Miguel Calderón / EDUCACCIÓN
Muchas veces nos preocupamos por la falta de oportunidades de nuestros jóvenes para acceder a la educación superior, cuando la real preocupación debe ser más amplia: por qué sólo un tercio de los egresados de la educación básica no cuenta con estudios post secundarios.
No logramos valorar ni poner en vitrina que los caminos y las metas para lograr la calificación necesaria para acceder a un trabajo digno, así como las oportunidades de continuar en un sistema educativo post secundario articulado en diferentes niveles de formación, son fórmulas puestas en marcha por muchos países de la región y del mundo, que han logrado avances significativos en la educación de su población. A partir de ello, exhiben resultados importantes en materia de lucha contra la pobreza (reducción), desarrollo productivo (competitividad) y mayores y mejores oportunidades de las mujeres en el mercado laboral (equidad).
Debemos tender un puente seguro de la educación básica a la denominada educación terciaria, sobre la base del desarrollo de competencias para la empleabilidad y técnicas de base, que sean el punto de partida del llamado “aprendizaje a lo largo de la vida”: en más de un tercio de la población joven, este principio queda trunco incluso antes de la culminación de la educación básica.
Abrir alternativas desde la educación básica
¿Cómo construir este puente, que pueda darle un inicio seguro a la mejora de la calidad de la educación tecnológica y a la “transitabilidad” propuesta desde la ley 30512? Consideramos que las medidas que el Minedu adopta se basan en abrir alternativas desde la educación básica y flexibilizar el ingreso, salida y reingreso a diferentes niveles formativos en diferentes momentos de la vida laboral y profesional de los ciudadanos:
- Diversificar la secundaria en todas sus modalidades: la diversificación significa orientar aprendizajes hacia lo tecnológico, iniciando la ruta de calificación y profesionalización en un determinado campo del saber. Esto puede permitir la capitalización de competencias adquiridas en diversas opciones de educación terciaria (sobre todo la educación tecnológica).
- Alinear la estructura y contenido de la educación técnico-productiva a la educación básica diversificada y la educación superior tecnológica: esta medida pasa por realizar los ajustes normativos y técnicos que resuelvan sus actuales cuellos de botella (autorización de nueva oferta, convalidación y continuidad del auxiliar técnico con el nivel técnico y de éste nivel con la educación superior tecnológica).
- Implementación de las Escuelas Superiores Tecnológicas para lograr el tránsito de los profesionales técnicos a niveles de profesionalización equivalentes a la de la universidad. En este aspecto vale aclarar que la denominada “equivalencia” tiene valor en tanto le permite a la persona que se forma en Escuelas tener acceso a post grados adecuados a su formación. No significa que haya una equiparación cualitativa.
- Diseño e implementación de un Marco Nacional de Cualificaciones, que permita contar con itinerarios de formación y calificación a lo largo de la vida, en todos los sectores de la producción de bienes y servicios de la economía nacional. El Marco y sus itinerarios son los que orientan a las personas en el tránsito de los niveles básicos a los de alta calificación. Al ser sectorizado, permite adaptar la transitabilidad a la demanda real.
Condiciones básicas de calidad: cómo lograrlas
Una vez diseñada la estructura y derribadas las barreras, es necesario implementar una institucionalidad que cuente con las condiciones básicas de calidad en todos sus extremos. Para ello, el MINEDU desarrolla las siguientes estrategias:
1. Carrera docente: una política de recursos humanos en materia de docencia, con un ingreso flexible y meritocrático, mejora de los salarios, perfiles adecuados para la naturaleza de la educación tecnológica y la diversidad de poblaciones que ésta debe atender en todos los territorios regionales del país. En este punto, promovemos una mayor participación de la institución educativa en la elección de su plana docente, un efectivo uso de las horas no lectivas en actividades importantes como la vinculación con el trabajo (dependiente e independiente), desarrollo de proyectos (productivos, de innovación e investigación aplicada), asesorías formativas personales, tutoría, trabajo social, entre otros.
2. Planificación territorial: la idea de Educatec es contar con una institución que asuma la planificación territorial de la educación tecnológica, en coordinación estrecha con los Gobiernos Regionales. El plan de implementación del presente año es iniciar el trabajo de optimización en cada territorio para responder las siguientes preguntas: cuántos IEST necesitamos, en qué carreras deben especializarse, cuánto debemos invertir al corto y largo plazo. Este trabajo debe incluir en cada región la participación del sector privado y las organizaciones civiles pertinentes.
3. Financiamiento de la mejora institucional: es importante incrementar y consolidar las estrategias para incrementar los recursos para satisfacer las condiciones básicas de calidad y generar proyectos de inversión para reducir la brecha de infraestructura. En los últimos tres años, se ha logrado desarrollar:
- Plan de fortalecimiento: 25 millones de soles de inversión que benefició a 12 IEST a nivel nacional.
- Transferencias: 9 millones a IEST para servicios básicos e internet, proyectado 30 millones al 2021.
- Transferencias: 7 millones para Escuelas de Arte este año, proyectado 15 millones al 2021.
- Proyecto BID: financiamiento para la inversión integral en 2 Institutos de Excelencia desde este año.
- Recursos ordinarios para 800 nuevas plazas docentes y cargos jerárquicos en IEST a nivel nacional.
Si bien es un inicio importante, éste debe incrementarse para lograr una cobertura total en el mediano plazo.
4. Licenciamiento: el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad de todas las instituciones de la educación superior tecnológica es obligatorio para brindar el servicio educativo. Actualmente, se ha iniciado el licenciamiento de IEST privados. Se prevé desde el segundo semestre el licenciamiento de IEST públicos, junto a los planes de optimización de cada región.
En el caso de las Escuelas Superiores Tecnológicas, se prevé contar al final del presente semestre con la norma técnica de sus condiciones básicas para iniciar procesos de licenciamiento. Las Escuelas están concebidas como instituciones educativas que brindan el nivel profesional de la educación tecnológica, grado académico de bachiller y título profesional. Pueden brindar además los niveles que se imparten en los IEST: técnico y profesional técnico.
Su orientación es profesionalizante, es decir, formar personas altamente calificadas y, sobre todo, especializadas en campos profesionales o cadenas productivas. En otros sistemas de educación superior, son denominados “tecnólogos”. Una Escuela debe organizarse en unidades académicas que formen personas en una determinada actividad económica, orientando su acción a las necesidades del mercado, con un énfasis curricular en el desarrollo de competencias de gestión de procesos, investigación aplicada e innovación.
En términos institucionales, el proceso de creación es similar al de los IEST: los privados por iniciativa de sus promotores y las públicas a través de Educatec, en coordinación con las regiones y de acuerdo al plan de optimización de cada territorio. La gestión de las Escuelas es competencia de Educatec, generando de esta forma la existencia de Escuelas de gestión nacional pertenecientes al pliego de Educatec, Institutos de gestión regional pertenecientes a los pliegos regionales y, finalmente, Centros Educativos Técnico Productivos de gestión local, bajo responsabilidad de las Ugel. Las tres instituciones forman parte del plan de optimización de cada región. Para complementar la lógica de sistema y el puente de oportunidades, se diseña un plan de implementación de la secundaria diversificada con opciones tecnológicas, de acuerdo al mismo plan de optimización y complementándose con las instituciones educativas técnicas y superiores.
Finalmente, en materia del rol promotor, es necesario concretar las sinergias con los servicios sectoriales de formación profesional (Senati, Sencico, Cenfotur) y con los institutos privados licenciados y acreditados con mayor prestigio en el país, para compartir experiencias y responsabilidades en la mejora de los IEST. Así mismo, generar alianzas con las universidades licenciadas e institucionalizadas para compartir el plan de desarrollo de las Escuelas tecnológicas de alta calidad.
La reforma de la educación tecnológica, que tenga como fin tener un sistema sólido, integrado y de calidad, es una necesidad ineludible si queremos tener un desarrollo sostenible desde hoy. El incremento de las inversiones estratégicas, la participación de los gobiernos regionales y locales y la consolidación de un marco normativo racional son líneas que debemos seguir consolidando. Debemos reducir el número de personas no calificadas post secundarias, para de esta forma dar las condiciones para mejorar las características de sus primeros empleos, que son los que -en gran medida- marcarán sus itinerarios laborales y de vida. Está en nuestras manos esa gran responsabilidad.
Lima, 04 de junio de 2018