Patricio Bernabé / La Nación
Los ingredientes: apoyo de los padres, calidad docente y muchas horas de estudio, al que consideran un pasaje seguro para el ascenso en la escala social
Entusiasmo de los padres por el aprendizaje de sus hijos, calidad de los docentes y muchas horas fuera de la escuela dedicadas al estudio. Esa es, según el viceministro de Educación de Corea del Sur, Young Lee, la fórmula del éxito en su país para alcanzar las primeras ubicaciones en cada una de las ultimas mediciones internacionales PISA. Porque si hay un país en el mundo obsesionado por la educación como llave para asegurar su desarrollo y su prosperidad económica es justamente el suyo. “En Corea del Sur la educación ha sido siempre el pasaje al éxito”, sostiene Lee, sin dudar.
El modelo coreano fue elogiado por Barack Obama, y es la envidia de muchos, que tratan de importar “algo” de esa fórmula, interés que también ha llegado a América latina, más precisamente a Colombia. El gigante económico del sudeste asiático ya ha enviado allí asesores en la materia y colaborado económicamente para el proyecto de Centros de Innovación Educativa Regionales (CIER), en el cual se formarán 16.000 docentes en el desarrollo de contenidos digitales. Se trata de establecimientos dotados de alta tecnología, que recibieron cada uno alrededor de un millón de dólares para su funcionamiento durante un período de 18 meses (que finalizarán en agosto), ubicados en Bogotá, Cartagena, Cali, Medellín y Villavicencio. El programa abarca también a 50 escuelas “innovadoras”, un portal de encuentro virtual y material didáctico.
El ADN del modelo educativo
El ADN del modelo educativo coreano parece basarse en una premisa, “exigencias para todos”. Para los alumnos y para los maestros. En 2016 el país destinará un total de 44.600 millones de dólares a la educación, un 14,4 por ciento del presupuesto nacional, de los cuales 43.100 fueron manejados directamente por el Ministerio de Educación. De esa cifra, 34.700 millones fueron para la educación temprana y los niveles primarios y secundarios.”Los seis años de la educación primaria y los tres primeros años de la secundaria son obligatorios, para garantizar que todos los chicos tengan la misma oportunidad de recibir una educación similar y de alta calidad”, afirma Lee, que aclara que si los padres no envían a los hijos a la escuela primero se los alienta a hacerlo y luego se los multa, y que no hay diferencias de calidad en su país entre escuelas públicas y privadas, ya que deben atenerse a un programa nacional que establece pautas comunes.
Para los estudiantes secundarios, todo termina con una prueba crucial, el College Scholastic Ability Test (CSAT, comúnmente llamado Suneung) cuyo resultado determinará a qué universidad acudirán en los años siguientes. Y claro, todos quieren estar en las mejores. Ese día, el país se paraliza. No hay nada, absolutamente nada, más importante que ese examen, porque en el fondo todos de alguna manera saben que el futuro del país está atado al conocimiento. Está en su ADN, tal como lo delineó el viceministro Lee al responder via e-mail a una serie de preguntas de LA NACION.
Aquí, sus conceptos.
-¿Cómo es el sistema de evaluación en las escuelas?
-Hay dos tipos de evaluación, escrita y de rendimiento. Cada escuela decide cuándo y con qué periodicidad se realizan. En el caso de la primaria se usa la segunda variante, y gradualmente se incorporan las pruebas escritas. En cuanto al secundario, es una combinación de ambas. En ambos ciclos los programas de estudios se están tratando de orientar más hacia una colaboración entre pares que en una competencia entre los alumnos.
-De todas formas, es sabido que se trata de un ambiente muy competitivo.
-Es verdad, algunos estudiantes secundarios sufren de estrés por la presión que hay para ingresar en las universidades más prestigiosas. Para asegurar que la competencia y la colaboración entre los chicos tienen un impacto positivo en el desarrollo cognitivo y emocional de los alumnos, comenzamos a establecer mediciones más completas y a prestar más atención en el proceso de aprendizaje y no solamente en los resultados, para aliviar el nivel de competencia. Por otro lado, se implantó el “semestre libre de exámenes” en las denominadas “middle schools”, dedicadas a los primeros años del secundario, entre los 13 y 15 años, para forjar una cultura de estudio basada en la colaboración entre los chicos.
-¿Cómo son considerados los maestros en la sociedad? ¿son respetados, o es simplemente una profesión más?
-Hay que considerar que, por la influencia del Confucionismo en el país, los estudiantes deben respeto a sus maestros. Este es uno de los valores más importantes en la sociedad coreana, y la percepción popular de la labor del docente es muy positiva. Los estudiantes que conforman el 5% de los estudiantes con las mejores calificaciones suelen elegir la carrera docente. No obstante, actualmente, con el ascenso social y económico de los padres y ciertas críticas hacia los profesores de parte de la prensa, ese respeto social hacia los docentes ha sido en alguna manera socavado. Por tal razón, el gobierno está tratando de recuperar esa buena imagen social que merecen los docentes descubriendo en todo el país historias de superación y de esfuerzo que tienen a los maestros como protagonistas.
Un puesto atractivo
-¿Y cuánto ganan?
-Un maestro coreano con una antigüedad de quince años en la escuela pública recibe un salario anual de 51.594 dólares para el nivel primario, y de 51.489 dólares para el secundario. Durante su vida laboral activa los docentes se dedican a una sola escuela de manera full-time, sin necesidad de agregar horas “part-time” para poder llegar a fin de mes. La legislación establece que el salario de los docentes tiene un tratamiento preferencial. Por otra parte, gracias al sistema jubilatorio de los funcionarios públicos, su calidad y nivel de vida se mantienen cuando dejan de trabajar, a los 62 años.
-¿Qué clase de preparación se exige para ser docente?
-La carrera docente, que se cursa en la universidad, tiene una duración de cuatro años En la escuela pública sólo pueden ejercer aquellos que realizan programas de instrucción para alcanzar determinadas calificaciones y han pasado el examen de certificación. Y los docentes de escuelas privadas deben superar además los exámenes que toma el colegio donde quieren trabajar.
-¿Se evalúa periódicamente a los maestros?
-Sí, hay una evaluación anual, de cuyo resultado dependerá el bono que recibirán. Es una suerte de incentivo para crear un ambiente laboral donde los profesores sientan que su trabajo es respetado.
-¿Los gremios docentes son poderosos? ¿Ejercen presión sobre el gobierno para obtener mejoras salariales o cambios en el sistema educativo?
-Los salarios de los docentes de la escuela pública son determinados por ley, y en lo que respecta a los profesores de entidades privadas el gobierno aconseja seguir ese mismo lineamiento. Por lo tanto, si bien los gremios no pueden exigir aumentos salariales a través de una negociación, sí pueden proponer mayores beneficios. Hay que tener en cuenta que el sistema educativo es la columna vertebral de todas las políticas que se siguen para el sector, con lo cual tampoco sería atinado para los sindicatos docentes ejercer presión sobre el sistema sólo con el afán de obtener mejoras en su propio estatus o interés socioeconómico. Esto no quiere decir que el gobierno no trate de reflejar las opiniones de los gremios cuando se trata de establecer políticas educativas importantes para el país.
-¿A qué factor adjudica el éxito de Corea en las últimas evaluaciones internacionales PISA, que mide la capacidad de los alumnos en lectura, matemáticas y ciencia?
-Si los estudiantes coreanos se han destacado en las pruebas PISA es gracias al entusiasmo de los padres por la educación, a la calidad de los docentes y a las muchas horas fuera de la escuela dedicadas al estudio. La mayor parte de los padres coreanos saben bien de la importancia de la educación para el futuro de sus hijos, y se interesan por ella. A esto se suma que los profesores poseen están altamente capacitados y proveen una educación de alta calidad. Y al esfuerzo de los estudiantes, claro. También en el ministerio tratamos de reducir el número de chicos que quedan rezagados, identificándolos mediante una evaluación que se realiza a nivel nacional.
-¿Cree que el sistema puede ser exportado a otros países?
-Muchos países del mundo están pidiendo a Corea que comparta su experiencia y su “know how” en educación a raíz de su rápido desarrollo económico, algo sin precedente. En ese sentido, hemos tratado de hacerlo a través del proyecto ODA, Official Development Assistance. Una de las medidas incluidas en ese programa es el envío de profesores de ciencia y de matemática a otros países, para asesorar o instruir a ese país sobre la mejor manera de mejorar su sistema de enseñanza. Hasta ahora esto ha sido bien recibido por los países que lo han solicitado, y planeamos ampliarlo. En noviembre del año pasado expertos coreanos visitaron Colombia para apoyar el establecimiento de la Estrategia para la Innovación Educativa, para promover a los docentes destacados y tratar de eliminar gradualmente el sistema de dobles turnos.
-¿Qué importancia tiene la tecnología en la rutina diaria escolar?
-Es una herramienta importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Nuestro sistema educativo tiene como objetivo producir futuros talentos con habilidades múltiples. Todas nuestras escuelas primarias y secundarias están conectadas a una red de internet de alta velocidad, y equipadas con computadoras para los docentes y otras tecnologías para que los chicos puedan aprovechar una amplia gama de contenidos multimedia, de software y de aplicaciones móviles. Cada vez más los chicos estudian con contenidos digitales en sus casas, antes de la clase del día. Una vez en la escuela, participan de debates o actividades vinculadas a lo aprendido. esto incluye lo que se denomina “flipped learning”, es decir, el “aprendizaje invertido”. También ya se están usando mucho los servicios destinados a la enseñanza en las redes sociales.
-Es importante detenerse aquí en el rol que en todo este proceso cumplen los padres.
-En Corea la educación ha sido siempre el pasaje para el éxito, que permite que la gente ascienda en la escala social y obtener reconocimiento. En ese sentido, los padres siempre ponen especial énfasis en la importancia de una buena educación, y se dedican por entero a darles a sus hijos de esa oportunidad. Es ese entusiasmo el que permitió a Corea transformarse en un líder en la tecnología de la información y al mismo tiempo alcanzar su industrialización y su democratización. Hasta el presidente Barack Obama en julio de 2015 mencionó la excelencia de nuestro sistema educativo. Acá tenemos un dicho: “El rey, el maestro y el padre deben ser respetados por igual”. Esto habla a las claras del respeto que tiene la sociedad por sus docentes, incluso de parte de los propios padres. Esa esa cultura de respeto mutuo entre profesores, alumnos y padres la que estableció las bases que hicieron posible el éxito de nuestro sistema.
Fuente: La Nación / Buenos Aires, 04 de julio de 2016