Políticas de salud mental deben fortalecer vínculos comunitarios, no solo invertir en hospitales

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Ana María Guerrero | CARETAS

El cumplimiento de los cuarenta años del proceso de violencia política iniciado por Sendero Luminoso, nos encuentra bajo la emergencia sanitaria causada por la pandemia del COVID-19. Han pasado más de seis meses desde que se decretó el confinamiento y el Perú, entre los dos eventos, ha padecido, como dicen cotidianamente los científicos sociales, cambios y continuidades. Para auscultar estos fenómenos desde una mirada psicológica, CARETAS decidió conversar, por videollamada, con la psicoanalista y candidata a doctora por la Universidad Federal de Río de Janeiro, Ana María Guerrero. La psicóloga clínica, docente en la PUCP y en la UARM, ha publicado Lo inescuchable: reflexiones sobre prácticas en salud mental a partir de la violencia sexual durante el conflicto armado interno.

Similar al conflicto armado interno (CAI) o guerra civil, como le dicen otros investigadores, ¿la pandemia es un nuevo tiempo de miedo?

Es la búsqueda de una similitud en el tiempo, un ejercicio de memoria. Suele ocurrir de manera espontánea en los colectivos, en los pueblos para poder procesar los eventos que se viven. No es una direccionalidad, es algo bastante esperable. Cuando de pronto vivimos algo novedoso y no tenemos parámetros con qué sopesarlo, buscamos en el pasado qué cosa fue lo más similar o dramático que vivimos recientemente y que nos puso contra las cuerdas… Leer más