Cynthia Capriata | EDUCACCIÓN
Definitivamente el 2020 ha sido un año para comprender la enormidad del problema de la pandemia y sus efectos en las políticas públicas. Desde el sector educación, el mayor reto fue llegar a todos los estudiantes y ofrecer un servicio educativo competente. Lo que ha servido para evaluar nuestra relación con la escuela, el currículo, la formación docente, las competencias digitales, la relación entre la sociedad y el proyecto educativo de los estudiantes a nivel local y global. De especial interés es el desarrollo de los estudiantes como ciudadanos críticos, y mirando hacia el futuro, el potencial de agencia que tiene el pensamiento creativo y crítico en su educación. Finalmente, la tarea de la educación es hacernos pensar. Según Maxine Greene, todos somos capaces de pensar y de transformar el mundo.
¿Cómo se traduce esta urgencia para pensar desde las artes?
Lo primero que se tiene que hacer es aceptar la visión del arte como forma de conocimiento. El arte se presta para modelar nuestra imaginación y desarrollar la capacidad en otros para asombrarse, explorar e investigar y desafiar suposiciones. La tarea del arte es explorar los límites de la experiencia, y desde ese espacio de indagación, mostrar la complejidad de lo humano a través de los lenguajes del arte y en una variedad de situaciones y experiencias artísticas. La gama de manifestaciones es enorme. Hace pocas semanas, la generación del Bicentenario mostró que el activismo y las protestas también forman parte de las experiencias artísticas; que ellos pueden manifestar su inconformidad de manera clara y elocuente, y lograr sus objetivos.
Ser imaginativo significa jugar con posibilidades. Uno debe poder sorprenderse a sí mismo. Crear nuevas conexiones y utilizar nuestra intuición para comunicar y encontrar soluciones propias. Una de las mejores cualidades que tiene el arte, es saber incorporar “elementos sorpresas” al proceso creativo y de análisis crítico. Elementos que tienen la capacidad de transformación. Debemos poder cuestionarnos y ver el mundo desde una perspectiva diferente. Esa manera relacional de ver el mundo nos puede llevar a la acción o a lugares inciertos. De igual forma se activan espacios vivos de energía creativa. Los bordes no siempre tienen que ser “peligrosos” pero sí conviene que sean empíricos.
La mejor manera de aprender es a través de nuestra experiencia. El riesgo y el coraje son condición indispensable del proceso creativo y de análisis crítico. El creador se exige y arriesga en el universo de lo no conocido… con su obra, con sus acciones, con sus colaboraciones y con sus sueños. Esta visión nos acerca a nuestro mundo imaginario y muchas veces por oposición, al mundo real en la complejidad de sus matices. Guillermo del Toro en la película El Laberinto del Fauno ejemplifica de manera brillante el entrar y salir de realidades opuestas. ¿Interactúan entre sí, se superponen y complementan? Eso depende de cuan fértil es nuestra imaginación y el espacio que asignamos para reflexionar sobre nuestro entorno, época o momento histórico.
Estas realidades pueden formar parte de la experiencia cotidiana de cada uno de nosotros. En cuyo caso y desde las artes, pueden desarrollarse y formar parte de procesos creativos y de análisis crítico. Los espacios no lineales, de caos y ebullición creativa no solo sirven para aprender sobre nosotros mismos, nuestra contemporaneidad y comunidad, sino que nos permiten reflexionar acerca de las producciones del arte como manifestaciones complejas, dinámicas y cambiantes. También tienen el potencial de reflejar esas mismas características en nosotros o en la sociedad. Nos permiten representarnos como seres múltiples, fluctuantes y en estado permanente de formación. Al mismo tiempo, resaltan una vitalidad impostergable al transmitir valores culturales, sociales, espirituales, políticos y económicos e información de manera no verbal, característica propia de las artes.
La Educación Artística
En un programa de educación artística de calidad, los estudiantes aprenden en libertad a comunicar sus emociones, ideas y sentimientos a través de su experiencia. Se ven expuestos a una variedad de perspectivas que gradualmente aprenden a reconocer y a apreciar. Generar experiencias artísticas de esta naturaleza, los incita a involucrarse de manera más profunda. Esto los lleva a proyectar sus capacidades y potenciales en relación a otros dentro y fuera del aula. Aprenden en comunidad. Observan el trabajo de otros. Interactúan con ellos. Colaboran y desarrollan sus ideas en conjunto. Las exponen a través de su trabajo creativo. Arriesgan. Encuentran soluciones. Reflexionan sobre su entorno.
Y, al mismo tiempo para que esto ocurra, se tiene que generar conocimiento desde la práctica proponiendo ideas “viables” para ser trabajadas desde el lenguaje artístico que se escoja. En arte, no sirve de nada hablar y no hacer. El objetivo es pensar a través de los materiales y procedimientos, y desarrollar una voz creativa desde la experiencia de los estudiantes en tiempo real. Ahora en la pandemia, estamos experimentando el aprendizaje del arte en tiempo virtual y en comunidades de aprendizaje diferentes. Esta nueva realidad nos fuerza a integrar una variedad de herramientas y es muy oportuna para desarrollar propuestas de trabajos imaginativos integrando la perspectiva de los estudiantes ya que ellos en muchos casos están gestionando su propio aprendizaje.
Los Drs. George e Ilona Skekely, padre e hija, de la Universidad de Kentucky, comentan de manera positiva en un podcast de la serie Play and Art dedicado al aprendizaje en casa sobre la falta de control que están teniendo los docentes en relación a las creaciones que los estudiantes desarrollan por su cuenta. Consideran que ese espacio más autónomo para la creación puede ser muy favorable para los estudiantes debido a que aprenden a moldear y mejorar sus ideas y cómo expresarlas, desarrollan técnicas y reflexionan críticamente sobre su proceso de aprendizaje. Lo que les permite conocer la multidimensionalidad de la naturaleza creativa y gozar de su estado fluido.
Nuestra historia, ¿cómo aprendemos a contarla?
Proponiendo espacios creativos desde las artes visuales, pero no exclusivamente utilizando solo este lenguaje de arte, lo primero que se necesita es un acercamiento personal. Tenemos que aprender a contar nuestras historias. Para ello los estudiantes deben de explorar su sentido de identidad y pertenencia. La pregunta inicial sería, ¿quiénes somos? Y no como un monolito que nos mantiene siempre igual. Para ubicarnos y situarnos en un contexto determinado mejor sería preguntar, ¿quiénes somos ahora? …en relación a otros, a nuestras actividades, a nuestros pensamientos, a las proyecciones de vida con las que soñamos, entre otros? Mientras se generan posibilidades, en paralelo se puede empezar a identificar formas, espacios y tiempos para definir visualmente lo que se desea comunicar. ¿Qué pasa si aparte de los mensajes visuales integramos elementos sonoros y gestuales o si exploramos la relación del cuerpo con el espacio? ¿Cómo tratamos las superficies variadas de la textura, el color, la forma y la luz, entre otros?
El reto inicial es lograr empezar el proceso creativo y de análisis crítico con una base amplia de ideas que nos ayuden a percibir más grande sensaciones, conceptos culturales, nociones de tiempo para así poder tener una variedad de opciones creativas a disposición. Sirve explorar la percepción que cada estudiante tiene de esas formas, espacios y tiempos, y facilitar que reflexionen, en conjunto o individualmente, sobre cómo pueden aprender a percibirlos de manera más profunda. ¿Qué posibilidades expresivas y comunicativas de los elementos del arte utilizamos para construir esas imágenes que tenemos en mente? ¿Cómo integramos esas particularidades que imaginamos, cómo las organizamos y a través de qué materiales? Estamos hablando de explorar el campo visual desde lo plástico en un espacio real o estamos habitando un espacio virtual. ¿Acaso los espacios físicos y virtuales se ordenan de la misma manera?
Es un buen hábito acostumbrar a los estudiantes a registrar su proceso de aprendizaje, escribir las ideas que cuestionan y/o en combinación ver obra de artistas explorando conceptos similares o analizar momentos de la historia que influenciaron el arte.
Nuestras historias viven a través de los procesos y modos de generar formas que escojamos utilizar: desde el material, desde la forma, desde la idea. ¿Cuáles son esos estímulos iniciales que generan el resto del proceso creativo? Inevitablemente activamos nociones sobre nuestro sentido de cultura y arte, exploramos el rol de los medios y la tecnología que aplicamos para comunicar nuestras ideas. En el proceso de definir estos componentes, configuramos nuestra mirada y analizamos el vínculo del arte con la cultura y la sociedad. Situamos nuestra creación en un contexto determinado.
Recomendaciones
- Centrar la experiencia artística en el desarrollo de capacidades de producción y análisis.
- Contextualizar lo aprendido en el entorno personal: ¿qué tiene que ver conmigo? ¿Me identifico con estas ideas? ¿Aplican a mi familia, a mi comunidad, región, sentido ético, valores, creencias, entre otros?
- Mirar al arte desde la contemporaneidad de los estudiantes. Es decir, a través de su experiencia y desde su contexto, lo que les permite explorar y divagar sin miedo en sus indagaciones, girar y reconceptualizar concepciones previas y experimentar con nuevas expresiones personales.
- Crear espacios de reflexión que cuestionen diferentes formas de producción del arte en la actualidad y el pasado. Conocer el proceso creativo de otros y desarrollar su capacidad de análisis en relación a nuevos procedimientos y materiales a partir del trabajo de otros creadores.
- Articular este espacio con su propia producción. Verificar, medir y explorar nuevos conocimientos a través de sus ideas, asociaciones, experiencias previas, sentimientos, entre otros.
- Cuestionar y profundizar su sentido de cosmovisión o weltanschauung al estudiar propuestas creativas de la historia del arte, de otras culturas y tiempos. ¿Cómo configuro mi mirada? ¿Soy consciente de ella? ¿Qué la influencia?
- Explorar teoría y práctica, y las posibles vinculaciones con otras áreas académicas.
A todos nos corresponde adaptar las propuestas educativas a lo virtual promoviendo también un balance de actividades variadas para no perder la vitalidad de los materiales y procesos. Pronto nos olvidaremos el contexto de la pandemia. Encuentro que es importante registrar las lecciones aprendidas durante estos meses tan extraordinarios en los que los estudiantes persistieron y toleraron la incertidumbre del desarrollo de sus ideas.
Nueva York, 9 de diciembre de 2020
De interés
Podcast de los Drs. George and Ilona Skekely sobre el lado positivo de las clases en Zoom
https://www.buzzsprout.com/937933/6497248-home-art?fbclid=IwAR1V6GqkxVRmn2dRmyUSkXtgGmPAsS3ofVmnmtFqmE-osYb-kQTe-JvqIOk
Liberar la Imaginación: Ensayos sobre educación, arte y cambio social
http://www.scielo.org.mx/pdf/peredu/v30n121/v30n121a8.pdf
Entrevista a Jaume M. Bonafé: “Un buen maestro es, fundamentalmente, una persona sabia”
Aprendo en Casa, Chile
https://www.aprendoencasa.org/?fbclid=IwAR3t9CFSDTjrMxwa_b40Ir7aUrB425W1fnRRH695sWYo1B59W_0CzSzpvrc
Entender cómo funciona el cerebro, para un mejor aprendizaje
https://elpais.com/economia/2020/12/02/actualidad/1606918081_087843.html
Actividades para favorecer el pensamiento creativo en una clase virtual
¿Qué opinan los estudiantes de la educación en pandemia?
Sound/Stage: Finales. Diálogo interesante entre director de orquesta de LA Phil Gustavo Dudamel y el cineasta mexicano Alejandro Gonzáles Iñarritu.
Visual Thinking Strategies, the three simple questions
Sin Arte no hay Educación