Mayra Vila | EDUCACCIÓN
Tendemos a reducir el alcance de la educación al interior de los muros de la escuela, e incluso dentro de los muros del aula. Pero justamente, la ciudad y sus espacios públicos son aquellos que reflejan lo que somos como sociedad, es donde vivimos nuestra cultura e impregnamos nuestra identidad. Por lo tanto, es el principal espacio para vivenciar aprendizajes y donde pondremos en práctica lo aprendido en la escuela.
“Escuela es todo lo que hay bajo el sol”, fue la frase que utilizaron para explicarme la transformación de la ciudad de Medellín a partir de la educación. Al experimentar pasear por la ciudad en busca de las escuelas, caí en cuenta que cada espacio estaba pensado para calmarme, relajarme y compartir. La ciudad no solo era un camino para llegar a mi destino, sino un conjunto de experiencias diseñadas para permanecer, sentir y reconocer mi entorno con todos mis sentidos.
Cuando llegué a las escuelas, me percaté que promovían una transición natural con el espacio público, sus espacios interiores provocaban permanecer en ellos. El timbre de salida era una canción de Carlos Vives, lo cual generaba caminar a la salida al ritmo de una bachata. Incluso me topé con los parques biblioteca, espacios que articulaban esfuerzos con las escuelas de la zona, brindando recursos a los estudiantes. No todas las escuelas tenían que tener todo, pero en red sí que satisfacían todas las oportunidades que se puede brindar a estudiantes para que puedan descubrir sus habilidades y seguir desarrollándose integralmente.
Medellín me demostró que sí se puede pensar en una ciudad que, a partir de experiencias sensoriales, te lleve a la reflexión y al aprendizaje constante. Se puede comenzar a pensar en ciudades educadoras. Asimismo, constaté que pensar la ciudad como una red de espacios educativos te permitía abordar una visión estratégica de la planificación de la ciudad, articulando recursos en el territorio, y así aprovechar sus bondades para consolidar experiencias significativas que contribuyan a brindar una educación de calidad.
El 2019 inició con buenas noticias para el Perú, se instalaron nuevos alcaldes y con ello, se anunció que Lima se incorporaría a la red internacional “La Ciudad de las niñas y niños”.1 Esta propuesta se basa en la filosofía de Francesco Tonucci, quien ha impulsado el desarrollo de ciudades pensadas por y para los niños. 2 Y es que, según Tonucci, dejar a los niños opinar sobre el diseño de la ciudad es hacer ciudades más inclusivas, ya que ellos no se preocupan por el automóvil y las oficinas que ocupamos en la vida adulta, sino justamente de sus abuelos, hermanos y personas con discapacidad, quienes dan sentido a la vida en la ciudad. Así, se da paso a que Lima se transforme a la luz de sus habitantes. Es decir, diseñar ciudades inclusivas que propicien la presencia y la participación de todos los que lo habitan.
Las buena noticias siguieron con la realización del “I Encuentro de Alcaldes de Lima Metropolitana por la Educación” organizado por la Dirección Regional de Educación de Lima, en el cual los alcaldes se comprometieron a trabajar en temas de seguridad ciudadana, mejora de locales educativos, reducción del riesgo de desastres y la promoción del desarrollo profesional docente; así como en la lucha contra la anemia y la promoción de la alimentación saludable. 3 Ello refleja un interés político por articular esfuerzos hacia la educación, y la comprensión que el aprendizaje se gesta más allá de los muros de la escuela.
La voluntad política nos muestra un panorama positivo para empezar a soñar. A soñar con una ciudad que contribuya a consolidar los aprendizajes que nos llevarán a ser mejores ciudadanos cada día. Sin embargo, el reto más grande es comenzar a desarrollar las acciones para implementar una ciudad educadora. Y en ese sentido, hay tres factores que son indispensables para plantear una visión estratégica del territorio hacia la educación: los procesos participativos, el diseño arquitectónico innovador y adaptado al clima de la zona y, finalmente, la estrategia de gestión.
Procesos participativos
Según los “Lineamientos de Espacios Educativos” del Ministerio de Educación, es un principio pedagógico del espacio que la escuela debe fortalecer su entorno, para lo cual se define así:
“Los espacios educativos son un espacio privilegiado para vincular a la comunidad y generar un impacto positivo en ella. Se debe entender la Institución Educativa como un núcleo que debe permitir la reflexión y la toma de decisiones sobre cómo se organiza y funciona pedagógicamente el espacio que está alrededor de ella, tanto en lo inmediato como a escala urbana y territorial. Comprender a la Institución Educativa en el marco de ciudades educadoras y sostenibles permitirá tener una visión global del desarrollo de la ciudad. Esto ayudará a vincular los espacios de la escuela y la ciudad generando sinergias de recursos y el uso optimizado de los espacios.” 4
Ello nos invita a pensar en los procesos participativos como herramienta para vincular a la comunidad con la transformación de la ciudad. No se trata solo de cambios físicos en nuestro entorno, sino de un cambio de hábito respecto al uso del espacio y para ello establecer nuevas normas de convivencia. Es por ello que, implementar una ciudad que asuma el uso respetuoso y democrático del espacio, implica un cambio de hábitos que, finalmente, son consensos para una convivencia pacífica.
Existen experiencias exitosas en Lima del desarrollo de este tipo de procesos. Tal es el caso del “Centro Cultural del Comedor San Martin del Once” ubicado en la balanza Comas. Proyecto liderado por la Asociación Coordinadora de la Ciudad en Construcción (CCC), quienes diseñaron y construyeron el espacio conjuntamente con la comunidad. Ello, permitió consolidar su participación activa para la gestión del Centro Cultural y su sostenibilidad en el tiempo. Ahora los niños y niñas cuentan con una biblioteca y diversos talleres que se dictan en la sala de usos múltiples, los cuales son gestionados por CCC y la comunidad. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo generar sentido de pertenencia con el entorno, así como empoderar a la comunidad en la gestión de sus espacios públicos.
Diseño arquitectónico innovador y adaptado al clima de la zona
Según Barret (2019), la evidencia muestra que muchos de los factores que consideramos para denominar a un espacio “saludable”, tienen impacto significativo en los aprendizajes de los estudiantes. También lo tienen factores adicionales, como la decoración, los muebles, equipamiento, así como la forma de uso del espacio y la forma de apropiación del mismo. Es por este motivo que un diseño innovador orientado a que el espacio cumpla con diversas finalidades pedagógicas, tendrá impacto en los aprendizajes. 5
En ese sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del proyecto regional “Aprendizajes en las Escuelas del Siglo XXI”, impulsó el desarrollo del catálogo de escuelas del siglo XXI de América Latina y el Caribe en el cual se muestran 7 escuelas Peruanas de zonas urbanas y rurales del sector público y privado. Resaltan estas escuelas por sus innovaciones en cuanto a la optimización de recursos, las consideraciones climáticas, trabajo participativo con la comunidad y la articulación de la finalidad pedagógica del espacio con el diseño. 6 Es una gran noticia poder mostrar referentes peruanos para identificar proyectos innovadores que contribuyan a la educación. Y también, un gran paso para evidenciar como el espacio contribuye al desarrollo de aprendizajes.
Así mismo, el Ministerio de Educación (MINEDU) desarrolló a través de un concurso público los catálogos de Escuelas Modulares que se implementarán en cinco zonas bioclimáticas del Perú hacia el bicentenario. 7 Ello pone sobre la mesa la variable climática y el reconocimiento de la diversidad de nuestro país que, a su vez, es ir incorporando el enfoque intercultural y ambiental al desarrollo de la infraestructura.
Así mismo, no hace falta grandes inversiones para generar grandes cambios. Tal es el caso del proyecto “Retablo & Comedor” realizado por la Asociación AULA espacios para el aprendizaje, en el cual reutilizando un almacén de libros lograron transformar el patio de una escuela en un espacio de lectura. Es un gran ejemplo que con poco se puede hacer mucho, solo basta la imaginación.
Estrategia de gestión
Brindar intervenciones sostenibles requiere de un arduo trabajo de articulación entre los diversos niveles de gobierno, así como políticas públicas que sean claras en cuanto al rol que le toca jugar a cada actor. Se requiere de una visión estratégica en la cual se defina las características de los espacios y como la ciudad contribuye al servicio educativo para garantizar el desarrollo de aprendizajes y, en ese proceso, consolidar las gestiones que permitan articular la construcción del espacio físico y su gestión cultural.
Pensar una estrategia de gestión desde un enfoque territorial permite planificar la inversión en red para la optimización de recursos. En un radio de acción definido, identificar el conjunto de servicios que permita a la población acceder a ellos sin tener que trasladarse entre muchos distritos. Por ejemplo, en el caso de Medellín, los parques biblioteca juegan un rol importante para complementar la oferta educativa que se brinda en las escuelas a niños, adolescentes e inclusive adultos.
En conclusión, ya hay un camino trazado en cuanto a participación y diseño, lo cual nos ha permitido tomar lecciones aprendidas, las cuales toca implementar y así seguir en el camino para mejorar las ciudades del Perú. Sin embargo, el principal reto es gestionar la implementación articulada de las ciudades educadoras, generando cambios sostenibles en el tiempo. Necesitamos entregar a la ciudad espacios dignos para la educación, es decir, llevar la visión de la educación desde el enfoque de Espacios Educativos a la ciudad, por lo cual debemos entender cada espacio como una oportunidad de aprendizaje.
Es indispensable comenzar a pensar en las ciudades como aquella estructura física y social que permitirá abordar los principales problemas que tenemos como sociedad, y así permitir que nuevas generaciones crezcan en entornos seguros y saludables. Si un niño crece rodeado de basura, sin percibir el bienestar de caminar bajo la sombra de un árbol, sin establecer normas de convivencia en el espacio público, difícilmente le dará valor a aquellas características cuando crezca. Necesitamos mejores espacios que alberguen a mejores ciudadanos, para así constituir una cultura de paz.
Lima, 11 de febrero de 2019
NOTAS
- Fuente: http://www.munlima.gob.pe/noticias/item/37560-mml-trabajara-por-las-ninas-y-los-ninos?fbclid=IwAR0A-fI8kYx257FS-E6UsnbqiQ6S_-il2lmyPHadYpsw92kPrUfNx1YSrq0
- Entrevista a Francesco Tonucci recuperada desde https://www.youtube.com/watch?v=cU7dYGwtx60
- Fuente: http://www.drelm.gob.pe/drelm/noticias/alcaldes-de-lima-firman-compromiso-por-la-educacion/
- Lineamientos para la Organización y funcionamiento pedagógico de Espacios Educativos aprobados por Resolución de Secretaria General N°172-2017-MINEDU
- Barrett, P., Treves, A., Shmis,T., Ambasz,D. & Ustinova, M. (2019). The Impact of School Infrastructure on Learning: A Synthesis of the Evidence. International Development in Focus. Washington, DC: World Bank. doi:10.1596/978-1-4648-1378-8 License: Creative Commons Attribution CC BY 3.0 IGO
- Fuente: https://escuelassigloxxi.iadb.org/escuelas
- Fuente: https://www.archdaily.co/co/910065/estos-son-los-catalogos-de-escuelas-modulares-que-se-implementaran-en-cinco-zonas-bioclimaticas-del-peru