Kimberly Alarcón Rojas / Para EDUCACCIÓN
Aproximándose el fin de año, el momento se vuelve propicio para empezar a hacer un balance de lo avanzado e identificar los pasos que siguen. Este tipo de reflexión es una especie de rendición de cuentas que se hace mentalmente en nuestro intento de valorar lo que se hizo, y maximizar el tiempo que queda para poder hacer lo más que se pueda antes de fin de año. Si bien este ejercicio puede hacerse en diferentes niveles y horizontes, desde lo personal hasta lo más colectivo y desde diversos roles, este se vuelve ineludible cuando se trata de los planes como país.
El quinquenio que viene es especial por cuanto celebraremos el bicentenario de nuestra independencia y con esa fecha, también viene el momento de la verificación de los planes y proyectos realizados. Teniendo en cuenta los retos planteados el 2007 por el Proyecto Educativo Nacional al 2021 a través de sus 6 objetivos, ¿qué podríamos decir sobre el grado de logro de cada uno de ellos hoy, al 2015?
- Oportunidades y resultados educativos de igual calidad para todos
- Estudiantes e instituciones educativas que logran aprendizajes pertinentes y de calidad
- Maestros bien preparados ejercen profesionalmente la docencia
- Una gestión descentralizada, democrática, que logra resultados y es financiada con equidad
- Educación superior de calidad se convierte en factor favorable para el desarrollo y la competitividad
- Una sociedad que educa a sus ciudadanos y los compromete con su comunidad
Desde este espacio en EDUCACCIÓN, esta suerte de balance es un documento que ha empezado a construirse y que requiere de la opinión informada de los lectores: docentes de escuelas públicas y privadas, trabajadores del sector educación, profesionales interesados en la mejora de la educación en el país, ciudadanos, etc. Sus opiniones serán bienvenidas y este ensayo de creación conjunta del balance de lo avanzado en torno al Proyecto Educativo Nacional podrá ser publicado en la siguiente edición de la revista. La pregunta que habría que responder es la siguiente:
¿Cuánto se ha avanzado en el logro de los objetivos del Proyecto Educativo Nacional y qué se podría hacer para cumplirlos al 2021?
Busquemos respuestas reflexivas, críticas y constructivas. Alguien que nos puede inspirar a hacerlo es Jorge Basadre, a quien no se puede evitar citar cuando se trata de analizar constructivamente nuestro país. El Proyecto Educativo Nacional lo cita y nosotros podríamos intentar mirar también el Perú con esos ojos.
“No podemos, por cierto, curar con un solo trazo deficiencias arraigadas, satisfacer totalmente necesidades angustiosas o recuperar, en uno o dos años, o en unos cuantos años, el tiempo perdido o malgastado, o no integralmente empleado por generaciones anteriores, cuyos esfuerzos constructivos, por otra parte, no debemos ni podemos desconocer sino, por el contrario, necesitamos reconocer y honrar. Urge que podamos educar no sólo a niños, adolescentes y analfabetos adultos, sino también a nuestra opinión pública y a nuestras clases o sectores dirigentes y a estos últimos para que comprendan y se resignen a que los problemas educativos sean estudiados, confrontados y abordados técnicamente y en forma adecuada y a largo plazo”.
Jorge Basadre [Materiales para otra morada, 1960]
Las respuestas las pueden enviar a mi correo kimberly.alarcon@educaccionperu.org o también dejarlas en la sección de comentarios del presente artículo. Muchas gracias.
Lima, 30 de noviembre de 2015
