Edición 56

Libros Acordeón como medio de automonitoreo y evaluación

Los libros acordeón aportan a la creatividad e invención de los estudiantes y pueden tener posibilidades infinitas en un contexto educativo, explorando la relación entre texto e imagen

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Cynthia Capriata | EDUCACCIÓN

Libro acordeón abierto sin nada escrito o dibujado

Experiencia personal

El semestre pasado tuve una experiencia positiva en una clase de artes visuales 3D con estudiantes de 2-5 grado de primaria. Integramos a la rutina de aprendizaje pequeños libros acordeón como medio de automonitoreo y evaluación. En un principio se hicieron con el propósito de modelar estructuras 3D creadas con materiales 2D. Los hicimos de papel tamaño carta, común y corriente. Al fin, terminaron siendo una herramienta indispensable de trabajo. Fue una estrategia educativa totalmente novedosa para mí.

La clase se reunía los viernes después del colegio en uno de los salones de la escuela pública The River School, P.S. 281 en Manhattan, Nueva York. El curso se llamó el Estudio del Escultor, duró tres meses de setiembre a fines de enero, y estuvo organizado por Wingspanarts.

Esta entrega, a modo de ensayo fotográfico, será un registro visual de esa experiencia. La idea es poder hacer visible las posibilidades infinitas que tiene utilizar texto e imagen en libros acordeón para fines educativos. En este caso como medio para monitorear y evaluar nuevos conocimientos.

Hace algunos días fui a una exposición impresionante, Quinientos años de trabajo de mujeres de la colección de Lisa Unger Baskin, en el Grolier Club en Nueva York. Me asombró gratamente encontrar un libro acordeón “móvil” de Elizabeth Winspear llamado Metamorfosis, elaborado en 1799 con tinta, lapicero y acuarela. La autora utilizó texto, imágenes e instrucciones para que el usuario pudiera manipular los diferentes compartimentos del libro: doblarlo hacia arriba, hacia abajo… Al fin incluyó un poema sobre la transformación final de la vida: “Oh ve oh ve tu arte es solo polvo. Tu oro y plata no son más que óxido. Tu tiempo se ha ido. Tu hora se ha gastado. Ningún cuidado mundano puede prevenir tu muerte”.

El objetivo de la clase

Lograr que los estudiantes aprendieran a manipular diversos materiales, técnicas y procesos para elaborar estructuras 3D y así entender el concepto “escultura” a través de su experiencia y desde diferentes perspectivas, medios artesanales de construcción y ejemplos de la historia del arte.

    

Los estudiantes en su primer proyecto resolvieron problemas de estructura. El cartón era el material simple al que hace referencia Mary Ellis más adelante. Este les ofreció apoyo para construir. En oposición en el último proyecto, el reto fue justamente utilizar materiales blandos como telas y lanas para crear una máscara. Los estudiantes aprendieron a armar sus diseños cociendo con hilos de colores y aguja las diferentes partes de la máscara y dándole forma a lo que habían inventado. Les fue sumamente difícil el trabajo de coordinación mano/ojo y la manipulación de hilos en relación a la tarea del diseño. Las respuestas estéticas a obras de arte de una diversidad de artistas ayudaron a consolidar el aprendizaje de conceptos claves.

Lizbeth, estudiante de 3r grado, diseñó una máscara con un componente singular que se podía levantar para poder comer como indica su dibujo.

La cultura de clase

¡Todo lenguaje “moldea” a los aprendices en contextos educativos de aprendizajes profundos! Me refiero a la cultura de aprendizaje que uno desarrolla con los estudiantes y cómo ellos aprenden a comunicar lo que ocurre durante su proceso de aprendizaje en los procesos creativos y de análisis crítico.

En mi clase, cada estudiante aprendió a compartir cómo generaba sus ideas desde el desarrollo artístico en el que se encontraba. Se puso mucho énfasis en la necesidad de expresarse correctamente, en ser directos y en concentrarse en las acciones que habían utilizado para elaborar sus propuestas creativas. En todas las clases mantuvimos conversaciones abiertas en grupo. Resaltábamos las palabras- acciones nuevas y su significado. Verificábamos entre todos también cómo se escribían. No siempre sabían, ni yo tampoco… Teníamos una lista maestra. Practicábamos la escucha activa.

Aprendieron a pensar de antemano y a reflexionar después en los materiales y procesos que iban incorporando a su experiencia. Primero, hacían y luego explicaban sus propósitos e intenciones. Compartían libremente sus pensamientos e ideas en desarrollo. Había también momentos en clase donde ellos entendían que era mejor trabajar en silencio y probar cosas de manera más discreta. Fue muy bonito ver cómo aprendieron a colaborar unos con otros y a participar en conjunto en el desarrollo de una visión más crítica (respuesta estética).

Una de las estudiantes mayores explora aquí varias definiciones de escultura. Dice que una estructura 3D puede representar símbolos imaginarios o la manera como uno ve las cosas y que una escultura se puede crear de muchos diferentes materiales. En otro compartimento enumera lo que es una escultura y pone: 3D, creatividad, expresa símbolos, explora, alto, arte y añade un dibujo mini de su estructura de cartón. También explica que las esculturas sirven para expresarse y pone a modo de consejo que cuando uno está creando una escultura de cartón y cola (pegamento), uno debe estabilizar (las partes) y añadir papel para que no se voltee, doble u otra cosa. En el primer compartimento explica que ha hecho un dibujo 2D de su escultura de hilo de metal y debido a ello no se puede ver que es alta…
Mary Ellis de 5 grado utiliza texto e imagen para comunicar lo que ha aprendido en clase. Tres cosas: 1. Las acciones que se pueden hacer en arte. 2. Muchas maneras de “acumular” materiales. 3. Diferentes maneras de diseñar materiales simples en creaciones coloridas y espectaculares. Enumera algunas de las palabras-acciones. En el otro compartimento pone que aprendió que el papel puede ser tu mejor amigo y cómo estabilizar su estructura. Finalmente dice que aprendió que hacer escultura es construir (building up).

Evaluación

Colectivamente nos comprometimos a aprender de manera segura y en libertad. Aceptamos de manera muy natural el sentido de comunidad que estábamos creando. A lo largo de las clases se promovió la creatividad y el pensamiento innovador. Debido a ello se enriquecieron al máximo las relaciones interpersonales. Al mismo tiempo, las conexiones con el arte. Incorporamos momentos reflexivos a través del dibujo y la escritura, compartiendo procesos de aprendizaje y siempre creando asociaciones más allá del aula. Mantuvimos bien auténtico el proceso de creación y la respuesta estética. Se alentó a todos a prestar atención a sus procesos de aprendizaje y a su creatividad “interna”. Los estudiantes exploraron su “actitud creativa” (en desarrollo creciente) demostrando coraje para tomar riesgos y valentía para permitir que otros conocieran sus pensamientos más íntimos y elecciones personales.

Adike y Ahmadi son dos mellizos en 2 grado con grandes habilidades creativas. Comunicaban muy bien sus propuestas, aunque escribían las palabras como sonaban. Adike pone arriba que aprendió a balancear su estructura y dibujó cómo lo logró a la derecha. Ahmadi diseñó su máscara El pollo con tres plumas con mucho cuidado (proyecto final). Me explicó que el viento se llevó las otras plumas… Sigue Ahmadi modelando su máscara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lista maestra de palabras- acciones

Desarrollar esta lista en conjunto fue el eje rector de la clase. En tres meses llegamos a proponer 145 verbos que estructuraron la elaboración de los trabajos visuales 3D de los estudiantes. Cada tanto acertaban en mencionar una acción abarcadora de conceptos importantes como son imaginar, transformar, explicar, pensar, observar, formar, discutir, conectar, interconectar, interactuar, reforzar, presionar (cola), presentar, integrar, de-construir, entre otras. Estas palabras-acciones servían para conectar otras y/o crear acciones compuestas. Otras propuestas eran extrañas y discutíamos en grupo como se vería una acción como “deformar” o “inyectar”. Los estudiantes tenían que poder demostrar en sus trabajos las acciones que proponían y las registraban en sus libritos.

   

 

 

 

 

Gabby aportó las palabras-acciones “deformar” e “inyectar” que causaron gran revuelo entre los estudiantes y dieron para diálogos interesantes entre ellos. Otro estudiante pone que aprendió a balancear, contrastar y experimentar. Uno de los estudiantes de 2 grado pone que aprendió a poner papel en su escultura (skalpsr= sculpture), que puso papel y cartón, y que la estructura (sksra= structure) estuvo bien. También enumeró algunas acciones: enrollar, rellenar, volar, amarrar y darle la vuelta.

Libros acordeón

He venido utilizando libros acordeón como medio expresivo en mis clases desde hace mucho. Sin embargo, es la primera vez que los transformo en herramientas de trabajo para que los estudiantes habiten los momentos de transición con reflexiones críticas de sus procesos de aprendizaje. Llegaron a completar dos libritos en tres meses. Escribían desde lo que habían aprendido ese día, hacían dibujos de observación en mini, las nuevas palabras- acciones que los llenaban de orgullo hasta las definiciones de lo que constituía una escultura según su experiencia o sus respuestas estéticas a una de las obras de arte que se les presentaba para “problematizar” el concepto 3D.

    

 

 

 

 

Alma, una estudiante de 5 grado, escribe que aprendió a tomar conciencia de su trabajo y a dibujar su complexidad. A mano derecha enumera y registra tres comentarios sobre la escultura del artista John Chamberlain: 1. Parece de metal reciclado. 2. Está soldada. 3. Es abstracta.

Para terminar

Como han podido ver a través de este ensayo fotográfico, los libros acordeón pueden ser muy útiles y productivos. Aportan a la creatividad e invención de los estudiantes y pueden tener posibilidades infinitas en un contexto educativo. Tienen el potencial de servir para propósitos expresivos explorando la relación entre texto e imagen. Por otro lado, también ofrecen espacios discretos para el automonitoreo y la evaluación de manera efectiva.

Mis estudiantes desarrollaron diálogos personales consigo mismos, gozaron mucho al hacerlo, y al mismo tiempo, afianzaron nuevos conocimientos. Como dijo Adike, estudiante de 2 grado al reflexionar sobre sus descubrimientos, para crear una escultura se necesita utilizar el cerebro.

Lima, 10 de febrero de 2020

 

Cynthia Capriata
Cynthia Capriata es pintora, ilustradora y calígrafa. Estudió en el Bard College, Annandale-on-Hudson en Nueva York (1976 – 1978); y en School of Visual Arts de Nueva York (1981). Tiene dos maestrias en el Teachers College, Columbia University, Ha trabajado como artista en Nueva York. Ha presentado numerosas muestras individuales. Ha sido coordinadora del área curricular de arte en el Ministerio de Educación.