas bajo fuerte presión.

Suelen ser muy cuestionadores de todo, siempre con argumentos sólidos, con una alta capacidad de concentración e hiperactividad mental, que puede resultar agotadora. Su pensamiento es arborescente, es decir representa sin fin de ideas sin poderse detener, lo cual puede generar problemas de estrés. Esto sumado a la autocrítica y la tendencia a subvalorar sus propias capacidades, pueden conducirlos al síndrome del impostor. Muchos adultos superdotados suelen centrarse en sus defectos, se vuelven hipercríticos, intolerantes al mínimo fracaso y sienten que no merecen las habilidades o potencialidades que tienen, incluso los logros obtenidos.

Tal como los niños con altas capacidades, los adultos con altas capacidades también tienden a la necesidad de mantener la mente ocupada. Esto sumado a su capacidad de concentración puede llevarles a horas y horas de actividades que les sean interesantes, inclusive hasta parecer obsesivos. En contraste, puede aburrirse muy rápidamente con aquello que no les estimula o interesa lo suficiente.

Un rasgo muy claro es la gran creatividad e imaginación para razonar y aplicar conocimientos de un área en otra distinta, creando soluciones originales para diversos problemas. Sin embargo, sometidos a niveles altos de estrés, miedo al fracaso, demasiada autocrítica, etc., los adultos superdotados en particular y aquellos con altas capacidades pueden experimentar bloqueos creativos.

Características emocionales y sensitivas de adultos con altas capacidades

Las características emocionales y sensitivas del adulto superdotado suelen ser similares a las de los niños y adolescentes, usualmente varía la intensidad y va en aumento. Los adultos con altas capacidades suelen disparar un trauma infantil a raíz de, por ejemplo, las dificultades para integrarse en la escuela o manejar adecuadamente sus emociones durante la infancia.

Así como los niños con alta capacidad, los adultos con alta capacidad tienen una gran capacidad de reflexión sobre temas existenciales y filosóficos, pero también una tendencia a la depresión existencial, derivada de una preocupación excesiva, aunque inteligente por el tiempo y los conceptos de destino, origen y muerte.

Por otro lado, así como los niños con altas capacidades son altamente sensibles y su intensidad emocional puede ser muy elevada, como resultado de su elevada empatía y percepción del entorno, en los adultos con alta capacidad se desencadena usualmente una hipersensibilidad emocional (sobreexcitabilidad, según Dabrowksi), que afecta las áreas psicomotora, sensorial, emocional, intelectual e imaginativa.

En ese mismo sentido, su capacidad empática los suele llevar a sufrir en exceso por los demás, pues no solo son empáticos sino también simpatéticos, es decir, pueden sentir lo mismo que los demás, es decir el dolor ajeno y las injusticias.

Mientras tanto, también son capaces de plantearse continuamente el porqué de la vida, la muerte, el pasado, el futuro, la razón de ser, es decir, experimentar el sufrimiento por saber y entender demasiado, o lucidez excesiva.

Finalmente, los adultos con altas capacidades pueden haber pasado una gran parte de su vida tratando de ocultar el dolor o el desgaste emocional del que son víctimas. Con frecuencia, camuflan y evitan mostrar esa vulnerabilidad frente a psicólogos y otros especialistas de la salud, pasando nuevamente desapercibidos, como también lo fueron durante su etapa escolar. Se recomienda que si uno se identifica con varias de estas características, lo informe a un psicólogo.

Recomendaciones para adultos con posibles altas capacidades

La mejor recomendación que puede hacerse para los adultos que se identifican con varios de los rasgos de las altas capacidades intelectuales, es que vayan a un psicólogo para ser evaluados y tratados. Seguramente, el especialista podrá dar algunas alternativas o salidas frente a diferentes cuestiones, desde psicológicas, emocionales, intra e interpersonales. Es recomendable que formen grupos con otros adultos con sus mismas características, como por ejemplo, la Asociación MENSA, que reúne a los superdotados a partir de los 15 años y les brinda un espacio de interacción.

Lima, octubre de 2023

Basado en:

AEST – Asociación Española de Superdotados y con Talento para niños, adolescentes y adultos. Altas Capacidades. Los adultos con altas capacidades. https://www.aest.es/altas-capacidades-intelectuales-o-superdotacion/

Aguilar, M. Adultos con altas capacidades. ¿Cómo son? https://www.muyinteresante.es/salud/59717.html

Guinot, J. ¿Cómo son los adultos con altas capacidades? 11 Signos para identificarlos. https://www.mundopsicologos.com/articulos/como-son-los-adultos-con-altas-capacidades-11-signos-para-identificarlos

Sabater, V. Adultos con altas capacidades. ¿Cómo son? https://lamenteesmaravillosa.com/adultos-con-altas-capacidades-como-son/

 

 

 

Jose Manuel Delgado Taboada
Soy Magíster en Gerencia Social con mención en Gerencia de Proyectos y Programas Sociales por la Pontificia Universidad Católica del Perú, licenciado en Psicología con mención en Psicología Social por la PUCP. Cuento también un diplomado de Experto en Altas Capacidades por la UNIR. Gracias a mi tesis en Gerencia Social, que fue un estudio de caso del Programa PAENFTS, fui consultor y luego especialista en talento y superdotación en la Dirección de Educación Básica Especial del MINEDU por año y medio, tengo 10 años de experiencia en el sector de ONG en el desarrollo e implementación de proyectos sociales, y 7 años como docente en educación superior. Actualmente soy profesor de la Carrera de Psicología en la Universidad Científica del Sur.