Francisco Arredondo, Belén García de Burgos & Rubén Lijó Sánchez
Ser experto en un tema no es suficiente para enseñarlo. Esto es algo que muchos docentes comprobamos cuando comenzamos a impartir por primera vez una asignatura de nuestra especialidad. Preparar cada clase es un desafío diferente al mero dominio de la materia. Debemos ser capaces de explicar conceptos complejos de manera sencilla, lo que nos lleva a revisar lo que sabemos desde diferentes perspectivas. En conversaciones informales con otros profesores, es frecuente coincidir en las siguientes ideas: aunque seamos expertos en una materia, impartir una asignatura relacionada nos suele ayudar a comprender cada concepto con más profundidad, descubriendo matices y nuevos enfoques; y la primera vez que impartimos una asignatura, nos convertimos en el estudiante que más investiga y aprende de la clase. Es decir, no sólo es obvio que para enseñar hay que aprender primero, sino que el acto de aprender se puede realizar enseñando. O dicho de otro modo: cuando enseñamos, estamos aprendiendo… Leer más