Silvia Hurrell
Consultora internacional, especialista en educación sexual integral,
contratada por Naciones Unidas para apoyar en el diseño del Marco Curricular Nacional
Durante el 2013 visité Lima para reunirme con el equipo técnico del Ministerio de Educación a cargo del aprendizaje sobre desarrollo personal, para presentarles la experiencia argentina sobre la implementación de la política de Educación Sexual Integral. Fue una buena oportunidad para sostener valiosos intercambios con el equipo, en ese momento dedicado a trabajar la competencia sobre sexualidad. De regreso a Lima, un año después, descubro que la propuesta tuvo grandes avances, tanto en el desarrollo esa competencia en particular como del aprendizaje fundamental sobre desarrollo personal en general.
Hemos intercambiado ideas durante dos días ideas acerca de cuestiones muy específicas sobre el desarrollo de la competencia de sexualidad, hemos analizado la ficha técnica que describe ese aprendizaje en su versión corta y larga, el mapa de progreso de la competencia y el esquema de avance de la matriz de capacidades e indicadores correspondiente. Consensuamos finalmente algunas propuestas de reformulación, de las que el equipo ha tomado nota.
En la descripción de las capacidades de esta competencia puede observar la presencia de los diferentes ejes conceptuales de la educación sexual integral: se aborda ampliamente el cuidado del cuerpo y la salud, la expresión de emociones y sentimientos, la igualdad de género, la valoración de la diversidad y el enfoque de derechos. Hubiera sido propicio incluir una capacidad específica para el eje de diversidad, aunque es verdad que ese aspecto está contemplado en las otras capacidades.
Conversamos con el equipo la necesidad de un gráfico que ilustre con más claridad el carácter recursivo y relacional de las capacidades, pues enunciarlas una debajo de otra puede inducir a los lectores a interpretar un orden lineal que no existe. Además, sabiendo que algunas lecturas lineales de la propuesta serán inevitables por debido a la linealidad de la escritura, creo que sería mejor dejar para el final la capacidad más vinculada con las problemáticas y los riesgos, que actualmente va tercera. Así se aseguraría primero el trabajo con los aspectos positivos, vinculados al ejercicio de los derechos sexuales, para luego comprender y saber cómo actuar cuando estos derechos son vulnerados.
A propósito de los problemas, una cuestión que no percibí en su momento y ahora me surge releyendo la propuesta, es la poca visibilidad que tiene el tema de trata de personas. Sería propicio darle más presencia a una problemática que afecta a nuestros países latinoamericanos de manera tan directa y alarmante. De cualquier forma, es común que los docentes ingresen a las temáticas de sexualidad desde los “problemas” (embarazo adolescente, abuso sexual, violencia de género, discriminación, etc.) y eso a veces refuerza esta relación arbitraria entre la sexualidad y todo “lo malo”, en vez de verla como un aspecto indispensable para el desarrollo pleno de las personas.
Hemos conversado también con el equipo del Ministerio de Educación acerca de la necesidad de lograr una validación de la propuesta con sectores de la sociedad peruana que abordan este campo de manera específica: especialistas de universidades, ONG y OSC, credos, pueblos originarios, organismos internacionales, etc. En Argentina, en ámbitos tan sensibles como la sexualidad, ha sido muy importante lograr alianzas con distintos sectores que le han otorgado legitimidad a la Educación Sexual Integral en las escuelas y han ayudado a sostenerla. Tal vez sea necesario generar aquí este tipo de alianzas.
Finalmente, tuve la oportunidad de compartir la experiencia de los diferentes circuitos de financiamiento y trabajo en red que se realizan al interior del Ministerio de Educación Argentino, con el propósito de afianzar a la Educación Sexual Integral como una política de Estado. Sería igualmente pertinente la creación de un Programa Nacional para el monitoreo y la implementación de esta política pública.
Una propuesta curricular como esta, que ha logrado tanta precisión y seriedad en un ámbito tan complejo e importante como la Educación Sexual Integral de nuestros niños y jóvenes, merece felicitarse.
Autor: Silvia Urrell
Fotografía (c) MIMP/ www.flickr.com
Buenos Aires, 24 de noviembre de 2014