Edición 11

Literatura en la escuela

Print Friendly, PDF & Email

Fernando Llanos / Para EDUCACCIÓN

Esta es parte de una entrevista que le hizo el señor XYZ a Juan sin Tierra. El entrevistador  ha querido mantener su anonimato. Sé que no es usual. Hay más casos de entrevistados anónimos, pero no de entrevistadores ocultos. Sea esta entrevista una de las pocas:

XYZ: Se dice que la literatura promueve valores, alienta la interculturalidad e incentiva la expresión de afectos y sentimientos. Y  por eso su importancia en la escuela. ¿No es cierto? Entonces eso…

Juan sin Tierra: No siempre, creo. Mejor dicho, si vamos al punto de la enseñanza moral, no toda literatura deja una enseñanza o promueve algún tipo de valor de los que se quiere promover en la escuela. No veo que un texto de Bukowski o de William Burroughs lo haga, por ejemplo. Por otro lado, no solo un texto literario se relaciona con la interculturalidad o la expresión de sentimientos; lo puede ser también un texto periodístico o un ensayo o una crónica o incluso una carta. O sea, el texto literario no tiene la exclusiva de la interculturalidad y la satisfacción de las necesidades expresivas, ya sabemos, lo puede hacer cualquier texto a gusto de lector o del escritor.

XYZ: ¿Pero  el texto literario tiene una forma peculiar de  comunicación distinta a otro tipo de textos?

Juan sin Tierra: Sin duda. Como cualquier otro tipo o género textual. En general, la diversidad textual tiene que ver con  formas específicas de comunicación. Todos los tipos y géneros textuales comunican las cosas de forma distinta y te hacen ver el mundo de forma distinta. Y a través del tiempo también son distintas. Tienen una tradición y son productos históricos. No es lo mismo una noticia del siglo XVIII que la del siglo XXI. Todo tipo y genero textual tiene formas de construir significados distintos y el lector ensaya distintas estrategias de acercamiento cuando se topa con una noticia, un texto expositivo académico, una infografía, una página web, un blog, un posteo del  facebook. Actualmente, además, percibo que hay más y más tipos y géneros  textuales entre los cuales, la línea que los distingue  es cada vez más difusa.

XYZ: Pero por su forma particular de lenguaje, ¿no crees que los textos literarios mueven sensibilidades e incentivan la imaginación y que eso merece un tratamiento distinto?

Juan sin Tierra: Hay varias cosas. No solo el texto literario. Nos puede mover y conmover un  magnifico post en el feisbuk sobre la unión civil o un aviso sobre la violación o una crónica sobre la discriminación racial. Si quieres, puedo admitir que el lenguaje literario ha trascendido la literatura por decirlo así y ha invadido otros tipos textuales. Puedes verlo  en el estilo de ciertas crónicas o ciertos artículos de opinión. Además la imaginación o la creación no es monopolio de la literatura. La puedo ver en otros tipos textuales. Solo date una vuelta por una infografía o un aviso publicitario. Incluso un texto académico o científico puede tener  mucho de creativo y de imaginativo.

XYZ: Es decir, para ti, un texto literario es un tipo textual más

Juan sin Tierra: Sip.

XYZ: ¿No separarías la literatura como competencia distinta a la competencia lectora y de producción textual?

Juan sin Tierra: Creo que no. No estoy seguro, en todo caso. Las competencias lectoras y de producción de textos de discusiones curriculares estaban diseñadas para la diversidad textual. Sin embargo, algunos especialistas vieron que algunas capacidades o indicadores no tomaban en cuenta la naturaleza propia de los textos literarios. Mejor dicho, no tomaban en cuenta también el carácter peculiar. Y puede ser cierto. Quizás se terminaba relevando cosas que tenían que ver solo con un tipo de lectura suficiente como para los textos funcionales o académicos. Sin embargo, se pudo entender que cada una de estas capacidades e indicadores sí podía jugar de acuerdo al tipo textual y género que se iba a abordar con los chicos. En todo caso, si no fuera así, de repente el punto era agregar algunos indicadores que también sean pertinentes con lo estético o con una interpretación más…

XYZ: O sea, ¿lo estético no podría ser esa particularidad de la literatura que mereciera estar en una competencia separada?

Juan sin Tierra: Claro, pero el punto es que el lenguaje “estético” ya no es propio solo de los textos literarios.

XYZ: Sí, pero en los textos literarios predomina más ese tipo de lenguaje estético

Juan sin Tierra: No estaría tan seguro. Pero en todo caso, ¿por qué no nos acomodamos a lo que existe en la sociedad? ¿Por qué más bien no abordamos el lenguaje estético en los textos literarios y no literarios? De repente indicadores que indaguen por lo estético, en general.

XYZ: El problema es que el enfoque comunicativo parece haber desterrado no solo la gramática sino los textos literarios, pues no son funcionales, no “sirven para la vida práctica”. Lo que está detrás de la diversidad textual es una exclusión paulatina de la literatura y un mejor posicionamiento del texto funcional o académico.

Juan sin Tierra: Bueno, todavía no quiero hablar de la gramática. Definitivamente la gramática debe ser rescatada del olvido curricular de algún modo. No sé si en las capacidades o indicadores de una competencia, pero de hecho en las metodologías, en el día a día de las prácticas pedagógicas. Ahora bien, la gramática en la práctica no ha quedado desterrada como se dice; la gramática al modo tradicional, se sigue haciendo en muchas escuelas privadas y estatales, independiente de que documentos curriculares o el enfoque aparentemente lo hayan excluido o no. Igual es con la literatura. Definitivamente en las prácticas diarias de los docentes, en su programación, se mantienen intactas. Y supongo que siempre se la enseña porque la literatura siempre se ha visto como la práctica cultural motivadora de la lectura, la que produce el “placer de la lectura”. Desde el punto de vista de muchas personas, si sabes leer un texto literario puedes leer cualquier texto. Y eso es pensar que cualquier tipo textual puede leerse de la misma manera. Y no parece ser así.  Si tú…

XYZ: Pero se la maltrata, se sigue enseñando la historia literaria memorística o verificando solo la comprensión lectora a través de resúmenes.

Juan sin Tierra: Sí, sí, de acuerdo. Pero eso ya es otro problema. En general, las estrategias de enseñanza de la lectura con cualquier tipo textual no siempre ha sido la más apropiada. Los cuestionarios memorísticos son una práctica cotidiana no solo con los textos literarios.

XYZ: ¿No crees que lo ficcional es lo fundamental en los textos literarios y que ese rasgo esencial sí podría merecer una competencia aparte?

Juan sin Tierra: Exacto, para la primera parte de tu pregunta. Eso más lo estético. Pero creo que habría que ordenarnos. Cuando en comprensión lectora se habla de “recuperar información”, “reorganizar información”, “inferir el significado del texto”, “reflexionar sobre la forma y contenido”, esto lo podemos aplicar en cualquier texto, incluso el literario. Y trabajar lo inferencial y lo reflexivo en un texto literario será distinto cuando se trabaje en un texto argumentativo. Y no por eso, tenemos aparte competencia de textos informativos y competencia de textos argumentativos y competencia de textos filosóficos y competencia de textos instructivos.

XYZ: ¿Pero lo ficcional y lo estético?

Juan sin Tierra: Creo que eso podría entrar tranquilamente dentro de lo inferencial y reflexivo. Tranquilamente. Además en la competencia comunicativa en general siempre se asume el rol interpretativo y crítico del lector. Hay un problema de coherencia en esto. Si tenemos una competencia literaria, entonces ¿tendríamos que decir que todas las otras competencias comunicativas se refieren a los textos no literarios? ¿Que la diversidad textual de la que se habla se refiere a la diversidad de textos no literarios?… No sé. ¿Esto mismo que estamos haciendo ahorita en esta entrevista es un texto de ficción? No sé. Pero eso es otro tema. Ahora bien, hay indicadores de desempeño que forman parte de la competencia de comprensión de textos escritos y juegan para los textos literarios: elabora hipótesis, deduce cualidades de los personajes, deduce relaciones de causa efecto, etc.; de hecho, podría agregarse otros indicadores más relacionados  con otro tipo de relaciones que se pueden trabajar  solo en textos literarios, trabajar lo no dicho, la relación entre una situación inicial y de conflicto, no sé, cómo cambia el perfil de los personajes a través del tiempo, etc. Pero no sé si haga falta crear una competencia más.

XYZ: ¿Y cómo crees que se podría trabajar lo literario?

Juan sin Tierra: Parece que todos tenemos claro que no es por medio de trabajar una historia de autores, corrientes y obras de modo memorístico. Realmente es lo único que podemos tener claro, creo. Entonces hay algunas propuestas que igualmente se plantean combinadas, pero en cada una hay un riesgo.

XYZ: Por ejemplo…

Juan sin Tierra: Una mala propuesta es reemplazar la clasificación de autores y corrientes literarias por la lista y clasificación de figuras literarias, tipos de narradores, tipos de conflictos. Pero, te das cuenta que te sales de una para caer en otra, ¿no?  Estas cosas se vuelven aplicativas. Agarras un poema modernista de Darío y tu análisis consiste en identificar las metáforas, sinestesias, hipérboles y afines en uno o varios poemas. Como la sinestesia es el que va a predominar, entonces esto demostraría la tendencia  de Darío y en general del modernismo al uso predominante de sinestesias. Pero ¿eso es interpretación? ¿Para qué? Eso es una especie de gramática literaria aplicativa. ¿Y las rimas con los más pequeños? Lo entiendo como un tema lúdico, recreativo. Ahora, desde el vanguardismo, es decir, desde inicios del siglo XX, las rimas ya no son el recurso privilegiado ni siquiera del siglo XX. Seguir trabajando las rimas es algo anacrónico “literariamente” o haber creado un tipo de poesía canónica escolar. Y ese es otro tema. Los textos literarios canónicos que son siempre objeto de análisis. Pero claro, ese es otro punto. Sin querer desviarme, digamos que no solo identificamos los tipos de rimas y los tipos de figuras literarias, sino que lo explicamos. ¿Cómo sería eso? ¿Explicamos por qué el autor puso una metáfora impura en el verso  3, 5 y 7? ¿Qué sería? Ni siquiera el autor lo sabe. No entiendo esa disección de un poema como si fuera un cadáver. Pero ¿qué pondría? El autor pone esta metáfora porque… porque… no sé, quiere causar un efecto en el lector, quiere llamarle la atención, quiere asombrarlo y, en el otro verso, el autor pone una sinestesia porque… quiere causar un efecto… qué más, es lo mismo, o sea, estás queriendo adivinar por qué lo puso el autor. O sea. No sé.  Es medio raro. Igual cuando identificas o explicas la clasificación inicio, nudo y desenlace. ¿Qué se puede ganar con eso.  ¿Me ayuda a valorar la literatura?

XYZ: Pero reconocer los recursos que utiliza un escritor ¿no es clave para entender su obra o para que podamos disfrutar al máximo su obra?

Juan sin Tierra: No sé. Uno puede entender, gustar de su obra sin necesidad de identificar o explicar las figuras literarias o los conflictos o las relaciones entre los personajes. A los chicos les puede gustar una obra por allí. Pero otro tema es analizarlo demasiado.

XYZ: Pero supongo que no te puedes quedar solo con la intuición del lector. La escuela debería darle algo más.

Juan sin Tierra: Okey. De acuerdo. El punto es qué tanto más le puede dar la escuela a partir de la intuición del lector. Un adolescente puede leer “Los cachorros” de Vargas Llosa. Los chicos y chicas te pueden decir “qué paja, varios personajes hablando a la vez, pero ya hay momentos en que te confunde y te cansa el truco” o “me parecía estupendo lo de la jerga juvenil y las lisuras”. En base a estos comentarios de intuición de lector, tú puedes profundizar más y ayudarlo a que se mantenga y le agarre el hilo narrativo que le permita identificar quién habla qué o hacerlo que piense algo más, no sé,  en qué la jerga puede ser actual o de otra época o de qué clase social cree que son los personajes. Y si les había llamado la atención el manejo de los tiempos. Y quién es el que narra. O sea la conversación o discusión podría ir por allí, siempre desde el interés de los lectores, y si realmente les interesa y tú no estás haciendo malabares para que le guste. E incluso podríamos consensuar algunas etiquetas como “narrador” simultaneidad” “tiempos”. Pero el tema es hasta qué punto puedo trabajar esta misma obra de “Los cachorros” sin caer en un análisis demasiado exhaustivo que dure un mes o más. O sea, trabajar el texto literario depende tanto del nivel de disfrute, que realmente sería muy feo estropear ese gusto estético por profundizar tanto en un análisis minucioso y muy lleno de etiquetas sin sentido en determinados momentos.

XYZ: ¿No crees entonces que se deba analizar un texto literario?

Juan sin Tierra: Algo tiene que hacer la escuela. Algún plus debe darle al estudiante. Para eso está la escuela. El tema es hasta qué punto se debería proponer analizar un texto literario sin perjudicar el goce estético y personal del lector. Qué tan profundo o qué clase de profundidad es lo que se quiere que el chico logre, sin forzar su interés genuino por la literatura y hacerle creer que lo que está leyendo es un novelón o el súmmum de la poesía. Yo simplemente les obligaría a peñizcar por allí y por acullá, para ver si les gusta, sin decirles que es un clásico, que es un nobel, porque si haces esto último, le estás diciendo “cómo no te va a gustar Vallejo”, “es Góngora, no te pases, es un clásico universal, cómo no te podría gustar”.

Además, cuando comienzas con un análisis literario comienzas a trabajar los textos no literarios o los académicos (expositivos, argumentativos, descriptivos) y te olvidaste del lenguaje estético, de la belleza de una novela o de un poema, del misterio de las palabras, de los implícitos que deben quedarse así, implícitos. No sé.

XYZ: ¿Y el tema de la producción creativa? La creación literaria sí podría merecer una competencia literaria aparte de las otras competencias comunicativas. ¿No te parece?

(Continuará)

Lima, 28 de junio de 2015

Fernando Llanos Masciotti
Consultor independiente en la didáctica de lectura, escritura y evaluación en la educación básica regular y educación superior. Ha sido especialista de Evaluación del área de Comunicación y Coordinador de Evaluación en Educación Intercultural Bilingüe (EIB) de la UMC en el Ministerio de Educación. Fue profesor del área de Comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y es docente de Posgrado de la enseñanza de lectura y escritura en la Universidad Peruana Cayetano Heredia.