Miguel Ángel Oeste | El Cultural
Cuando el escritor y periodista sueco Stieg Larsson (1954-2004) saltó a la fama con la exitosa trilogía Millennium –Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire– algunos quisieron ver que renovaba el género negro con un estilo de narración ágil adscrita a la crónica periodística, con sus dosis de denuncia social y política y tramas pegadas a la actualidad en las que hablaba de trata de personas, violencia contra la mujer, corrupción… pero en realidad, estos ya eran elementos presentes en el género negro-criminal desarrollados con espléndido vigor. Larsson seguía la tradición de la novela policíaca clásica, pero consiguió crear dos personajes carismáticos, fuertes, que tal vez bordeaban el género: Lisbeth Salander y Mikael Blowkvist… Leer más