Ricardo Cuenca | ENACCIÓN
En un balance sobre la situación de la cuestión docente durante el 2018, la idea principal es el retorno a una reforma docente emprendida en el 2012, que se vio interrumpida entre finales del 2017 e inicios del 2018. Esta decisión política fue acertada y es fundamental cuando se quiere construir políticas públicas de calidad. En particular, quiero destacar cuatro aspectos de esta reforma.
Resulta un hito importante la aprobación del modelo de servicio educativo para las escuelas de educación superior pedagógica. Esta norma propone un enfoque de gestión que, aunque discutible, tiene la gran virtud de ordenar el subsistema de la formación inicial, que no solo no había sido atendido con la prioridad que se merece, sino que tuvo acciones aisladas, de distintas calidades, que imposibilitó trabajar estructuradamente en los cambios necesarios.
La continuidad de las evaluaciones es un tema importante. Se han realizado durante el año, al menos, 7 y, especialmente, es altamente importante la evaluación de desempeño. En ella se pone en estricto a prueba el enfoque meritocrático de las carreras y, también se pone en práctica un conjunto de hipótesis y procedimientos. Resulta fundamental sacar todas las lecciones posibles, pues el reto de “la escala” así lo exige.
Por otro lado, un asunto pendiente de atender por el Ministerio de Educación es el creciente número de docentes contratados. Aun cuando la justificación es la necesidad de cubrir la expansión de la educación inicial y los modelos complementarios de la educación secundaria, la presencia de poco más de un tercio de docentes contratados genera una tensión al enfoque meritocrático de la carrera y una incertidumbre frente al desarrollo de la profesión.
Más tensa aún es la amenaza a la reforma, que apareció hacia finales del año. La comisión de educación, deporte y juventud del Congreso de la República aprobó un proyecto de ley, que debe ser aún debatido en el pleno, que dispone la restitución de un grupo de docentes interinos. Estos docentes, que ingresaron al sistema bajo la justificación de cubrir necesidades de la expansión del servicio educativo, requieren estar alineados con la reforma y las normas de la carrera. En caso contrario, el mismo Estado peruano estará destruyendo los intentos de mejora. Su incorporación supondría desvalorizar el enfoque meritocrático sin siquiera haberlo evaluado.
Finalmente, queda pendiente el relanzamiento de la reforma docente. Tener la idea completa de cómo se va a abordar la cuestión docente es un mensaje necesario que debe ofrecer el Ministerio de Educación. Su liderazgo en este tema es fundamental. Darle continuidad, sin dejar de hacer mejoras permanentes, es la clave para darnos cuenta si las decisiones tomadas sobre un asunto público han sido las adecuadas. De eso se tratan las políticas públicas y, en particular, de eso se tratan las políticas docentes en donde la primera finalidad es tener una profesión fortalecida.
Lima, 17 de Diciembre de 2018