Carmen McEvoy | EL COMERCIO
“La cultura de la guerra”, impuesta a raíz del enfrentamiento con el Arzobispado de Lima por el control de la herencia de Riva Agüero, contaminó los usos y costumbres de una universidad que transitaba, lenta pero segura, por el camino de la modernización. Y en esa ruta compleja y sembrada de problemas se cruzó el “todo vale” y la lógica del amigo/enemigo, que es esencial para ganar cualquier guerra. Leer más