Vanetty Molinero Nano / Aprendiendo con alegría
Ayer por la mañana mi hija abre el caño y sorprendida me dice: ¡Mamá ¿por qué no sale agua?! En sus cortos años de vida, se enfrentaba a una situación nueva, que resultaba extraña, porque no ocurría lo que solía pasar cuando ella giraba la manija.
En Lima estamos sintiendo lo terrible que es vivir sin tener agua corriente. Para muchos, esta es la primera vez que se enfrentan a la escasez de este recurso. Asumíamos que mientras pagáramos nuestro recibo de agua, no iba a faltar el agua en nuestras vidas. Todos esos discursos vinculados al cambio climático nos parecían muy lejanos y hasta exagerados. Comienza a embargar el fastidio, y el miedo.Se nos dice que podemos ver la adversidad como un problema o como una oportunidad. Esta situación en particular constituye una excelente oportunidad para aprender y enseñar a nuestros hijos que:
- Los recursos son limitados, y que si no los usamos con cuidado se agotarán. Por lo tanto, tenemos que enseñarles con nuestro ejemplo a hacer un buen uso del agua. No solo en estos momentos que escasea, sino siempre.
- Podemos usar menos agua de la que consumimos. Ahora que escasea el agua, nos damos cuenta que hay muchas cosas que podemos hacer con menos cantidad de agua de la que solemos usar. Por ejemplo, si utilizamos un vaso con agua para enjuagarnos la boca cuando nos cepillamos los dientes, usamos menos agua que cuando lo hacemos con el agua del caño corriendo.
- El cambio climático es una realidad y uno de los problemas que trae consigo es la falta de agua. Por lo tanto, tenemos que comenzar a tomar acciones para hacer un uso más responsable de este recurso.
Recordemos que una de las principales formas de aprender de los niños es a través de la imitación. Enseñémosles con nuestro ejemplo a hacer un uso responsable de los recursos, y también, a afrontar con calma las situaciones difíciles que se pueden presentar.
Fuente: Aprendiendo con alegría / Lima, marzo de 2017