Cynthia Capriata | EDUCACCIÓN
Cuando en educación, y particularmente en educación artística, se trata el aspecto cultural, a menudo se entra en la inercia de concebir la cultura como una estructura fija que identifica perennemente a una comunidad. Algo así como un gran conglomerado de productos materiales, pensamientos, comportamientos y hábitos específicos; entre los cuales el arte vendría a ser una especie de acción y experiencia estética socializada. La consecuencia de ello es que los conceptos de cultura, etnia, grupo racial o comunidad suelen utilizarse prácticamente como sinónimos.
Imanol Aguirre Arriaga
Terminamos el año explorando el alcance de la competencia de creación y remarcando el potencial que tiene la educación artística en las escuelas de enseñarles a los estudiantes a mantener una relación dinámica con prácticas culturales. Como hemos podido apreciar en otras entregas, el proceso de análisis crítico y el proceso creativo están intrínsecamente vinculados. Hay aspectos del proceso de análisis crítico que se utilizan también durante el proceso creativo en las etapas de revisión, reflexión y evaluación. Dado que la creación artística se nutre y utiliza recursos simbólicos del contexto cultural, la competencia de creación no tiene por qué estar desconectada de lo cultural en las escuelas. Es el balance de ambas competencias que les permite a los estudiantes experimentar múltiples maneras de interactuar con el arte dentro de contextos culturalmente ricos y diversos.
¿Estamos facilitando una relación dinámica con la cultura?
Imanol Aguirre señala en Las artes en la trama de la cultura. Fundamentos para renovar la educación artística la urgencia de evitar una relación estática con la cultura y promover la idea del arte como un sistema simbólico en permanente interacción con otros sistemas simbólicos de la cultura. La Competencia de creación es la competencia artística que parte de los estudiantes y de sus universos culturales. Es la que los envuelve en experiencias creativas culturalmente relevantes desde dónde resuelven problemas de significación, articulan aspectos sociales, físicos, emocionales e intelectuales y definen quienes son. Los estudiantes gradualmente aprenden a identificar qué identidades son las que los movilizan como hijxs, hermanxs o ciudadanxs dentro de su cultura, comunidad o gremio y a representarlas.
Al enseñar esta competencia, es importante tomar en cuenta expresiones culturales de diversos géneros, formas, épocas, estilos y procedencias para mantener una perspectiva intercultural amplia que se pueda trabajar a partir de los universos culturales de los estudiantes. ¡Hay que insertar al centro la experiencia artística y cultural de los estudiantes! Así ellos aprenden a conocerse, desarrollan su autonomía, se autorregulan, exploran su curiosidad e imaginación y se hacen responsables de sus intereses. Esta competencia les permite a los estudiantes ser proactivos y tolerantes, consigo mismos y con otros, y los forma de manera integral.
¿Qué facilita el aprendizaje artístico y cultural? Preguntas, preguntas y más preguntas
Para cultivar el pensamiento creativo tenemos que empezar pronto a hacernos preguntas, definir conceptos y experiencias, experimentar con alternativas, generar ideas y evaluar las propias. La solución es enmarcar la enseñanza del aprendizaje en estructuras abiertas con suficiente latitud para que los docentes incorporen sus iniciativas y las de sus estudiantes. Generar conocimiento a través de los lenguajes de arte en procesos creativos auténticos y de análisis crítico que reflejen identidades propias y las relaciones que los estudiantes establecen entre sí y con entornos, naturales, artísticos y culturales. Tomando en consideración que cada uno añade un universo simbólico característico y la articulación de discursos propios.
Es a través de lo vivido, de las relaciones personales e intersubjetivas que los estudiantes avanzan hacia la acción educativa y artística más significativa. Basan las decisiones que toman durante el proceso creativo en sus experiencias, pensamientos, concepciones, y creencias. Debido a ello, es crucial desarrollar el pensamiento creativo y crítico desde una perspectiva relacional. ¿Cómo es ser lo que soy? ¿Cómo es ser lo que no soy? ¿De dónde vengo, a dónde voy? ¿Cómo puedo representar visualmente quién soy, o qué movimiento no me define, qué sonidos me describen? Preguntas de esta naturaleza promueven la reflexión de los estudiantes. Les permiten conocer el conjunto de ideas que pueden desarrollar, sus creencias y los supuestos que han construido a lo largo de sus vidas y la oportunidad de descubrir con lo familiar nuevas conexiones y perspectivas.
Trabajar con preguntas abiertas dota a los estudiantes con destrezas para generar procesos de aprendizaje más creativos aparte de ser una herramienta motivadora que los envuelve en su imaginación y procesos de creación. O se pueden “problematizar” estereotipos negativos con base en raza, género, religión, política, etnia, edad incluso capacidad física y mental presentes en la sociedad, en el grupo y posiblemente reducirlos. De esta manera, los estudiantes pueden confrontar ideas preconcebidas más conscientemente y evaluar la complejidad de su pensamiento creativo y crítico. Así aprenden a auto monitorear contenidos y modos de pensar.
Lo que hay que evitar es la rigidez del pensamiento lógico. O pensar verticalmente para poder explorar mejores posibilidades de encontrar soluciones nunca antes imaginadas. Edward Bono habla de pensar lateralmente lo que significa abrir espacios nuevos para la creatividad de manera indirecta y con un enfoque creativo. Es muy útil dejar que los estudiantes salten de una idea a otra y ahonden sus intuiciones para despertar el flujo natural de ideas, el famoso “flow” de Mihaly Csikszentmihalyi y alcanzar ese estado armonioso que les permitirá no rechazar prematuramente sus ideas y explorar la magia del proceso creativo a través de sus motivaciones.
Los estudiantes se empoderan al trabajar el proceso creativo siguiendo la chispa de sus intereses, cuestionando y explorando cosas que otros consideran obvias. De esta manera, ellos aprenden a desarrollarse a partir de necesidades expresivas específicas. El aula que involucra a los estudiantes a través de su experiencia con los contenidos, procesos y materiales en sus procesos creativos tiene el potencial de transformarse en un laboratorio de creación experimental. Y no es que los estudiantes tengan que tener talentos extraordinarios, pero sí se deben dar las condiciones adecuadas para que a través de esta competencia ellos puedan desarrollar múltiples dimensiones de su persona en lo físico, emocional, intelectual, social, espiritual y cultural. No es un aprendizaje que solo afecta el rendimiento académico de los estudiantes.
¿Estamos listos para abrazar la nueva propuesta curricular?
En el nuevo Currículo Nacional, la competencia de creación se llama Crea proyectos desde los lenguajes artísticos. Cabe preguntarse si las escuelas están listas para abrazar la nueva propuesta curricular tal como está escrita. ¿Cuántos aprendizajes trabajan por proyectos? ¿Cuántas escuelas existen que fomentan la interdisciplinariedad entre aprendizajes? Imagino que muchas no tienen dificultad en aplicar el enfoque intercultural que en este aprendizaje es esencial. Por allí vamos bien. ¿Pero el resto…?
La preocupación por desarrollar con mayor énfasis las competencias de matemáticas y comunicación, ha puesto a las escuelas en una carrera por igualar indicadores y seguir calendarios exigentes con demasiados exámenes y rutinas poco creativas. Es decir, se pone mucho peso en lo académico y se deja de lado el desarrollo de la totalidad del estudiante. Es una visión limitada. Reduce la posibilidad de que los estudiantes reciban una educación holística que abarque el desarrollo de habilidades necesarias para el siglo XXI y los prepare simultáneamente en varios frentes. El ideal es promover lo opuesto, situar a los estudiantes en una posición favorable para incorporar mayor creatividad e innovación al aprender. Es una desventaja para los estudiantes que el aprendizaje de las artes se centre muchas veces en ejercicios técnicos y culturalmente descontextualizados dentro de las escuelas. En un programa bien llevado, la competencia de creación genera en ellos una conciencia más asertiva sobre las implicancias de las artes en su educación y posiblemente en la sociedad.
Conociendo la competencia de creación Crea proyectos desde los lenguajes artísticos
El currículo explica la competencia Crea proyectos desde los lenguajes artísticos de la siguiente manera:
El estudiante usa los diversos lenguajes artísticos (artes visuales, música, danza, teatro, artes interdisciplinares y otros) para expresar o comunicar mensajes, idea y sentimientos. Pone en práctica habilidades imaginativas, creativas y reflexivas para generar ideas, planificar, concretar propuestas y evaluarlas de manera continua, para lo cual hace uso de recursos y conocimientos que ha desarrollado en su interacción con el entorno, con manifestaciones artístico- culturales diversas y con los diversos lenguajes artísticos. Experimenta, investiga y aplica los diferentes materiales, técnicas y elementos del arte con una intención específica. Asimismo, reflexiona sobre sus procesos y creaciones y los comunica a otros, con el fin de seguir desarrollando sus capacidades críticas y creativas.
Esta competencia se enmarca dentro del proceso creativo y el pensamiento divergente. Los estudiantes aprenden haciendo. Como ya hemos venido sugiriendo, durante el proceso creativo se exploran posibilidades, se buscan y solucionan problemas y se toman decisiones. Se desarrolla la creatividad al articular la sinergia de las capacidades Exploran y experimentan, Utilizan procesos de creación y Evalúan y comunican. Los estudiantes cultivan el pensamiento creativo. Este se define como el pensamiento que les permite a los estudiantes aplicar su imaginación para generar ideas, preguntas e hipótesis, experimentando con alternativas y evaluar sus propias ideas y las de sus compañeros, productos finales y procesos.
La competencia activa la combinación de las siguientes capacidades:
- Explora y experimenta los lenguajes del arte significa experimentar, improvisar y desarrollar habilidades en el uso de los medios, materiales, herramientas y técnicas de los diversos lenguajes del arte.
- Aplica procesos creativos supone generar ideas, investigar, tomar decisiones y poner en práctica sus conocimientos para elaborar un proyecto artístico individual o colaborativo en relación a una intención específica.
- Evalúa y socializa sus procesos y proyectos significa registrar sus experiencias, comunicar sus descubrimientos y compartir sus creaciones con otros, para profundizar en ellos y reflexionar sobre sus ideas y experiencias.
Conociendo las capacidades de la competencia Crea proyectos desde los lenguajes artísticos
La capacidad Explora y experimenta los lenguajes del arte permite examinar las distintas posibilidades creativas, la abstracción y el diálogo interno que conecta sensaciones y acciones con ideas. Está muy vinculada a la percepción de estímulos externos, al uso de la imaginación y al sentido de aprender a partir del asombro y el descubrimiento. Debido a ello, también tiene una conexión directa con la motivación. La exploración e indagación que se realiza durante el proceso creativo hace que los estudiantes aprendan de las cosas que van surgiendo en el uso de los medios, materiales, herramientas y técnicas de los diversos lenguajes del arte y que se originan durante las acciones y las diferentes actividades de su propio proceso de aprendizaje.
Se parte de una expectativa que activa la imaginación, las sensaciones y las acciones con la materia, las herramientas y los procesos. Esa indagación es clave. Los estudiantes aprenden a identificar, definir, reaccionar y enfrentarse de manera constructiva a lo que está a su alrededor y lo que ellos activan. También a los cambios, las dificultades y las sorpresas de su proceso de aprendizaje. Esto los hace ser más flexibles a los vaivenes y los retos creativos que se presentan en el camino. Es una experiencia que les sirve a los estudiantes para recoger la información necesaria que les permite seguir estudiando y sustentando sus creaciones. ¡Aprendizaje auténtico de primera! Los estudiantes definen a través de su experiencia lo que les es útil para seguir adelante en su proceso creativo o lo que deben descartar. Aplican su criterio para hacer los cambios necesarios.
Aplica técnicas y procesos de los diversos lenguajes artísticos en el proceso creativo supone asimilar los conocimientos adquiridos durante la etapa de exploración y poner en práctica esos conocimientos para elaborar proyectos artísticos en relación a una intención específica. No importa si el proyecto es individual o colaborativo. Los estudiantes extienden las ideas para sus proyectos artísticos a partir de su imaginación y vivencias, de sus exploraciones, experiencias sensoriales, y observaciones, y las enmarcan dentro de la tarea propuesta en clase.
Esta capacidad les permite a los estudiantes desarrollar habilidades y destrezas en el uso más comprensivo de códigos que posibilitan su expresión creativa con el fin de transmitir sus intenciones de la mejor manera. Esto va de la mano con el uso efectivo, apropiado y seguro de diversos procedimientos. Así los estudiantes generan ideas y posibilidades creativas que luego las investigan, aprenden a priorizar el aprendizaje e identificar sus necesidades comunicativas y expresivas. Van adquiriendo estrategias y conocimiento específico sobre la aplicación y combinación de diferentes técnicas, herramientas, procesos y materiales en sus proyectos. Por supuesto, aprenden a sistematizar el aprendizaje especialmente en proyectos a largo plazo.
La capacidad Evalúa y socializa sus procesos y proyectos implica presentar, comunicar, valorar y evaluar las ideas y los sentimientos expresados en sus proyectos. Al reflexionar y evaluar sus esfuerzos en acciones metacognitivas, los estudiantes re imaginan los pasos y las decisiones tomadas. Pueden construir nuevas narrativas o reconstruir el sentido que esas decisiones han tenido para ellos. Re examinar las condiciones o los desafíos de su proceso creativo lleva a los estudiantes a hacerse preguntas sobre las maneras particulares en las que resolvieron problemas complejos: las estrategias que utilizaron, reflexionan sobre sus ideas y la perseverancia requerida para explorar a fondo su creatividad, entre otros.
La evaluación es reflexiva y variada. Desarrollar sus proyectos implica reconstruir sus decisiones como ya hemos mencionado anteriormente. Primero investigan las técnicas y procesos, tecnologías y materiales de acuerdo a sus intereses y curiosidad. Describen las conexiones entre el estímulo y los materiales, la transferencia de la idea original al proceso y explican el significado personal, social y cultural de sus creaciones. Luego demuestran la capacidad inventiva empleada y miran sus esfuerzos desde distintas perspectivas con la retroalimentación del docente y de sus pares. Tanto durante el proceso creativo como al final con diferentes criterios para cada etapa se aproximan y evalúan sus esfuerzos y el uso de los recursos utilizados de manera autónoma o con el apoyo de otros. Como se puede percibir, la evaluación tiene paralelos con los procesos metacognitivos.
Conclusión
Como hemos podido ver, la creación artística se nutre y utiliza recursos simbólicos del contexto cultural y la competencia de creación no tiene por qué estar desconectada de lo cultural en las escuelas. Es la competencia que facilita la exploración del conjunto de elementos que conforman la experiencia con lo artístico y cultural desde el proceso creativo. Los estudiantes reflejan sus experiencias y su relación con el entorno utilizando los códigos y las herramientas de los lenguajes artísticos para hacer visible sus ideas, emociones y sentimientos con autenticidad. Siempre tratando de optar por la diversidad y el pensamiento más complejo que los proyectos permiten desarrollar.
Lo que propone el nuevo currículo es que cada vez más, se puedan introducir proyectos interdisciplinares entre los lenguajes artísticos y/o con otros aprendizajes incorporando situaciones reales o expresiones artísticas de su contexto cultural en diálogo con otros contextos. Está por verse su aplicación en las escuelas. Mientras tanto, ¡a seguir afinando el trabajo por proyectos!
Lima, 17 de diciembre de 2018
REFERENCIAS
Aguirre, Imanol. Las artes en la trama de la cultura. Fundamentos para renovar la educación artística. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337027033002. 17/12/2018.
Descarga ➡ el Nuevo Currículo Nacional en el siguiente enlace: http://www.minedu.gob.pe/curriculo/
Descarga aquí ➡ Interactúa con el Arte, propuesta curricular del aprendizaje, Minedu 2015