THE WASHINGTON POST | JACKSON DIEHL
He aquí algunas inesperadas buenas noticias desde el frente de batalla del COVID-19: en muchos de los lugares con más pobreza del planeta, donde las agencias sanitarias se han estado preparando para una embestida demoledora, el coronavirus, hasta el momento, solo ha dado un golpe de refilón.
Consideremos algunas de las zonas más críticas con crisis humanitarias: la provincia de Idlib en Siria, los campamentos de refugiados de rohinyás en Bangladesh, la Franja de Gaza, y Yemen, Somalia y Sudán del Sur, países que han sido azotados por la guerra. Hasta la semana pasada, un conteo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalaba que todos esos lugares habían registrado un total de solo un poco más de 1,800 infecciones de coronavirus y 79 muertos, en una población de casi 60 millones de habitantes. Para contrastar, el Distrito de Columbia, con una población de 700,000, ha registrado unos 8,000 casos y 427 fallecidos… Leer más