Kristel Oyola | EDUCACCIÓN
A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Japón perdió el 42% de su riqueza nacional y el 44% de la capacidad industrial, forzando a su población a asumir el gran reto de la reconstrucción económica. Una de las estrategias que impulsó el incremento económico fue la implementación de una política educativa cuyo objetivo fue la transferencia de tecnología de países conocedores del tema logrando convertirse en uno de los países más industrializados del mundo. De las acciones fundamentales que se realizaron durante el diseño de la estrategia, se puede mencionar el análisis, el diseño y la implementación de una estrategia sólida basada en la gestión del conocimiento que se enfocaba al desarrollo tecnológico del país. |
Japón es uno de los múltiples ejemplos que se pueden encontrar cuando inicias la búsqueda del gran impacto que se alcanza al gestionar el conocimiento. Las personas que formamos parte del sistema educativo tenemos un rol fundamental para apostar por una gestión educativa que permita poner a disposición el conocimiento con el fin de promover la inventiva de estudiantes, docentes, directivos, lideres educativos, etc.
Es innegable señalar que el conocimiento es el punto de partida a un crecimiento sostenible y continuo que promueve no sólo la mejora conjunta sino también personal; para ello, se requiere establecer una estrategia solida de gestión cuyo fin sea insertar valor agregado a los procesos, servicios, productos, etc. La política educativa japonesa de posguerra contó con estas bases, permitiendo así un crecimiento económico beneficioso para todos.
La gestión del conocimiento es un proceso lógico, organizado y sistemático que apunta a la optimización de los recursos humanos y materiales. Por ello requiere contar con una estrategia de implementación cuyos hitos no solo apunten al logro de la meta sino también a prever las posibles contingencias que se puedan encontrar durante la ejecución.
Para una óptima gestión del conocimiento se debe realizar un análisis de las oportunidades, amenazas, necesidades y fortalezas de la comunidad educativa. Estos elementos deben ser el insumo para el diseño de una estrategia de cinco fases:
- Objetivar los conocimientos, lo cual implica poner en blanco y negro las mejoras validadas de la comunidad en un manual, ficha, etc.
- Distribuir los materiales resultado de la objetivación con el fin de poner a disposición el conocimiento entre sus miembros.
- Promover la inventiva de la comunidad a través de la implementación de ideas: haciendo uso de los materiales distribuidos, no a modo de réplica, sino con la intención de testear adaptaciones a modo de mejora continua.
- Evaluar el impacto; para así volver a compilar procesos, conocimientos, etc. y volver a poner a disposición lo aprendido.
- Integrar los conocimientos de manera estratégica.
El proceso descrito no solo busca que la mejora continua sea parte de la cultura organizacional de la comunidad educativa sino también apunta por la genuina apuesta a la capacidad de cada uno de sus miembros como agentes de cambio. Asimismo, los procesos iterativos fomentan la apropiación de los conocimientos por aquellos que se arriesgan a lanzar una propuesta, y eventualmente todos los miembros querrán ser parte del proceso. Esta estrategia debe contar también con un constante recojo de necesidad de aprendizaje por parte de sus miembros; para así considerar en el plan la temático de la formación continua.
La gestión del conocimiento como parte de la comunidad educativa enriquece la labor de sus actores y los empodera al desarrollar sus competencias personales y profesionales. El aspecto más beneficioso del mismo es la promoción del pensamiento paralelo, flexible y crítico que tanto necesitamos como país.
La necesidad de fomentar la mejora de todos es tanto una obligación como un derecho. Somos una sociedad que convive en una diversidad enriquecedora, merecedora de compartir y gestionar lo que se conoce. El miedo al error, la rigidez de pensamiento, entre otros males, pueden atacarse a partir de la gestión del conocimiento. Tenemos la suerte de vivir en una sociedad llamada “sociedad del conocimiento”; donde las oportunidades se crean no sólo desde cada persona sino entre nosotros como puentes que nos lleven de la mano hacia un mejor Perú.
Lima, 10 de junio de 2021
REFERENCIAS
Nagles G., Nofal (2007). La gestión del conocimiento como fuente de innovación. Revista Escuela de Administración de Negocios. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=20611495008
Otter T. & Cortez M. (2003). Gestión del Conocimiento. Programa de medios de Comunicación y Democracia en América Latina. Disponible en: https://www.kas.de/c/document_library/get_file?uuid=8bb44546-c584-3a98-e37d-9e2f5ea0833e&groupId=252038
Rodríguez, E. (s/f) Crecimiento económico, crisis y reformas en Japón en las dos últimas décadas. Eumet.net –Enciclopedia Virtual. Disponible en: https://www.eumed.net/tesis-doctorales/2012/era/economia_japon_posguerra.html